Opinión

Hay equipo; falta el Gobierno

Stelios Kouloglou
Stelios Kouloglou
· 8 minutos

Al final evitamos el fin del mundo y todo salió a pedir de boca, como los mercados lo deseaban: el euro ha subido de forma notable frente al dólar, la Bolsa griega y la internacional van a subir más los días siguientes, mientras que Merkel y los otros acreedores pueden dirigirse tranquilos a la Cumbre de Líderes del G20, ya que su gente en Atenas, a la que ellos apoyaron de todos los modos, ya ha formado un gobierno. Sólo falta un detalle: el gobierno del país.

Las elecciones no han resuelto la crisis; tenemos una sociedad dividida por una barrera generacional

Si observamos bien los resultados de las elecciones del domingo pasado, vamos a entender que las elecciones no han resuelto para nada la crisis griega. En realidad tenemos una sociedad dividida por una barrera generacional: la mayoría de los jóvenes y de la población activa en los centros urbanos votaron por SYRIZA, mientras que los que tienen más de 55 años, los jubilados o los ciudadanos de las zonas agrícolas votaron por Nea Dimokratia.

Si a este cuadro se añade la violencia del resistente tumor cancerígeno del Hrysi Avgi, que ha conseguido mantener su fuerza (6,92%), tenemos el perfil de una sociedad dividida, a punto de explotar.

PASOK, el gran paciente

El nuevo gobierno que acaba de formarse no tiene ni un mes de período de carencia. La primicia de Nea Dimokratia se consiguió gracias a los chantajes continuos hacia el cuerpo electoral y también muchos votantes siguieron el consejo del Financial Times: votaron por Nea Dimokratia pero de mala gana.

Debido a la polarización, el Nea Dimokratia ha añadido once puntos a su porcentaje en comparación con el de mayo (del 18.86 al 29.66%), pero este porcentaje es aun más bajo que aquel histórico de Karamanlis de 2009. En el terreno de la centro-derecha, Samaras, que desea el cargo del primer ministro, se considera como el responsable de los porcentajes electorales más bajos del partido, desde la temporada de la transición política [años 70]. No hay otro ejemplo histórico igual de un nuevo primer ministro al que se le considere inepto incluso antes de la toma de su cargo.

No hay ejemplo de un nuevo primer ministro al que se considere inepto antes de la toma del cargo

Aún peor, el nuevo gobierno necesita el apoyo de un PASOK, que en el cuadro de un sistema político corrupto es el gran paciente. No es tanto por la caída [del porcentaje], que mucha gente la esperaba mayor (el PASOK ha perdido un punto desde mayo pasado, cayendo al 12,28%), sino por la confusión política total: la misma noche de las elecciones, el “partido”, al que se refirió Venizelos en su declaración evitando la palabra PASOK, lanzó dos mensajes distintos en una hora: en principio Venizelos declaró que no iría a participar en un gobierno sin SYRIZA.

Luego se dieron cuenta de que esta posición llevaba al desgobierno (¿y cómo decírselo esto a Merkel y a Hollande?) y además, es que el contacto con las cosas buenas del poder es el único oxígeno que mantiene vivo el actual PASOK entubado. Así empezaron a cambiar de opinión, haciendo declaraciones incomprensibles, como que “el partido” no va a dejar el país sin gobierno etc.

Cuando todo esto pasa con motivo de un resultado electoral, para el que el liderazgo del PASOK tendría que estar preparado, se entiende hasta qué punto puede ser estable un gobierno que se va a basar en un «partido» en descomposición, que además empieza la lucha por el poder dentro del partido.

SYRIZA gana, sí o sí

Incluso antes de la apertura de las urnas, SYRIZA estaba en una situación en la que iba a ganar sí o sí, algo que no aparece a menudo en la política: había ganado, después del gran incremento de su porcentaje, en unas pocas semanas.

Había ganado ya, consiguiendo la primera o la segunda posición en las elecciones, esto no importa. Y por falta de experiencia, SYRIZA no ha evitado errores de táctica durante su campaña electoral, que quizás le costaran la primera posición, pero quizás también esto al final le convenga: dado el porcentaje del DIMAR [otro partido de la Izquierda], sería imposible que SYRIZA formara un gobierno sin la tolerancia del “partido” de Venizelos.

SYRIZA no ha evitado errores que quizás le costarán la primera posición, pero quizás esto le convenga

Incluso si al final se hubiera formado un gobierno así, tendría que haber hecho frente a una guerra inexorable, que habría venido de este mismo país y también del extranjero. Desde amenazas hasta pánicos bancarios artificiales. SYRIZA no estaba preparado para algo así y dentro de pocos meses se habría rendido por el peso de las presiones. El equilibrio de fuerzas estaba en contra de este partido, de forma aplastante.

Con un porcentaje del 26,89% (del 16,78 de mayo pasado), el cargo de la oposición oficial le da plazo para componerse, para formar un serio programa económico y gubernamental, que pueda corresponder a las exigencias de esta temporada difícil (la anterior era mucho peor) y también para elaborar las deliberaciones que los otros partidos de la Izquierda irremediablemente van a empezar.

Comunistas en crisis

Aparte del hecho de que el KKE ha perdido casi la mitad de sus votantes desde el mayo pasado (del 8,48 al 4,5%) tiene que hacer frente también a una derrota de carácter estratégico: por primera vez después de la transición política del 1974 pierde la primacía electoral entre los continuadores de la corriente de la Izquierda renovadora y además con una gran diferencia. No sólo frente al SYRIZA, como pasó en mayo pasado, pero ahora frente al DIMAR también.

Su campaña electoral consistía en realidad en un festival de declaraciones contrapuestas y a menudo surrealistas, que demostraban una gran contradicción: por un lado, el blanco principal de los ataques de [la secretaria general Aleka] Papariga no era Nea Dimokratia, sino SYRIZA para que no ganara las elecciones. Pero así se ha perdido la única oportunidad de recuperación del KKE, es decir, volver a ganar a los votantes que había perdido.

El blanco principal de los ataques del Partido Comunista no era Nea Dimokratia, sino SYRIZA

Imperecedero, desde su posición de la oposición oficial, SYRIZA va a tener un papel muy importante en la crisis interior y en la polémica del liderazgo del KKE, que ya ha empezado.

Recibiendo a los votantes que abandonaron al PASOK, DIMAR consiguió aumentar un poco su porcentaje (del 6,11 de mayo, al 6,25%), a pesar de las pérdidas que tuvo hacia SYRIZA y hacia el Nea Dimokratia. DIMAR está encaminado a convertirse en un partido imperecedero de la centro-izquierda gracias a la distancia que mantiene de SYRIZA, desde el 6 de mayo y va a tener un papel importante en la recomposición del terreno socialdemócrata, después del derrumbe del PASOK. Su participación en un gobierno bajo el liderazgo del Nea Dimokratia amenazaría su cohesión interior o sería equivalente a un suicidio político. (1)

Porque, como resultado de la parálisis preelectoral y de la crisis que ya existía en el país, la situación ha empeorado en las pocas semanas después de la convocatoria de las elecciones. En su declaración triunfal, Samaras quiso asegurar a los acreedores (“vamos a respetar la firma del país”) sin pronunciar ni una sola vez la palabra negociación.

Lo hizo primero el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle: “No vamos a aceptar un cambio de términos, pero podemos hablar de una prórroga. De todas formas, las reformas se tienen que realizar. No es posible que Grecia se convierta en un ejemplo malo para los otros países”. Cuando un ministro alemán incumple las promesas de un gobierno griego, incluso antes de su jura, se entiende que el gobierno del país no puede ser estable por más que unos meses.