Crítica

Contra la ‘hasbara’

Ilya U. Topper
Ilya U. Topper
· 7 minutos

Norman Finkelstein
Método y locura. La historia oculta de los ataques de Israel en Gaza Método y locura

Género: Ensayo
Editorial: Akal
Páginas: 144
ISBN: 978-84-4604-211-2
Precio: 15 €
Año: 2015
Idioma original: inglés
Traducción: Sandra Chaparro Martínez
Título original: Method and Madness. The Hidden Story Of Israel’s Assaults On Gaza

‘Hasbara’ es como se llama en hebreo la propaganda israelí diseñada para justificar todas las acciones de Israel en todas las circunstancias, así se trate de crímenes contra la humanidad. Verbigracia: Un comando de la flota israelí asalta a un buque extranjero en alta mar, en aguas internacionales, y ejecuta a disparo limpio a nueve ciudadanos turcos desarmados. Esto es piratería, acompañado de homicidio doloso. No hace falta ser jurista para entenderlo. Basta el sentido común.

Ahora entra en acción la ‘hasbara’, difundiendo versiones oficiales desde Tel Aviv, que serán retomadas, adaptadas y reproducidas por centenares de periodistas, columnistas, profesores de universidad y ciudadanos enganchados a las redes sociales, primordialmente en Estados Unidos, hasta que se consiga anclar en la opinión pública la conclusión de que el crimen verdadero es hallarse en un buque civil en alta mar, mientras que disparar contra personas desarmadas tras saltar de un helicóptero militar es propio de víctimas en heroica defensa propia.

Finkelstein desmonta con precisión quirúrgica los argumentos de las versiones oficiales de Israel

En España, para encontrar la ‘hasbara’, usted debe meterse en redes sociales: no abunda en los diarios del kiosco. No tenemos costumbre. En Francia, Alemania y Estados Unidos, sin embargo, marca el discurso oficial.

Método y locura es un libro escrito como arma arrojadiza contra la ‘hasbara’ precisamente en el caso del Mavi Marmara, aquel buque que en mayo de 2010 se propuso romper el bloqueo marítimo que Israel impone a la Franja de Gaza. Norman Finkelstein desmonta con precisión quirúrgica todos los argumentos que aducen las versiones oficiales de Israel, sin piedad y sin dejar cabos sueltos. Y demuestra que son cáscaras vacías.

No sólo del Mavi Marmara habla el libro: escudriña las guerras de Israel en Gaza desde aquella operación con celo metalúrgico bautizada ‘Plomo Fundido’ en 2008 hasta las de Pilar Defensivo (2012) y Margen Protector (2014), nombres no menos edificantes. Pasando por el informe demoledor del juez sudafricano Richard Goldstone (2009) y su inexplicable retractación pública en 2011.

Finkelstein es la bestia negra de Israel y sus sicarios intelectuales, y son memorables sus polémicas

Es un libro necesario, especialmente en Estados Unidos, donde tiene, además, el mérito de ser un libro valiente que se enfrenta a toda una corriente dominante de opinión y politología dedicada a justificar Israel a todo precio. Y es especialmente valioso viniendo de Norman Finkelstein, hijo de padres judíos que sobrevivieron a los campos nazis. Es decir, un autor al que no se le puede colgar el sambenito de antisemita, que hoy se le cuelga a toda persona que critique la política de ocupación de Israel, es decir a toda persona decente. A Finkelstein, desde luego, le tildan de ‘judío que se odia a sí mismo’, otra etiqueta que hay que llevar ya como una medalla de honor.

Finkelstein es la bestia negra de Israel y sus sicarios intelectuales, y son memorables sus polémicas – en formato de ensayo, libro y entrevista en directo – con las luminarias de este movimiento de extrema derecha norteamericana dedicada en cuerpo y alma a defender no ya el Estado de Israel sino cada uno de los crímenes que comete el Gobierno de turno.

Frente a estos furibundos – y suculentos – intercambios de dardos, Método y locura, no dedicada a algún enemigo favorito sino a informes varios, se lee de forma más seca, más aséptica: cifras, datos, análisis de conceptos jurídicos, referencias (30 páginas del libro son fuentes bibliográficas, en la correcta tradición académica que blinda las obras de este profesor de politología contra las acusaciones de falsedad), todo en pos de un objetivo: certificar cuál es la realidad frente a la mentira.

Una crítica que se puede hacer al libro es que parte de los ensayos reunidos llegan algo tarde ¿quién debate aún hoy apasionadamente sobre Plomo Fundido, siete años después? ¿quién no ha visto el polvo posarse sobre el informe Goldstone? Pero el método y las reflexiones – las últimas de 2014, de ayer, como quien dice – siguen siendo válidos. También es válida la reiterada sugerencia de Finkelstein de que los movimientos palestinos deberían abandonar totalmente las armas, no porque no tengan derecho a defenderse mediante la lucha armada – tienen ese derecho, según la legislación internacional, sostiene – sino porque no alcanzarán sus objetivos mediante las armas.

Una resistencia civil pacífica, sin un solo disparo ni explosivo alguno, a lo Gandhi, sería mucho más eficaz, explica Finkelstein: por supuesto, conociendo Israel, cabe esperar que haya muertos. Muchos muertos. Pero probablemente no más que los que caen ahora de todas formas, año tras año, bajo las bombas en Gaza con la excusa de ser daños colaterales en una guerra contra “terroristas”. Y visto lo visto, si hay que morir igual, al menos no hay que darle a Israel argumentos para su ‘hasbara’.

Los bombardeos a Gaza no son errores sino una táctica de Israel para evitar, a todas costa, la paz

Eso concluye Finkelstein, pero no es Método y locura un libro dedicado a desarrollar esta visión: apenas la roza el autor en algunos párrafos finales tras cada ensayo dedicado a destripar la propaganda israelí. En este sentido, para el lector español, el libro es un aporte bienvenido para discutir en cualquier foro y mantenerse en el bando de la cordura, pero no necesariamente le abrirá visiones esencialmente nuevas.

O tal vez sí: se filtra a través de los análisis precisos de Finkelstein una conciencia aún poco difundida hoy, aún necesaria de repetirse, de verse con claridad: que todo ello, los bombardeos a Gaza, el bloqueo, los pretextos para hacer la guerra una y otra vez, no son un cúmulo de errores o bandazos sino que corresponden a una táctica firme del Gobierno israelí desde hace muchos años: el de evitar, a toda costa, la paz.

Eso sí, el subtítulo “La historia oculta de los ataques de Israel en Gaza” no se le antojará demasiado justificada al lector español: aquí no se revelan secretos ni hay fuentes más allá de lo que es público y notorio y puede buscarse en las hemerotecas, si bien allí estará oculta, sí, para muchos lectores norteamericanos, aplastada bajo toneladas de publirreportajes de la ‘hasbara’.

Un último apunte a la versión española: si bien la traducción es en su mayor parte muy correcta, peca del hábito, muy habitual ya incluso en parte de la prensa, de traducir el inglés “killed” con “asesinado”, lo cual es una mala traducción, porque sólo metafóricamente hablando, un civil que fallece en un bombardeo aéreo muere asesinado (incluso si ese bombardeo es un crimen de guerra. Que, concordarán con Finkelstein, lo es).

¿Te ha gustado esta reseña?

Puedes ayudarnos a seguir trabajando

Donación únicaQuiero ser socia



manos