Opinión

Asunto: M’Sur

Ilya U. Topper
Ilya U. Topper
· 6 minutos

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Ayer se cumplieron nueve años. Nueve años que se dice pronto: fue un 11 de febrero, pero en 2009, cuando firmamos en una cafetería de Madrid, no lejos del Retiro, el acta fundacional de la asociación Colectivo MediterráneoSur. Lo de la cafetería fue algo totalmente accesorio: quedaba cerca de la oficina donde fuimos a entregar el papeleo. Era el último – y legalmente definitivo – paso en una trayectoria que había arrancado seis años antes, en un hotel de Siracusa, quizás en el centro geográfico exacto del Mediterráneo, una noche en la que cuando Alejandro Luque y yo llevamos un paso más lejos nuestros habituales y justificados cabreos al ver en la prensa tanto titular torcido y maltrecho sobre las regiones que en la barra de bar más de uno calificaría, con mayor o menor cariño, de “los países de los moros esos”. Con la guerra iraquí reciente, lo que alguien mal intencionado – y peor informado – llamaba «choque de culturas» iba a peor. Esta vez, la cosa no se iba a quedar en cabreo, decidimos: Haríamos algo.

Fue en 2007 cuando montamos la primera y tímida versión de una revista online, realizada a mano

Ese algo tomó forma durante noches en el Cambalache, aquel bar de jazz que Hassan regenta desde hace 30 años en Cádiz, se tradujo dos años más tarde en esbozos, conceptos, ideas apuntadas en servilletas, primeros folios de propuestas para recabar un apoyo de ayudas públicas que nunca llegaría. Creo que fue en 2007 cuando montamos la primera y tímida versión de una revista online, aún realizada a mano, javascript por javascript, con entrevistas, reportajes, columnas de opinión, críticas de libros… Entre los primeros firmantes, Daniel Iriarte y Darío Menor, dos compañeros periodistas recorremundos que habían tenido la misma idea que Luque y yo, pero sin pasar a los hechos. Formamos un equipo que iba aumentando de forma lenta pero segura. Si hubiéramos tenido un despacho con un mapa en la pared, se habrían visto chinchetas en El Cairo, Estambul, Roma, Rabat, Ammán, Jerusalén, Beirut, Marsella, Atenas, Tiflis…

Cuando nos constituimos en asociación, la revista se había consolidado lo suficiente como para lanzar una versión totalmente renovada – pero aún a mano en html– que presentamos en mayo de aquel 2009 en la Feria del Libro de Sevilla. Aparte de los artículos periodísticos incluía muestras de arte: poesía, relatos, viñetas… Y añadimos una sección nueva, llamada Fondo, que recogía a modo de enciclopedia información y mapas dedicadas a esos mil detalles sociales, históricos y políticos del Mediterráneo que es tan fácil ignorar porque nuncas nos las explicaron. Porque eso era el motivo – dijimos Luque y yo – de casi todos los titulares torcidos, maltrechos, en la prensa española: no una voluntad de manipular al lector, y ni siquiera prejuicios racistas, sino simple ignorancia.

Mientras persista el ruido de ignorancia respecto a sociedades que tenemos tan cerca, persistirá M’Sur

Para poner un ejemplo, hoy tan actual como fue en 2005: creer que todas las mujeres marroquíes llevan velo porque “es su cultura”, es un simple error de periodistas que nunca fueron a Marruecos, ni tuvieran a mano nadie que les explicara el choque ideológico, social y político que supuso la aparición del velo islamista en los años ochenta en Marruecos. Pero escribir que una inmigrante marroquí en España lleva velo porque quiere“preservar su cultura” es más que un dato falso: facilita que cualquier racista denigre la “cultura marroquí”, a “los marroquíes” y acabe en el grito “Moros fuera”. Con M’Sur, decidimos, los lectores podrían por fin descubrir la continuidad cultural de todo el Mediterráneo y discernir las ideologías políticas y religiosas que tan a menudo se utilizan para separar.

Nueve años después, no sabemos si hemos tenido demasiado éxito: el griterío racista no parece haber disminuido, incluso se ha visto reforzado por el racismo inconsciente de quienes se creen defensores de la “multiculturalidad”. Pero mientras persista ese ruido de ignorancia respecto a sociedades que tenemos tan cerca, tanto que somos parte de ellas, desde los primeros fenicios, también persistirá M’Sur. Una revista en la que nadie cobra un duro. Nadie, desde quienes aportan cada día reportajes, columnas, entrevistas, hasta quienes traducen, editan, grafican, maquetan, difunden, cada día también… Y son ya 2.300 piezas acumuladas, más 400 entradas enciclopédicas, una sección en continua expansión. Un trabajo basado en una sola convicción: que la ignorancia es osada, pero se puede combatir mediante la información. Y que el periodismo, el buen periodismo, el periodismo preciso, concienzudo, honrado, hoy más que nunca, hace falta.

La revista acaba de superar el millón de clics desde que se instaló el contador, hace 5 años

Con esta convicción nos reunimos ayer – desde pantallas digitales fluctuando en Sevilla, Estambul, Mascate, La Haya, Roma, Madrid, París, Jerusalén… – para celebrar la asamblea anual ordinaria de la Asociación registrada aquel 11 de febrero de 2009. Conectando con una treintena de socios y socias: quizás pocos, para una revista que acaba de superar el millón de clics desde que se instaló el nuevo contador, hace cinco años. ¿Falta de costumbre de asociarse? Problemas de dinero, difícilmente: la cuota base es de 10 euros al año. La mayoría de quienes han rellenado la ficha ponen más.

Como es preceptivo, renovamos la Junta Directiva: sigue en el cargo de presidente el que suscribe (desde Estambul), continúan en sus puestos Fifi Inglima, fotógrafa (Madrid) como secretaria y Eva Chaves, arabista (en Mascate) como tesorera. Asume el cargo de vicepresidenta la reportera Imane Rachidi (La Haya) y se nombran vocales Alberto Arricruz (París) y Mimunt Hamido (Estambul). Con todos ustedes.

La próxima tarea de la Junta será coordinar lo que promete ser el hito del año en MSur: una web totalmente renovada, adaptada a todos los formatos de pantalla y fácil de consultar. Este trabajo informático – que ya no se hará a mano encadenando siglas de html sino con plataformas modernas diseñados por un profesional – sí será el único que se paga en MSur. Gracias al esfuerzo de todos los socios y socias. Y de quienes han aportado donaciones puntuales, esporádicos, a menudo anónimas. Tal vez, gracias a ti.

Porque hace falta.

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