Reportaje

Los camisas negras de Amanecer Dorado

Andrés Mourenza
Andrés Mourenza
· 14 minutos
Cruz gamada en un barrio de Atenas  | © Andrés Mourenza
Cruz gamada en un barrio de Atenas | © Andrés Mourenza

En formación, varias decenas de militantes de Amanecer Dorado aguardan a las puertas de su sede en el barrio de Nikea. Fieros y malcarados aguantan la posición ante lo que aseguran se avecina: el ataque de manifestación de paquistaníes. Se protegen la cabeza con cascos de motocicleta, empuñando gruesos palos y escudos con la efigie del yelmo espartano.

Leónidas es el personaje preferido de los neonazis griegos y cada año sus militantes conmemoran con grandes fastos la batalla de las Termópilas, olvidando que el héroe de Esparta, con el apoyo de sólo 300 hoplitas, hizo frente a miles de personas, mientras que los miembros de Amanecer Dorado suelen atacar en superioridad numérica, bien pertrechados y a inmigrantes e izquierdistas desprevenidos y desarmados.

En la sede de Amanecer Dorado no se permiten micrófonos ni fotografías

Desde los balcones de la sede, empuñando banderas con el símbolo del partido, que recuerda a la cruz gamada, otros militantes arengan a sus particulares hoplitas. La sede es un hervidero de gente cuando solicito permiso para entrevistar a un responsable. Un militante me ordena esperar mientras sube a preguntar y me deja al cuidado de otros dos miembros o simpatizantes. Uno de ellos, de piel morena, lleva una gorra en la que se lee “White Power”. Llama la atención porque emigrantes griegos –a veces confundidos con turcos- han sido apaleados en ciudades alemanas por los nazis de allá.

Al cabo de diez minutos, regresa el diligente militante y me dice que he sido autorizado a entrevistar a los jefes, aunque antes me registra: “Por si llevas micrófonos o cámaras ocultas. Y nada de fotos”, avisa.

En el interior de la sede hay numerosa propaganda nazi –obras sobre Hitler, cruces celtas- y en el último piso se halla el secretario de Amanecer Dorado en Nikea, Yorgos Patelis, aunque el que preside la entrevista y parece ser el verdadero jefe de la organización local es Yannis Lagos, un hombre hipermusculado, diputado nacional y que habitualmente aparece en las ruedas de prensa junto al líder del partido, el exmilitar Nikolaos Mijaloliakos.

» Nuestros miembros acuden cuando algún vecino lo solicita para protegerlo de los inmigrantes»

En la corta entrevista, Lagos considera  “ridículo e inaceptable que unos paquistaníes, indios y árabes se manifiesten pidiendo la ilegalización de un partido que está en el Parlamento», mientras que Patelis niega las acusaciones de que sus hombres, los conocidos como ‘camisetas negras’, patrullen las calles: “Sólo algunos de nuestros miembros acuden cuando algún vecino de Nikea lo solicita para protegerlo de los inmigrantes, que diariamente roban y atacan a los griegos”.

Las declaraciones contrastan con el discurso del líder Mijaloliakos, que poco antes de esta entrevista, desde las Termópilas, había avisado de que los camisetas negras tomarían las calles para “demostrar lo que son las escuadras de asalto, lo que es luchar y lo que es afilar bayonetas en las aceras”.

El asesinato de Fyssas

Todo esto ocurría en verano del año pasado, cuando Amanecer Dorado acababa de obtener una victoria histórica al lograr entrar al Parlamento griego con 18 diputados y el 7 % de los votos. Poco antes había sido establecida la sede en Nikea, desde la que los neonazis se dedicaban a aterrorizar a la comunidad paquistaní radicada en el barrio desde hace más de una década.

“Llegaron unos 30 ó 35 neonazis. Algunos venían en moto y todos iban armados con palos y protegidos con cascos. Entraron en mi tienda y me dijeron ‘No te queremos aquí. Éste es nuestro país y no el tuyo. Vete. Tienes una semana para cerrar esta tienda’”, explicaba el paquistaní Ahmet Nadim, propietario de un videoclub. A otros comerciantes les amenazaron con quemar sus negocios.

Ahora la sede de Amanecer Dorado en Nikea ya no presenta el mismo aspecto, sino que aparece clausurada pues es objeto de una investigación judicial. Cada vez más indicios apuntan a que desde aquí se organizó el asesinato del cantante de hip hop antifascista Pavlos Fyssas en la madrugada del 18 de septiembre.

Poco antes del asesinato, el autor confeso del crimen, Yorgos Rupakiás, miembro del grupo de Nikea, había conversado con otros militantes de Amanecer Dorado. En el registro telefónico también hay una llamada a Patelis, el secretario del partido en Nikea. Y otras informaciones apuntan a que se produjo otra conversación entre Patelis y el diputado Yannis Lagos.

“Todos (los militantes de Amanecer Dorado en Nikea) tienen el número de Patelis y, o se le llama directamente o alguien le informa. Patelis informaba a Lagos. Y Lagos informaba a Mijaloliakos. Así es como nos explicaron que funcionaban las cosas mientras yo estuve en el grupo de Nikea”, explicó un exmilitante al diario Ethnos: “Lagos es informado sobre todo. Todo lo que decimos, todo lo que ocurre lo sabe Lagos”.

Entrenamiento militar

La sede de Nikea se ha convertido en un lugar clave para la estrategia de Amanecer Dorado. Nikea es un barrio conocido por su tradición izquierdista: en 1944 sus habitantes se levantaron contra la ocupación por parte de la Alemania nazi y fueron cruelmente masacarados, desde entonces ha votado a la izquierda (en las últimas elecciones la coalición de la izquierda radical Syriza y el Partido Comunista sumaron el 60 % de los votos, aunque Amanecer Dorado quedó tercero con el 9 %).

Desde esta sede se envía a los camisetas negras a los distritos vecinos, como Keratsini –donde fue asesinado Fyssas- o Pérama –donde una semana antes del asesinato, un grupo de 50 neonazis atacó a jóvenes comunistas y envió a ocho al hospital-. Son barrios del extrarradio de la localidad de El Pireo, a pocos kilómetros de Atenas, barrios de puerto y astilleros con gran tradición sindical, aunque venidos a menos y donde el paro alcanza cotas del 60 %.

Los neonazis buscan simpatizantes en los barrios con mucho paro y en los colegios de secundaria

En este caldo de cultivo de desempleo, desesperación y desconfianza hacia los partidos que han dominado la vida política griega en las últimas décadas (el socialdemócrata PASOK y el conservador Nueva Democracia) pesca a sus militantes el partido neonazi. El propio asesino de Fyssas había perdido su trabajo y había sido desahuciado de su hogar, después de lo que Amanecer Dorado lo contrató a él y a un par de familiares a cambio de algo de dinero de bolsillo.

Otro lugar donde los neonazis buscan afiliación es en la educación secundaria. Diversos profesores se han quejado a la prensa griega de la creciente actividad de Amanecer Dorado en los institutos, especialmente en aquellos de barrios más desfavorecidos. Los adolescentes, que se siente más poderosos perteneciendo a este tipo de organizaciones, se dedican a propinar palizas a compañeros de ideología diferente e incluso han llegado a amenazar a profesores para que les aumenten la nota.

Según relató el exmiembro de Amanecer Dorado al diario Ethnos, en la organización de Nikea hay miembros menores de edad, a los que de vez en cuando también se lleva a propinar palizas a los considerados enemigos del partido. Los más jóvenes forman una unidad llamada Centauros.

“En un momento dado se hizo tan popular (en el barrio) afiliarse a Amanecer Dorado que la dirección decidió crear una sección abierta y un núcleo cerrado. En el núcleo cerrado sólo estarían los más fuertes, la gente que toma pastillas y trabaja los músculos”, explicó: “Para entrar al núcleo cerrado, debes ser duro. Soportarlo todo. Eres un cero. ¿Sabes lo que se siente cuando te dicen échate al suelo y hazme veinte (flexiones)? ¿O cuando te golpean frente a todo el mundo? No eres nadie y debes hacer lo que te dicen. No tienes derecho a opinar. Es una orden”.

Los que entran en este núcleo reciben una “cartilla de rendimiento” donde se apunta la actuación del militante, por ejemplo en cuántos actos ha participado o a cuántos paquistaníes ha pegado.

La preparación para llegar ahí es severa: en un vídeo subido a YouTube en diciembre de 2011 por un usuario simpatizante o miembro de la organización se ve lo que aparece identificado como el grupo de Nikea realizando entrenamientos militares. Otro supuesto militante neonazi declaró al rotativo To Vima: “Nuestro entrenamiento no es sólo lo que la gente sabe. Tomamos lecciones especiales con armas en areas de Rafina, Parnitha, Fyli, Porto Germeno, Mani, Evia central y otros lugares. Nuestra principal preocupación es esconder bien las armas, incluso en clubes de hooligan o en apartamentos, para que no sean detectadas o relacionadas con nosotros por la Policía”.

“Tenemos una estructura militar completa”, añadía el militante, asegurando que hay 3.000 personas “dispuestas a todo, incluidas 50 falanges armadas preparadas para luchar en las calles (…). La sede de Nikea cuenta con al menos cuatro falanges, cada una de las cuales tiene 250 individuos, y durante los últimos meses ha sido la más activa de la región de Ática” (que comprende Atenas, El Pireo y los alrededores, es decir, la región más poblada de Grecia).

Infiltrados en el Estado

La izquierda griega ha denunciado desde hace décadas las relaciones entre las fuerzas de seguridad y la ultraderecha a causa de una transición de la dictadura a la democracia parlamentaria hecha rápido, sin la debida regeneración democrática en algunas instituciones y dando carpetazo a varios asuntos que requerían profunda investigación (uno de los que lo denunció, Alexandros Panagulis falleció en un extraño accidente en 1976 cuando se disponía a revelar importantes documentos de los servicios secretos, tal y como narra Oriana Fallaci en su libro Un hombre).

Tampoco hubo nunca investigación sobre la presunta colaboración de los servicios secretos de Grecia en el envío de voluntarios de extrema derecha a la Guerra de Bosnia, en la que habría participado junto a las fuerzas serbobosnias en la masacre de Srebenica.

Una veintena de altos cargos de la policía han dimitido tras investigarse el asesinato neonazi

Ahora, impelido por el asesinato del primer griego a manos de Amanecer Dorado, el Gobierno y la Justicia de Grecia han comenzado a investigarlo. En los últimos días una veintena de oficiales y altos cargos de la policía (entre ellos el jefe de la comisaría de Nikea) han dimitido, han sido relevados o suspendidos de empleo a raíz de la investigación abierta por Asuntos Internos.

También se lleva a cabo una investigación dentro de las Fuerzas Armadas con las que, denuncian los medios, Amanecer Dorado mantiene buenas relaciones. No en vano, el hermano del portavoz de Amanecer Dorado, Ilyas Kasidiaris, es un oficial de las fuerzas especiales del Ejército y el año pasado fue detenido tras amenazar a punta de pistola a unos comensales con los que había discutido.

Pero la infiltración de Amanecer Dorado va más allá. Otra investigación se ha abierto sobre los psiquiatras que garantizaron el permiso de armas a miembros del partido neonazi. De hecho, el director del Hospital Psiquiátrico de Atenas denunció hace meses que uno de sus médicos reconocía ser miembros de Amanecer Dorado y otorgaba permisos de armas a enfermos mentales aunque esta denuncia no ha sido tenida en cuenta hasta ahora.

¿Quién paga?

La pregunta del millón es quién financia todo este entramado. Los dirigentes de Amanecer Dorado siempre han mantenido que la organización de actos como los repartos de comida “sólo para griegos” o similares la realizaban gracias a la financiación pública que les corresponde como formación parlamentaria, pero ahora que se avecina sobre ellos la amenaza de cortar el grifo de las arcas del Estado un comunicado del partido dejó claro que eso no afectaría a sus actividades. Queda claro por tanto que existen otras fuentes de financiación, la pregunta es entonces ¿cuáles?

Diversos rumores han apuntado a negocios ilegales, incluso contrabando o trata de blancas. La familia de la mujer del líder, Eleni Zarulia, posee por ejemplo un conocido hotel de citas en el centro de Atenas (actualmente investigado por presunta evasión de impuestos).

Según el exmilitante que habló con Ethnos el grupo de Nikea comenzó a “vender protección” a los negocios del barrio, incluso a los propios empresarios paquistaníes a los que hace un año amenazaba con quemar las tiendas. En un barrio deprimido como este, cada uno se busca la vida como puede, incluso en actividades ilegales o mafiosas. Por ejemplo, durante el registro de Asuntos Internos a la comisaría de Policía de Nikea se hallaron varios cartones de tabaco de contrabando, sólo unos días después de que unos vendedores ambulantes paquistaníes hiciesen público que los agentes del barrio les permitían vender cigarrillos ilegales a cambio de un 50 % de los beneficios.

Pero otra hipótesis sobre la financiación de Amanecer Dorado que ha ido cobrando fuerza es la vinculación con los armadores griegos, el sector empresarial más rico de Grecia, que mueve miles de millones (aunque por las características de este negocio, sólo una exigua parte del dinero se queda en el país). Curiosamente, el grupo parlamentario de Amanecer Dorado jamás ha votado en contra de cualquier ley o moción que favorece a los intereses de las empresas armadoras, incluso aunque la presentase el Gobierno, al que la formación neonazi acusa de cleptócrata y al que habitualmente se opone.

Amanecer Dorado jamás ha votado contra leyes que beneficien los intereses de las empresas navieras

La investigación abierta por la Unidad de Delitos Financieros (SDOE) del Ministerio de Economía sobre la financiación de Amanecer Dorado puede arrojar cierta luz sobre este asunto, aunque por el momento sólo se dispone de filtraciones. Una fuente de la investigación citada por el medio digital Sofokleousin.gr aseguró que se han detectado relaciones financieras entre Amanecer dorado y armadores, empresarios de la noche y del deporte e incluso un obispo. Las relaciones implicarían negocios basados en la “extorsión, amenazas y asesinatos por encargo”.

La hipótesis de la financiación de los armadores suena plausible teniendo en cuenta la importancia del puerto de El Pireo –el principal de Grecia y que recientemente ha atraído inversiones chinas con el objetivo de convertirlo en un centro logístico para las exportaciones al este de Europa- y que dentro del negocio naval -marineros, ingenieros, trabajadores de astilleros, estibadores…- hay una gran afiliación a sindicatos ligados al Partido Comunista de Grecia (KKE).

La fuerza sindical de los trabajadores de estas zonas se ha demostrado en los últimos años, por ejemplo bloqueando inmensos cruceros durante la lucha contra el derecho a cabotaje (los sindicatos exigen que la tripulación de los barcos que recala en Grecia tenga un mínimo de trabajadores de la Unión Europea o con condiciones laborales equiparables), batalla que finalmente ha ganado el Gobierno, pues era una de las exigencia de sus acreedores internacionales y de las grandes empresas navieras.

Otro ejemplo fue la huelga indefinida convocada a inicios de año por los trabajadores del sector marítimo exigiendo los pagos atrasados de las compañías armadoras, la negociación de un nuevo convenio colectivo ante el vencimiento del actual y el fin del empleo de trabajadores indocumentados y sin asegurar. El Gobierno rompió esta huelga recurriendo a una medida extraordinaria, la movilización forzosa, que conlleva penas de cárcel de hasta tres meses a los que la incumplan y sólo está prevista en casos de emergencia nacional.

No cabe duda de que la lucha de los sindicatos del puerto de El Pireo y los barrios cercanos ha sido un dolor de cabeza para los armadores durante los úlimos años. Quizás allá se encuentre la explicación al rápido crecimiento en esta zona de la estructura de Amanecer Dorado, después de todo, amedrentar a los sindicalistas por medio de matones es una táctica tan vieja como la propia lucha obrera.

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