Artes

Obaider Band

Return my soul

M'Sur
M'Sur
· 3 minutos

Volver al origen

Miembros de Obaider Band | Cedida
Miembros de Obaider Band | Cedida

Hay quien nace andaluz y hay quien vive con la pena de no serlo. Flamencos, de pelo moreno y rizado, camisa blanca y chaleco. Uno de sus guitarristas asegura que un día Granada lo vio nacer, aunque su pasaporte no dice lo mismo. No recuerda cuándo se marchó ni qué es lo que le obligó a hacerlo, pero vuelve cada noche –entre escenario y escenario– para pasear por el lugar en el que debería estar.

Sus manos y su guitarra lo demuestran. También la voz de su vocalista femenina. Son por derecho jordanos pero reconocen, entre una mezcla de nostalgia y emoción, sentir admiración por un lugar que les lleva cerca de su admirado Paco de Lucía.

Tal vez por ello este grupo – ahora compuesto por varios guitarristas, vocalistas, una violonchelista, un percusionista y un flautista – tomó vida en 2007 entre las calles de Ammán. A capela, con un par de guitarras –la de Baider Manasrah y la de Obai Al-Bitar–, y al calor de los transeúntes. Quienes les conocen dan fe de su arte.

Ahora, siete años después y varios lugares recorridos – Jordania, Palestina, Suecia y Dinamarca – , presentan su primer y merecido disco: Return my soul. Una mezcla de bulerías, tangos, rumbas y sonidos orientales inspirados en la poesía árabo-andaluza de mil años atrás y acompañados de la lírica árabe moderna.

Entre sus canciones –Salam, Lovely shadow, Blonde my beloved, Gaza, I saw the sea, Ya Saleb, Don’t hide y Taqaseem Amman– una hermosa intención: unir dos culturas, crear una bandera única a través de la lengua, del arte, de la melodía. Borrar la falta de entendimiento entre sociedades y eliminar las fronteras de un mundo que separa a iguales.

Pero «regresar al alma» – a su alma – es, tal vez, la realidad más triste del grupo. Se trata de volver a un origen que físicamente desconocen. Tal vez esa sea la esencia de su trabajo, aquello que da sentido a sus canciones: la tristeza de no estar ni haber estado, y el deseo de hacerlo algún día. Andalucía sentirá el ritmo de sus pasos, de eso están seguros.

[Lucía El Asri]

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