Opinión

SOS. Se busca librería de guardia

Saverio Lodato
Saverio Lodato
· 3 minutos

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Palermo |  Marzo  2020

Qué bella era la “La librería del viaggiatore” en calle Del Pellegrino en Roma; acogedora y muy bien provista de cartas y mapas, tomos de lejanos países exóticos y de pequeños municipios italianos, diccionarios de antiguos descubrimientos y pequeñas enciclopedias de exploradores, colecciones de fotografías de cada país, de cada continente, junglas y desiertos, metrópolis y océanos, catedrales y mezquitas, pagodas y cordilleras.

Para muchos era una parada obligatoria antes de salir de viaje. Primero iban al numero 165. Y los jóvenes propietarios eran muy amables y competentes.

La gente iba a abastecerse de libros sabiendo que iba a salir de viaje, al igual que vamos a la farmacia acaparando medicamentos que podrían ser útiles cuando estamos lejos de casa.

“La librería del viaggiatore” cerró sus puertas el 31 de diciembre 2019, a causa de los excesivos gastos de alquiler y unas cuentas que no cuadraban. A ver, lo habitual.

Se hizo un pequeño y melancólico evento por llamar la atención de las instituciones cívicas. Pero al final no se logró nada. Y no hubo ninguna salvación. Qué curioso.

Justo unas pocas semanas después, cerraron incluso las fronteras. El mundo se ha encogido hasta el umbral de nuestras casas. Los grandes aviones dormitan en los hangares. Se han suprimido los trenes nocturnos. Ya no vamos a ningún lado.

Guías y mapas parecen ahora los textos preciosos de una civilización desaparecida

En la pagina web “Viajar seguro” del Ministerio de Asuntos Exteriores reina el silencio y así dice: “No se permiten los viajes al extranjero ni a Italia por turismo”. Quien sabe cuándo podremos volver a visitar, viajar y explorar el mundo, si es que podremos.

Es de una lógica despiadada: una librería especializada en libros de viajes desaparece, de un día para otro, unos días antes de que el Ministerio de Asuntos Exteriores establezca una página web dedicada a viajar en seguridad.

Ahora las guías y los mapas, para quien logró conseguirlas, parecen los textos preciosos de una civilización desaparecida: la del Viaje, la de la reserva “hazlo tú mismo”, la de la mochila o de la maleta, la de cuando te subías al avión y no te tomaban la temperatura, la de cuanto más pasajeros abarrotados más generosas ganancias, para las compañías aéreas, claro.

De todos modos, tenemos que viajar. ¿Y cómo?

Tal vez solo con la mente, tal vez solo con la imaginación, como aquel día en el que Borges aprendió de Macedonio Fernández. Él le contaba que estando siempre sentado a la mesa de trabajo y centrándose, por ejemplo, en los perfiles de las patas de la mesa, hora tras hora, podía incluso imaginar las entrañas de la tierra.

Viajar, en fin, necesse est.

Así que, aquí está una propuesta muy modesta para nuestros gobernantes: En cada barrio de cada ciudad de Italia debería haber una librería de guardia que quedará abierta, al igual que las farmacias, en tiempo de paz.

No debería ser difícil.

Es poco probable que el virus se pueda propagar aún peor y aún más de lo que ocurre ahora. Leer, por viajar al menos con la fantasía: esto también es cosa de primera necesidad.
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© Saverio Lodato | Publicado en Antimafiaduemila | 23 Marzo 2020 | Traducción del italiano: Valeria Guerriero

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