Rodaje en Bagdad

por Mariano Agudo
Cuatro niños esperan su actuación ante la cámara. Enero 2004Un hombre vende bolsas en una calle de Bagdad. Enero 2004Dos hombres fuman narguilé en un café de Bagdad. Enero 2004Dos adolescentes pasan delante de un hotel en Bagdad para recoger desechos útiles. Enero 2004Javier Corcuera (derecha) reflexiona sobre la puesta en escena.El cámara Jordi Abusada (izquierda) y Javier Corcuera. Bagdad. Enero 2004El adolescente Rawi sufre traumas de la guerra. Bagdad. Enero 2004Dos guardias iraquíes examinan un fusil de asalto. Bagdad. Enero 2004Manifestación chií contra la ley francesa que restringe el uso del velo. Enero 2004Dos niños pasean por Bagdad. Enero 2004Tres soldados estadounidenses en una avenida de Bagdad. Enero 2004Las ruinas del Club de las Fuerzas Aéreas en Bagdad. Enero 2004

No fue la posguerra

Entonces aún se podía. Cuando Javier Corcuera, cineasta y “peruano de Madrid” —cómo le gusta definirse— decidió rodar un documental en Bagdad, en otoño de 2003, aún se podía. Ocho meses después de la invasión estadounidense, aún no se había gestado la guerra incivil que, poco después, iba a arrastrar el país definitivamente a los abismos.

Corcuera había acompañado en marzo de 2003, cinco días antes del inicio de los bombardeos, a los ‘brigadistas’ españoles que viajaban a Bagdad para proclamar allí el No a la Guerra que resonaba en toda España. En otoño, con apoyo del productor Elías Querejeta, decidió terminar el trabajo y mostrar cómo vivía Iraq en la posguerra. En el equipo, Jordi Abusada y Mariano Agudo a las cámaras, Juanma López y Dani de Zayas al sonido, Elena García Quevedo y el que suscribe, además de Kahtan Adnan y Ahmed Alani. Faltaba Julio Sánchez, que había venido en marzo.

El trabajo arrancó en los días de Navidad de 2003 y se prolongó hasta el 20 de enero. Ya hubo coches bomba en alguna comisaría, en el puente por que el que cruzábamos el Tigris a diario; hubo vigilancia alrededor del hotel y alguna vez estallaron morteros contra la fachada de otro, cercano. Pero se podía ir por la calle, coger un taxi cualquiera, montar dos cámaras con trípode en un patio de vecinos o un descampado; se podía salir de noche con el difuso temor de ser asaltado, sí, pero no de ser secuestrado.

Pensábamos que estábamos documentando la posguerra. Nos equivocamos. Era la preguerra. Eran los últimos días de tranquilidad que tuvo Iraq antes de que la violencia sectaria, diseñada y ejecutada sin piedad, destruyó las esperanzas de democracia que Sadam Husein había dejado con vida.

El filme Invierno en Bagdad de Corcuera se mostró en TVE-2 en 2005 y ganó primeros premios en los festivales de Málaga, Los Ángeles y Montevideo, pero nunca conoció un estreno comercial.

[Ilya U. Topper]

Mariano Agudo

Mariano Agudo (Sevilla, 1970) ha retratado el día a día del rodaje, los personajes que formaban equipo, protagonistas, contexto, horizonte. Documentalista y socio fundador de la productora sevillana Intermedia, Agudo debutó en 1998 con el documental Kurdistán, país prohibido, rodado en Turquía. En 2004 dirigió el largometraje documental Presos del Silencio sobre las víctimas del franquismo en Sevilla.