Opinión

8 de marzo ¿decías?

Sanaa El Aji El Hanafi
Sanaa El Aji El Hanafi
· 3 minutos

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Señoras, sobre todo… no os metáis en política. Sobre todo… quedaos en casa. Ocupaos de vuestros maridos e hijos. Poneos guapas, pero discretamente. No provoquéis los deseos de los hombres. No los excitéis con vuestros atuendos. Ellos tienen el corazón y el cuerpo tan frágiles… Estáis, por supuesto, hechas para quedaros en casa. Para cocinar bien. Para ser madres maravillosas. Como mucho, os podéis ocupar de pequeñas funciones agradables.

Pero cuando hacéis política, encadenáis meteduras de pata. Entre los “dos duros” de fulana de tal y las “22 horas de trabajo” de fulana de cual, deshonráis la práctica política de este maravilloso país que es Marruecos. Llegamos incluso a lamentar el haber dejado a mujeres ocupar puestos de responsabilidad. Ellas no están capacitadas. “Una mujer siempre será una mujer”, como habría dicho nuestro querido jefe de gobierno. Ilustre cargo, que pide a las mujeres sacar lustre al hogar… desde hace lustros.

Porque sois mujeres, vuestros errores y vuestras pequeñas meteduras de pata serán imperdonables

Solo sois mujeres… Y precisamente, porque sois mujeres, vuestros errores e incluso vuestras pequeñas meteduras de pata serán imperdonables, magnificadas, desproporcionadas, enormes, inconmensurables, gigantescas.

Se os prohíbe todo error de acción o de comunicación porque sois mujeres. Intolerable. Debéis ser perfectas. La práctica política en el país más bonito del mundo es maravillosamente sana, y no se os permitirá, oh mujeres, empañarla. Si fuerais hombres, nos habríamos reído un poco y enseguida habríamos pasado a otra cosa. Un hombre que infravalora las pensiones consideradas elevadas, podría ser aceptable; siendo el hombre “naturalmente” más propenso a hablar de cosas materiales, poco importa la forma. Un hombre que declara trabajar 22 horas al día, “se acepta”. Lo encontraremos un poco exagerado y lo olvidaremos. Sin embargo, ¿no decimos muchas veces en Marruecos: “Ni siquiera tengo tiempo para rascarme la cabeza”?

Definitivamente… Estas mujeres ministras son completamente incompetentes… Y ¡zas! se permiten todas las maldades hacia ellas. Olvidamos las citas (quizá son, efectivamente, un poco exageradas, ¿y qué?), olvidamos las trayectorias (buenas o criticables), olvidamos los posibles logros y los probables y auténticos fracasos de decisiones… Se focalizan en su condición de mujer, su cuerpo, su físico, sus labios… Y enseguida, se preguntan: pero, ¿por qué no hay suficientes mujeres en la política? Feliz día de la mujer, señoras.

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© Sanaa El Aji | Primero publicado en Din wa Dounia· 2 Marzo 2016 | Traducción del francés: Alejandro Yáñez

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