Crítica

Amor en cautividad

M'Sur
M'Sur
· 3 minutos
Fiore
Dirección: Claudio Giovannesigiovannesi-fiore

Género: Largometraje
Intérpretes: Daphne Scoccia, Josciua Algeri, Valerio Mastandrea, Gessica Giulianelli
Produccción: Pupkin Prod., IBC Cinema
Guión: Claudio Giovannesi
Duración: 110 minutos
Estreno: 2016
País: Italia
Idioma: italiano

En la historia de la literatura y del cine abundan los amores separados por rejas, muros y alambradas, pero no parece tan frecuente que ambos amantes sean cautivos al mismo tiempo. El joven director Claudio Giovannesi ha querido que así sea en su último filme, Fiore, que se desarrolla en una cárcel para menores donde chicos y chicas tienen el mínimo contacto. A esa suerte de correccional llega Daphne, una delincuente adolescente aficionada a robar celulares a punta de navaja en el metro.

Todo está matizado, y eso es algo muy de agradecer en este tipo de filmes

En este centro conocerá a través de los barrotes a Josh, un muchacho que también cumple su condena en el módulo masculino, y con el que no tardará en mantener una difícil relación sentimental. Una historia sencilla, como se ve, altamente expuesta a los tópicos juveniles y carcelarios. Tópicos que Giovannesi sortea bien, por la vía de rebajar intensidad alrededor del romance, reforzándolo de paso.

Dicho de otro modo, la vida en el correccional es severa, la relación con algunas compañeras tensa, pero no llega a infierno; el drama familiar de la chica es conmovedor, pero no cierra del todo la puerta a los afectos y las reconciliaciones. Todo está matizado, y eso es algo muy de agradecer en este tipo de filmes, tan dados al maniqueísmo.

Pero el principal activo de la película es el trabajo de la debutante Daphne Scoccia –descubierta por el director mientras servía como camarera en un restaurante romano– en la piel de su homónima protagonista. Estamos ante una actriz nata, que se echa a la espalda todo el peso del guion, y que aporta un importante plus de verosimilitud al conjunto. En todo caso, nos convence de que su personaje solo puede ser como es, porque cuando el sistema falla, desde los padres hasta los educadores, cualquier vida puede irse al traste a las primeras de cambio.

El cineasta apela a nuestro voyeurismo para invitarnos a la reflexión

Como la Daphne de la mitología latina, la chica aparece corriendo en numerosas escenas: huye de la policía, de sus parientes, de todo menos del amor, pues es éste, se nos da a entender, el objetivo de sus pasos. La necesidad de ser querida la mueve y le da fortaleza para superar todas las vicisitudes.

Se trata, en fin, de una cinta amable, quizá más dirigida a un público juvenil que al espectador senior. Especialmente –y esto es solo una conjetura– por un paralelismo que no he podido evitar hacer entre la situación que plantea Giovannesi y esos programas de telerrealidad con relaciones sometidas al impúdico escrutinio de ojos invisibles, a contactos condicionados y separaciones forzosas, que causan furor entre la audiencia púber.

El cineasta, muy habilidoso a la hora de mostrar la geometría de los espacios cerrados, apela a nuestro voyeurismo para invitarnos a la reflexión. Tal vez sea un buen modo de enseñar a la chavalería que el amor solo puede ser, por definición, libre.

 

¿Te ha gustado esta reseña?

Puedes colaborar con nuestros autores. Elige tu aportación

Donación únicaQuiero ser socia



manos