Artes

Haya Zaatry

Fronteras

M'Sur
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· 3 minutos


Borrando las líneas rojas

Haya Zaatry | © Maria Zreik / Fund. Tres Culturas
Haya Zaatry | © Maria Zreik / Fund. Tres Culturas

Recuerda Haya Zaatry (Nazaret, Israel, 1991) que de niña le preguntó a su madre por el significado de su nombre de pila. Y que se puso loca de contenta cuando supo que significaba “gloria, orgullo, altivez”. Unos conceptos que no entendió del todo, por lo que, explica, su imaginación hizo el resto: “Navegaba entre la gloria y el deseo infinito de mejorar. Era un nombre con responsabilidad”.

Hace un par de años, decidió googlear el signficado de “Haya”. Y descubrió que era totalmente diferente de lo que había dicho su madre: aparentemente transmite el concepto de “amable, buena, obediente”… es decir la definición de la señorita árabe perfecta.

“Cumplir con esa definición beneficiaría a dos fuerzas: la ocupación israelí y mi sociedad”, se plantea Haya Zaatry. Nacida y criada como palestina en territorio de Israel, es decir “a este lado de la línea verde”, su vida se ha visto rodeada por mil líneas rojas. “Empujar esas líneas, borrarlas, se convirtió en una parte de mi vida, de mi rutina diaria, de mi identidad”, concluye la cantante.

Frente a esas líneas, la música se convirtió para Haya Zaatry en un refugio, en un foco de resistencia. Se fue desarrollando como cantante al tiempo que estudiaba arquitectura, otra forma de oponerse a los ávidos destructores que le rodeaban. Arquitecta de sonidos, compositora de espacios, con 18 años se desplazó a Haifa, donde reside. Fue compaginando sus estudios con bandas como Ensemble Rouge, Fish Samak, Abu Rabus u Ottor, al tiempo que se implicaba en proyectos como Ghanni A’an Taa’rif , a favor de la diversidad sexual palestina, o la plataforma para músicos Eljam.

Pero Zaatry se basta y se sobra para cautivar ella sola a sus auditorios. Incluso la guitarra parece por momentos un simple apoyo para la energía y la dulzura de su voz. Una dulzura capaz de decir grandes y duras verdades, una dulzura que no solo no anestesia, sino que despierta los sentidos y sacude las conciencias.

Mañana, 23 de marzo, a las 20.30 horas, la cantante actuará en la Fundación Tres Culturas en colaboración con el proyecto Xabaca, entre cuyos objetivos se encuentra respaldar a las mujeres creadoras árabes como fuente de transformación social.  Ha cedido a M’Sur las dos piezas Hudud wa Wu’ud (Fronteras y promesas), del álbum homónimo, y  Manakir, del álbum Ghanni ‘an ta’rif (2013).

[Alejandro Luque]

 

Hudud wa wu’ud

Manakir