Opinión

La lucha sigue

Aïcha Zaïmi Sakhri
Aïcha Zaïmi Sakhri
· 4 minutos

opinion

Los últimos meses del año han estado marcados por los atentados y el terror. Gente inocente está perdiendo la vida en todo el mundo. La sensación de inseguridad reina en todos los países. Nuestro día a día se está viendo amenazado. Los terroristas dicen inspirarse en algunos textos coránicos para justificar lo incalificable. Dicen ser musulmanes, ¡pero son, en primer lugar, criminales sedientos de violencia!

Los musulmanes pacíficos, a menudo laicos sin saberlo, son las primeras víctimas colaterales de los atentados reivindicados por Daesh. Estos musulmanes se encuentran contra la pared, tanto en Occidente, que los ve como terroristas potenciales, como en los países árabes musulmanes, que bajo la presión de los movimientos islamistas no se han atrevido aún a emprender la reforma del islam, tan necesaria sin embargo.

El miedo a no casarnos, el miedo a no tener hijos, el miedo a divorciarnos, el miedo a un marido violento…

Quiero decir que frente a esta violencia, frente a esta sensación de inseguridad generalizada, nosotras, las mujeres, no tenemos ya casi nada que perder. Nuestra educación, nuestra cultura y nuestras tradiciones nos abocan a una vida de innombrables e indescriptibles miedos. En primer lugar, el miedo a los otros y a su mirada, el miedo a no casarnos, el miedo a no tener hijos, el miedo a divorciarnos, el miedo a un marido violento, el miedo a perder nuestro trabajo y, por último, el miedo a circular por el espacio público. Más que nunca, la libertad sigue siendo esencial. Más que nunca, la libertad debe ser nuestro objetivo para liberarnos de nuestros temores y ganar en autonomía.

En este último número de este infernal 2015, hemos querido celebrar la libertad. Todas las mujeres elegidas este año por nuestro jurado para representar el espíritu Illi tienen un recorrido excepcional y sus decisiones y sus vidas hacen que encarnen un modelo de libertad.

Porque ser libre es, antes que nada, poder elegir y asumir nuestras ideas y nuestras opiniones. Ser libre es poder elegir si tener una carrera exitosa o no tenerla. Ser libre también es romper con los tabúes y las obligaciones sociales que pesan sobre nuestras espaldas de mujer. El acto que celebramos desde hace ya tres años, “Illi de las libertades”, tiene como objetivo visibilizar a todas esas mujeres libres y modernas. Una manera de dar ejemplo a las generaciones venideras.

Para mí el velo no es una libertad y las mujeres que lo llevan no son libres. ¿Son libres de quitárselo?

En un contexto nacional marcado por un fuerte retorno a lo religioso, la libertad de las mujeres se ve amenazada más que nunca. Mi generación ha crecido en un mundo que ha vivido el estallido islamista. Una generación que ha descubierto el velo, al principio, con curiosidad, ha intentado entender y luego ha renunciado a él. El velo se ha normalizado. ¡Hoy se habla del burka como si elegir llevarlo fuera una libertad individual!

Voy a decir algo aunque esto pueda molestar, chocar o provocar: para mí el velo no es una libertad y las mujeres que lo llevan no son libres. Son libres únicamente de llevarlo, a veces forzadas de forma violenta por la presión religiosa o social, pero ¿son realmente libres de quitárselo frente a estas mismas presiones?

Y para terminar, al contrario de lo que piensan los partidarios de la opresión de las mujeres, ¡una mujer libre no es una mujer de moral relajada que intenta seducir o que busca que la seduzcan! Es una persona de pleno derecho que define sus elecciones y las asume con responsabilidad. Una persona para la que seducir o ser seducida es una elección voluntaria. ¡Aunque a muchos y muchas no les guste!

Son estas mujeres las que hemos decidido destacar en Illi. Está en vuestras manos, queridas lectoras, elegir a la que pensáis que mejor representa la libertad este año.

Primero publicado en illi | 9 Diciembre 2015 | Traducción: Idaira González

¿Te ha gustado esta columna?

Puedes ayudarnos a seguir trabajando

Donación únicaQuiero ser socia



manos