Crítica

Revolucionario nuevo fado

M'Sur
M'Sur
· 2 minutos
Deolinda
Deolinda
Dois selos e un carimbo

 

El público español, tan resistente a abrirse a la música de sus vecinos más cercanos, empezó a interesarse por el fado hace poco más de 20 años, gracias a la refrescante pujanza de Madredeus, Misia, Dulce Pontes y otras figuras surgidas en los años 80. Ahora toca saludar a una nueva generación de músicos que, partiendo de las raíces del fado, está ensayando fórmulas renovadoras con resultados espectaculares.

La huella de José Afonso y Amália Rodrigues es patente, pero el sonido se nutre de otras fuentes, desde el jazz y la canción melódica al rebetiko griego y hasta la música hawaiana. Basta oír la dulce voz de Ana Bacalhau sobre los primeros compases de Se uma onda invertesse a marcha para dejarse envolver de lleno abrigo melódico de Deolinda, aparentemente desnudo de artificio pero enormemente cálido. La propuesta cobra viveza a golpe de contrabajo en Um contra o outro y Não tenho mais razões, para volver a adensarse en Passou por mim e sorriu

En definitiva, se mantienen las características dominantes del deslumbrante debut Cançao ao lado (2008), sólo que todos los pasos son aquí más firmes. Es cierto que hacia el final del repertorio –generosamente integrado por 14 canciones, acompañadas por hermosas ilustraciones de João Fazenda– el oyente no iniciado puede llegar a sentir cierto cansancio, pues el conjunto tiende a la uniformidad.

No obstante, resulta tan deliciosa la propuesta, especialmente por el constante uso de un elemento tan extraño al fado como es la ironía, que parece obligatorio anotarse el nombre de Deolinda como los proyectos a seguir en la próxima década. Sólo ver en Youtube el adelanto en directo de ese aldabonazo titulado Parva que sou para entender que la nueva revolución portuguesa ya tiene quien le cante.