historia


Mezquita histórica de Córdoba | © I. U. T. / M'Sur
Mezquita histórica de Córdoba | © I. U. T. / M’Sur

En la tradición islámica, la cultura árabe anterior a Mahoma se describe como yahilía, es decir ‘ignorancia’. El término se refiere a que los árabes ignoraban aún la nueva religión que iba a aparecer entre ellos. Pero tiene, además, otra connotación: los escasos datos contenidos en el Corán o los textos de sus comentaristas son teñidos de rechazo hacia una sociedad pintada como bárbara.

Para los historiadores musulmanes, la Historia como tal empieza con la aparición del islam; el año de la huida de Mahoma a Medina, la hégira, es el inicio de la era islámica, probablemente el cómputo de tiempo más antiguo que hoy se sigue empleando.

La expansión del islam se inicia tras la muerte de Mahoma en el siglo VII. Aunque tradicionalmente se ha asociado a una supuesta conquista militar de toda África del Norte, España y grandes partes de Asia, es de suponer que se trataba más bien de una misión religiosa que iba ganando adeptos al presentarse como una forma renovada del cristianismo, religión muy difundido en África del Norte y Asia Menor.

Las leyendas de los bereberes marroquíes también cimentan esta interpretación: recuerdan la aparición de Mahoma como la llegada del paráclito (espíritu reconfortador) prometido por Jesucristo. En Marruecos se difundió inicialmente una religión sincretista, mezcla de cristianismo e islam, extinguida por la revolución integrista almohade del siglo XII.

Junto a la expansión del árabe como lengua de comunicación universal en el Mediterráneo, la nueva fe contribuyó a unificar y coordinar diferentes poblaciones en proyectos políticos comunes, aunque no en un estado único, o sólo de forma muy fugaz: el imperio omeya, gobernado desde Damasco, abarcaba teóricamente desde Andalucía hasta la India, pero esta fase apenas duró 40 años y con toda seguridad no se llegó a instaurar un sistema administrativo eficaz, dada la falta de una flota mediterránea y el extremo retraso que significaba enviar noticias o tributos por vía terrestre.

Asia y África

Desde la Península Arábiga, el islam se expandió a la vez hacia occidente y oriente y teóricamente alcanzó India al mismo tiempo que España, apenas 80 años después de la muerte de Mahoma. Pero probablemente no se consolidara en oriente como religión oficial hasta el siglo XIII, cuando los invasores mongoles se convirtieron a esta fe y la extendieron a través de su enorme imperio de Asia central hasta China. También los mogul, emperadores de la India, aceptaron el islam.

A través de las amplias relaciones comerciales que confluyeron en el Golfo Pérsico, la nueva religión llegó aún más lejos: a la costa oriental de África, desde Somalia hasta Tanzania y Zanzíbar, a las islas del Océano Índico y a toda Indonesia, hoy el estado que reúne mayor número de musulmanes bajo una sola bandera. También en África Occidental, el islam está presente como una religión más en una amplia franja al sur del Sáhara y hasta el Golfo de Guinea.

Todos estos territorios nunca fueron conquistados de forma militar por ejércitos árabes y el proceso de misión no ha concluido aún: las enseñanzas del islam siguen haciendo adeptos en África, en competencia con la misión cristiana.

En el siglo XII, las Cruzadas iniciaron una llegada masiva de europeos a Jerusalén, donde se estableció brevemente un estado cristiano. Este contacto aproxima la cultura árabe islámica a las naciones de Europa central a la vez que instaura por primera vez una lógica de enfrentamiento militar basada en la religión: de este momento data la idea de la ‘guerra santa’ entre musulmanes y cristianos por el simple hecho de pertenecer a religiones diferentes. Un concepto hasta entonces ajeno al mundo islámico, en el que desde siempre habían convivido comunidades musulmanas, cristianas y judías.

Al Andalus

Este modelo de convivencia fue especialmente exitoso en España, conocido como Al Andalus en árabe, donde se multiplicaron los contactos científicos y filosóficos entre las sociedades cristianas europeas y el patrimonio cultural escrito en árabe. En el Magreb, al mismo tiempo, las poblaciones cristianas se fueron convirtiendo poco a poco al islam, un proceso que según la tradición local no concluyó hasta el siglo XV, aproximadamente el mismo momento en el que las guerras entre los diferentes principados de España desembocan en la caída del último reino musulmán, el de Granada. No obstante, el islam no desaparece de la vida cotidiana española hasta 1609, cuando Felipe III decreta la conversión o expulsión de los moriscos.

Al mismo tiempo, el islam gana terreno en los Balcanes gracias a la expansión del Imperio Otomano, cuyos ejércitos ponen dos veces sitio a Viena, en 1529 y 1683, y convierten la imagen del ‘turco’ durante siglos en el paradigma del musulmán para las culturas de Europa Central. La administración otomana garantizaba la libertad de culto a todas las creencias y confería autonomía a las poblaciones cristianas bajo sus propios líderes. En sus ejércitos había importantes contingentes cristianos.

Aunque en algunas zonas balcánicas se formaron guerrillas —o movimientos de bandoleros— cristianas, en otras, como Bosnia y Albania, las conversiones eran moneda común, gracias a la posición del islam como religión de la clase dominante y los mayores impuestos aplicados a los seguidores de otras religiones. Este proceso sólo se invirtió con el retroceso del Imperio en el siglo XIX y su retirada de Bulgaria en 1908.

La invasión de Egipto por Napoleón en 1798 y la ocupación de Argelia por parte de Francia en 1830 inauguran la competición de las potencias europeas por la influencia en los países árabes y crea nuevos y múltiples contactos entre el islam y las sociedades cristianas de Europa, pero ahora desde una posición de jerarquía.

A mediados del siglo XIX se inicia la Nahda (Renacimiento), un movimiento intelectual basado en El Cairo, que intenta modernizar la sociedad árabe y reformar la religión. El activista iraní Gamáluddin Afghani predica en Egipto a finales del siglo sus ideas de una reforma política de la religión e pone la base ideológica para los movimientos islamistas, como el de los Hermanos Musulmanes, fundado en 1928 y hasta hoy referencia para el islam político. De estas décadas datan los primeros intentos de concebir el islam como una base de organización política y forjar una ‘identidad cultural islámica’ enfrentada al modelo de sociedad desarrollado en Europa desde la Ilustración.

¿Reconquista?

Alhambra de Granada | © Zoubida Maalem Boughaba
Alhambra de Granada | © Zoubida Maalem Boughaba

El término ‘reconquista’ expresa la idea de que España fuera invadida por tropas musulmanes y debía ser recuperada —siglos después— por ejércitos cristianos. Es seguro, no obstante, que la inmensa mayoría de los musulmanes de la Península no eran hijos de invasores sino habitantes locales convertidos a la nueva fe. Durante siglos, nadie consideraba a los moros como extranjeros: aunque el término se deriva de Mauritania, el decir el norte de África, simplemente designaba una religión distinta.

Inicialmente, las guerras entre «moros y cristianos» tampoco reflejaban una contienda cultural o religiosa, dado que en los territorios bajo dominio musulmán existían grandes comunidades cristianas, iglesias y obispos, además de judías; cuando un territorio caía bajo dominio cristiano, musulmanes y judíos seguían practicando su fe.

Sólo siglos más tarde, las alianzas cambiantes entre los diferentes reinos independientes y la extensión paulatina del poder de los reyes cristianos se fundieron en un concepto político destinado a legitimar el monopolio del poder de la Iglesia. El término ‘reconquista’, acuñado sólo en el siglo XIX, confirió a este proceso el halo de una justificada aspiración histórica. 

Mezquita omeya en Damasco (2005) |  © I. U. T. / M'Sur
Mezquita omeya en Damasco (2005) | © I. U. T. / M’Sur

Fechas clave

622 Mahoma huye de La Meca a Medina. Inicio del cómputo de la hégira.
632 Muerte de Mahoma.
711 El islam llega a España.
1193 Muere Saladino, fundador de un imperio musulmán y antagonista de las Cruzadas.
1258 Los khanes mongoles toman Bagdad. Poco más tarde se convierten al islam.
1453 Constantinopla, sede de la Iglesia ortodoxa, se rinde al ejército musulmán.
1492 Cae Granada. Fin del poder político islámico en España.
1501 Ismael I declara el islam chií religión oficial de Persia.
1609 Felipe III expulsa a los musulmanes de España.
1745 Nace en Arabia Saudí la estricta corriente wahabí.
1798 Napoleón invade Egipto. Inicio de la presencia política europea en el ámbito musulmán.
1871 Gamáludin Afghani predica en El Cairo la reforma política del islam. Se generaliza la Nahda (renacimiento).
1928 Hassan Banna funda en Egipto el movimiento de los Hermanos Musulmanes.
1979 El clérigo chií Ruholá Jomeini lleva a cabo la Revolución Islámica en Irán.
2001 Estados Unidos declara el ‘terrorismo islámico’ enemigo de Occidente.