Artes

Pedro Sierra

Llanto de la guitarra

M'Sur
M'Sur
· 3 minutos

Vaivén hispalense

Pasar por la calle Pureza, en el corazón de Triana, es recordar la famosa fotografía de Antonio Mairena tomada por Colita. La imagen imponente del genio bajo el rótulo, seis letras en azulejo, y su intrínseca ironía: que el flamenco deleite a su vez por su grado de depuración y autenticidad –sea lo que quieran decir tales términos–, y al mismo tiempo resulte la música mestiza por excelencia, una secular amalgama de sonidos cuya cristalización en algún momento del siglo XIX acaba dando pie a un controvertido canon…

Imposible pasar por esa arteria trianera sin recordar a don Antonio y a la fotógrafa catalana, y también a Marifé, cantando en blanco y negro aquella marcha titulada, precisamente, ¡La de la calle Pureza! A partir de ahora, también, al pasar de largo junto a la iglesia de Santa Ana tal vez nos venga a los labios la melodía de lo último de Pedro Sierra, esa Calle Pureza por soleá que parece concentrar en sus notas los aromas y luces de esa primavera sevillana que está al caer. El corte que presentamos como adelanto forma parte del recién alumbrado álbum Llanto de la guitarra.

Sexta entrega de su discografía, título de resonancias lorquianas. Un músico en plena madurez rodeado de colegas talentosos: Vicente Amigo y Tomatito, nada menos, la exuberancia en los vientos del joven Diego Villegas, la voz de La Tobala, compañera infalible. Búsqueda personal, un homenaje al maestro Paco de Lucía, amplitud de saberes y solvencia técnica, más búsquedas, goces y tormentos esparcidos sobre el mapa del alma, la pletórica madurez de un músico que, habiendo nacido en Hospitalet, ha hecho de la capital hispalense su casa y del flamenco su templo sagrado, en el que ha oficiado para el cante, el baile y la guitarra de concierto con las mismas compostura y sensibilidad.

Es posible que salgamos de esa calle Pureza contagiados por el soniquete de Sibarita, otra de las piezas del disco, inspirada en la melodía de la bambera. Y puede también que entonces nuestros pasos nos lleven hacia la Alameda de Hércules, cruzando el Río Grande de los andalusíes, tal vez siguiendo en las paredes encaladas la sombra de Pastora Pavón. Pero así es la música, la buena música: un paseo incesante por los tiempos y los espacios. Déjese guiar por la guitarra de Pedro Sierra. Después de tantos años, no le quepa duda, es de los que saben de dónde viene y adónde va.

[Alejandro Luque]

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Calle Pureza

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Sibarita

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© Pedro Sierra. Cedido por Surnames Comunicación.