Opinión

El socio discreto de Israel

Ali Amar
Ali Amar
· 14 minutos

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Aunque WikiLeaks confirmó que Rabat y Tel Aviv se ponían de acuerdo en muchos asuntos diplomáticos, su cooperación en los negocios es más desconocida.

«Estamos a favor del máximo de intercambios”. Esta era la respuesta del director comercial del puerto Tánger Med cuando le preguntaron por el comercio con Israel, publicada en el diario Figaro en julio de 2008 bajo el titular “Marruecos quiere ser un país modelo para el UPM (Unión para el Mediterráneo)”. Un punto de vista que continúa tabú para la opinión pública, pero los diplomáticos y los empresarios marroquíes admiten en privado que los caminos comerciales con Israel existen y se desarrollan a pasos de gigante.

Obama pidió que Marruecos mediara en la aproximación entre el mundo árabe e Israel

En una misiva dirigida a Mohammed VI en 2009, Barack Obama escribía: «Espero que Marruecos desempeñe un papel importante en la aproximación entre el mundo árabe e Israel, ya que esto fomentará una paz estable y una solución al conflicto en Oriente Medio”.

La carta llegó en un momento en el que Marruecos estaba considerado por Washington como el país del Magreb menos hostil al Estado hebreo. Actualmente, la situación es aún más destacable debido a las revoluciones árabes: la difícil transición política en Egipto, el caos en Siria y la ruptura de Tel Aviv con Ankara subrayan todavía más el aislamiento diplomático del Estado hebreo en la región.

Marruecos, considerado un modelo por Occidente, juega también esta carta, a pesar de la desconfianza de su opinión pública respecto a Israel, sobre todo porque rompió con alarde sus relaciones diplomáticas con Irán.

Según un cable diplomático del 9 de junio de 2009, revelado por WikiLeaks, la embajada americana en Rabat veía con buenos ojos la vuelta a la normalidad entre Marruecos e Israel, después de los contactos que ambos países tuvieron en la capital del Reino entre el 3 y 5 de junio de 2009, con motivo una reunión dedicada al terrorismo nuclear. «Unos contactos que les permitieron a los responsables de ambos países retomar contacto después de un período de distanciamiento en respuesta a la guerra israelí contra Gaza”.

Lazos diplomáticos

A pesar del cierre de la oficina de enlace de Israel en Rabat, en octubre de 2000, y de la salida de Gadi Golan, su diplomático con rango de embajador, los contactos entre ambos países nunca han cesado del todo. En 2003, Silvan Shalom, entonces jefe de la diplomacia israelí, fue recibido por Mohammed VI. En diciembre de 2008, el director general del Ministerio de Asuntos Exteriores, Aharon Abramovitz, viajó a Rabat de manera casi oficial.

Isaacson, del Comité judío americano, fue condecorado con la Legión de Honor de Marruecos

En septiembre de 2009, una radio israelí informó de que el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, se había encontrado a escondidas en Nueva York con su homólogo marroquí, Taïeb Fassi-Fihri, con ocasión de la Asamblea General de Naciones Unidas. La participación de una delegación israelí, invitada el mismo año a un congreso internacional en Marrakech, confirmaba un movimiento perceptible de distensión con Tel Aviv, a pesar del distanciamiento motivada por la ofensiva del Tsahal en Gaza algunos meses antes.

El tira y afloja diplomático se intensificó por otra parte: Jason Isaacson, el director del Comité judío americano de asuntos gubernamentales e internacionales, y ferviente defensor de la causa sionista, fue condecorado con la medalla de Caballero de la Legión de Honor del Reino de Marruecos.

«Por la reforma y la reconciliación políticas, por su posición firme contra el extremismo, por su protección continua de las minorías religiosas, Marruecos ha demostrado en muchas ocasiones su amistad, su fuerza, sus principios», declaró Isaacson en el momento de la ceremonia; sin embargo, los medios de comunicación marroquíes oficiales silenciaron oportunamente el acontecimiento, pues la opinión marroquí está en su inmensa mayoría en contra de toda aproximación a Israel. Así lo demuestra la reciente polémica suscitada por la visita de Tzipi Livni a Tánger.

En un cable diplomático de la embajada americana en Rabat revelado por WikiLeaks, Yassine Mansouri, el jefe del contraespionaje marroquí, les había confiado a los diplomáticos americanos que » Tzipi Livni es un buen socio…”

El episodio Livni o la visita caótica de los estudiantes de la Unión de Estudiantes Judíos de Francia (UEJF), había suscitado una verdadera indignación en Marruecos, hasta el punto de que Mamfakinch, el medio de comunicación social del Movimiento del 20 de Febrero, aseguró que en Marruecos, «está mejor visto militar a favor de Israel que a favor de la democracia o de Palestina”.

Esta reconciliación con el Estado hebreo se explica por el asunto del Sáhara, dado que la posición marroquí recibe el apoyo de políticos americanos próximos al poderoso AIPAC (American Israel Public Affairs Comittee) y de empresas del lobby diplomático basadas en Washington, que mantienen relaciones similares con Tel Aviv y cuyas ramificaciones se cruzan con intereses económicos comunes.

«En Marruecos está mejor visto militar a favor de Israel que a favor de la democracia o de Palestina”

La televisión israelí había dedicado en julio de 2009 algunos programas a Marruecos, una iniciativa llevada a cabo con la colaboración de la Unión mundial de judíos de origen marroquí, en el marco de la conmemoración del décimo aniversario de la desaparición de Hassan II y de la accesión de Mohammed VI al trono.

El objetivo anunciado de la operación: promocionar las ofertas inmobiliarias de lujo de Tánger y de Fez, lugar apreciado en Israel, según había informado el diario Maariv, cuyo editorialista no había perdido la ocasión de recordar con nostalgia «la esperanza frustrada» de la primera Cumbre económica de Oriente Medio y África del Norte, que tuvo lugar en 1994 en Casablanca y en la que participaron 64 países, entre ellos Israel.

Circuitos discretos

A pesar de la oposición popular a la normalización con el Estado hebreo, expresada por las numerosas marchas en el Reino contra Israel en el momento de los acontecimientos de Gaza, Rabat continúa manteniendo relaciones comerciales con Tel Aviv, cuyos flujos están lejos de ser despreciables.

Numerosas asociaciones marroquíes denuncian regularmente los lazos comerciales entre el Estado hebreo y el Reino magrebí. La Iniciativa Nacional del Boicot a Israel estima que alcanzarían los 50 millones de dólares (35,3 millones de euros) al año, particularmente en la agroindustria. Las semillas y la tecnología transitan por Europa para enmascarar su origen israelí.

Se estima que los lazos comerciales entre Israel y Marruecos alcanzan los 35 millones de euros al año

Ciertas empresas marroquíes importan productos de España, de los Países Bajos o de Dinamarca, cuya tecnología o cuyos insumos provienen, en realidad, de Israel. En 2005, la prensa había dado a conocer la existencia de contenedores desembarcados en Casablanca adornados con la estrella de David, y la de ciertos componentes made in Israel integrados en el material de telecomunicaciones importado por Marruecos Telecom…

Esta situación causa ataques de nerviosismo entre los políticos, particularmente entre los islamistas que reclaman el fin de este comercio secreto.

En realidad, Marruecos e Israel reafirmaron en el marco del Euromed su voluntad de empezar negociaciones que tendrían como objetivo común crear una zona de libre cambio. Por otra parte, numerosas redes de negocios mediterráneas en las cuales el empresariado marroquí es muy activo, acogen a empresarios israelíes… Las numerosas peticiones que se han lanzado en Marruecos a favor del boicot de los productos israelíes siguen siendo papel mojado.

Los medios de comunicación israelíes como Jerusalem Post o Yedioth Ahronoth informan regularmente de la firma de convenios comerciales, transacciones financieras o programas de cooperación con instancias gubernamentales o por el sector privado. En las finanzas, el banco Leumi y Hapoalim colocaron así pasarelas para las operaciones de importación y exportación entre Marruecos e Israel, estableciendo convenios de ‘cuentas correspondientes’ con varias instituciones financieras marroquíes.

El New York Times había anunciado que la compañía aérea El Al procuraba estrechar lazos con Royal Air Maroc… y no es para menos: el turismo es también un negocio en expansión con el Estado hebreo.

Tras un acercamiento a Maroc Tours, Yambateva Voyage abrió recientemente una oficina de representación en Marrakech. El operador israelí aspira a acaparar el 45% del turismo israelí en Marruecos. Un mercado que representa, según la agencia de viaje, entre 5.000 y 7.000 visitantes al año.

Rabat quiere incitar a la diáspora judía de origen marroquí a que vuelva al país para hacer negocios

Ya activos en Marruecos desde hace diez de años, las agencias de viaje israelíes exploran nuevos mercados como el ecoturismo y los paquetes de viajes extremos. En su nombramiento como embajador estadounidense en Rabat, Samuel Kaplan quiso subrayar «la libertad para visitar Marruecos de la que gozan los marroquíes de confesión judía que han emigrado a Israel” calificando esta experiencia de “completamente único en esta parte del mundo”.

En el marco de su programa Fincome (Foro internacional de las competencias marroquíes en el extranjero), Rabat intenta incitar a la diáspora judía de origen marroquí a que vuelva al país para instalarse allí y hacer negocios en el offshoring, los tejidos, la electrónica, la aeronáutica, el sector automóvil, las biotecnologías o la nanotecnología.

Una nota del gobierno israelí plantea la cuestión de una aproximación a los dominios de las tecnologías punta:
«La Silicon Valley marroquí deberá tener como referencia el modelo israelí que ha demostrado su valía, concluyendo acuerdos de colaboraciones reales entre las universidades y los industriales”.

El armamento, negocio central

Es en lo militar que esta «normalización pasiva» es más discreta. Hecho paradójico para un país árabe, Rabat optó por comprar material militar de la industria de armamento israelí. El asunto es tan delicado que ambos países lo consideran un secreto de Estado.

Según IsraelValley, la página oficial de la cámara de comercio Francia-Israel, la empresa pública Israel Military Industries (IMI) concluyó con Lockheed Martin un acuerdo muy jugoso que tenía por objeto el abastecimiento de ciertos equipos y componentes electrónicos para las dos escuadrillas de aviones F-16 compradas por Marruecos en Estados Unidos.

El ejército marroquí ya ha sido equipado con la tecnología de fabricantes israelíes

El contrato es estimado en más de 100 millones de dólares y se refiere al abastecimiento de material de navegación, de transmisión y de depósitos de queroseno que permiten a estos aparatos repostar durante el vuelo. Israel es el quinto exportador de armamentos en el mundo, pero es muy raro que directamente contribuya a contratos de compraventa de armas en un país árabe.

El ejército marroquí ya ha sido equipado con la tecnología y el material de los fabricantes de equipos israelíes, particularmente para los blindados ligeros del ejército de tierra o el material electrónico que equipa el muro del Sahara, la línea de defensa edificada por el ejército marroquí para impedir las incursiones de los separatistas del Frente Polisario. Estas transacciones generalmente pasaban por intermediarios en África del Sur en la época de Hassan II.

El Centro de cooperación internacional Mashav, que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, el a menudo es el medio eficaz para concluir negocios. Las tecnologías de telecomunicación, en pleno auge en el continente, también son un mercado boyante. La sociedad israelí Alvarion, líder mundial del Wimax, hace prospecciones en Marruecos. Sin embargo, esta alta tecnología se despliega también en el mundo secreto de la vigilancia: expertos militares y especialistas en escuchas telefónicas, informáticos, especialistas de las conexiones por satélite pactan y colaboran en secreto.

Otro dominio en el cual los israelíes destacan con éxito: el comercio de minerales y piedras preciosas. El líder mundial del diamante pulido, Israel Diamond Institute, aparentemente es un gran proveedor de las joyerías locales.

Transacciones en alza

«Marruecos realmente comienza a interesar mucho a las empresas israelíes», comenta Avraham Alevi, redactor de un informe sobre los flujos comerciales entre Israel y el mundo árabe. Se registra un aumento del 40% al año de las exportaciones hacia el Reino magrebí. Cuarenta y seis empresas israelíes exportan actualmente a Marruecos un total de 6 a 10 millones de dólares al año, según estadísticas oficiales, consideradas muy por debajo de la realidad: las cifras son censuradas por razones diplomáticas y seguridad pública.

Marruecos es el cuarto importador árabe de Israel, tras Jordania, Egipto y Líbano

Marruecos habría alcanzado un total de importaciones de más de 55 millones de dólares en 2008 y en ciertos sectores superaría así países como Egipto, Túnez o Jordania. En 2006, el reino ya ocupó un elevado lugar en la lista, detrás de Jordania, Egipto y Líbano, entre los destinos árabes de las exportaciones israelíes, constituidos esencialmente por tecnologías de la información, tecnologías agrícolas, productos de equipamiento y textiles.

Marruecos ocupaba entonces la cuarta posición árabe después de algunos países fronterizos con el Estado hebreo. Se trata de Jordania, que ocupa el primer puesto con un volumen global de 58,3 millones de dólares; Egipto, en segundo lugar con 34 millones de dólares y por fin Líbano, tercero con un volumen de intercambios de 19,5 millones de dólares.

El último informe del Instituto israelí de las exportaciones (IEICI) anunció una progresión del comercio entre Israel y Marruecos a un ritmo también constante particularmente en el turismo, las telecomunicaciones, el armamento y la agroindustria. Si bien no dice nada sobre las sociedades israelíes que exportan hacia Marruecos, el IEICI no esconde que la agricultura y las tecnologías de la información están en cabeza (excepto los contratos de armamento, que son catalogados aparte). Es el caso, por ejemplo, de la sociedad Chromagen (energía solar), que dispone de una oficina en Marruecos o también de la sociedad Kafrit, especializada en el plástico para invernaderos agrícolas y que exporta a Marruecos a través de su filial alemana.

Los industriales israelíes se mueven a través de sociedades pantalla que implantaron en Andalucía

Según el presidente de la Asociación israelí de la industria del plástico, Ilan Tessler, citado por la prensa, Marruecos se sitúa a la cabeza de la lista de los países árabes importadores de productos israelíes a base de plástico. Estas importaciones conciernen el material de irrigación, entrando particularmente en la fabricación de sistemas de goteo. Según los importadores, los israelíes son líderes en materia de gestión del agua y su experiencia en la materia está demostrada. Para ampliar sus salidas comerciales, invierten cada vez más en los países del sur del Mediterráneo.

Para esquivar el embargo impuesto por algunos de ellos, particularmente Marruecos, recurren a circuitos complejos. Los industriales israelíes se mueven en efecto a través de sociedades pantalla que esencialmente implantaron en Andalucía (España). El comprador hasta puede obtener, si lo solicita, un certificado de origen sin referencia alguna a Israel.

En cuanto a los empresarios israelíes deseosos de explorar el mercado marroquí, pueden proporcionarse un formulario oficial de visado de negocios especialmente diseñado para ellos, pidiéndolo a las representaciones diplomáticas marroquíes, particularmente en Estados Unidos.