Segregación


La segregación de mujeres y hombres en los espacios públicos viene dada desde antiguo por los diferentes roles sociales y campos de trabajo asignados a ambos sexos.

Las tres religiones monoteistas —judaismo, cristianismo e islam— imponen esta segración durante las ceremonias religiosas. Los seguidores de estas religiones también la fomentan en las instituciones educativas y promueven colegios separados por sexos.

Además, las ramas más estrictas del islamismo moderno y del judaismo integrista han promovido en las últimas décadas una progresiva segregación en otros ámbitos públicos, una tendencia que no se observa en las sociedades cristianas. El único país que insiste en una separación estricta es Arabia Saudí, que veta a las mujeres el acceso a numerosísimos espacios públicos. En Irán, algunos eventos deportivos se limitan a un público masculino o femenino, pero las universidades son mixtas.

En Israel, todas las instituciones públicas son mixtas, pero algunos municipios han delimitado playas exclusivamente destinadas a mujeres u hombres. Esta medida, desconocida en la mayor parte de los países islámicos, ha sido imitada desde 2004 en algunos clubes privados de Egipto y en 2008 incluso en Italia.

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