vasco


El vasco es uno de los pocos idiomas aislados del mundo, es decir que no pertenece a ningún tronco conocido. Se habla únicamente en una pequeña región fronteriza entre el norte de España y el sur de Francia.

Aunque se ha querido integrar en algún grupo de las lenguas caucásicas – que tampoco forman un tronco común – y otras veces se intenta encontrar un vínculo con el bereber, las semejanzas descubiertas se deben probablemente no a un parentesco lingüístico sino a la conservación de estructuras y términos arcaicos, que antes eran comunes a diferentes lenguas.

El único representante del vasco es el euskera —o euskara, vasco o vascuence—, hablado actualmente por algo menos de un millón de personas.

Unas 825.000 personas utilizan el euskera con fluidez, aunque casi todos dominan, además, el castellano o el francés; sólo unos 20.000, sobre todo mayores, son monolingües. Otras 455.000 personas entienden euskera pero no lo suelen utilizar como primera opción.

Pese a ubicarse en un espacio geográfico reducido, la variedad dialectal del vasco es enorme. Se suelen diferenciar siete variantes, cuatro de ellos al sur de los Pirineos: el vizcaíno, el guipuzcoano, el alto navarro y el roncalés, éste último hablado en la frontera de Navarra con Aragón. En la falda norte de la cordillera se hablan el bajo navarro, el labortano y el suletino.

Todas las variantes han incorporado una importante proporción de palabras españolas y francesas a su vocabulario, pero mantienen las estructuras sintácticas y morfológicas propias. Las diferencias son considerables y llegan al punto de impedir la comunicación entre dos vascoparlantes de dialectos distintos.

Batua

Para terminar con la dispersión de dialectos, a partir de 1970 se empezó a crear en España el batua o vasco unificado, que parte sobre todo del dialecto guipuzcoano pero incorpora también elementos de otras variantes. Hoy es la lengua cooficial utilizada en la administración de Euskadi (Vizcaya, Álava y Guipúzcoa) y partes de Navarra, en la enseñanza pública y privada, en prácticamente todos los medios de comunicación y la mayoría de los libros en euskera que se publican en España. Mientras que los jóvenes utilizan más el batua, aprendido en el colegio, la generación mayor emplea más los dialectos y a veces incluso tiene dificultades de entender el lenguaje oficial.

El batua también es el idioma estándar utilizado en la parte francesa del País Vasco, aunque allí, dado que no tiene carácter oficial, está menos difundido frente a los dialectos locales.