Opinión

Llegó el verano, ¡sonríe!

Aïcha Zaïmi Sakhri
Aïcha Zaïmi Sakhri
· 3 minutos

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Para la mayoría de nosotras, verano y vacaciones van de la mano. Lo que significa hacer un parón temporal en nuestras actividades. Viajar, para aquellos que disponen de medios. Romper con un día a día cada vez más estresante. Descansar, sobre todo para cargar pilas, pero también desconectar, de verdad. Pero las vacaciones también permiten ver las mismas cosas con otros ojos. Son un buen momento para la introspección y la toma de nuevas decisiones. Entre las más comunes, por no decir importantes, destacan:

Comenzar a hacer deporte, modificar los hábitos alimentarios, aprender a vivir cada segundo… De vuelta a la rutina, y para mantenernos en esa línea, podemos convertir estos cambios en hábitos de nuestra vida cotidiana.

Cómprate vestidos bonitos y lúcelos. Broncéate como es debido, ¡y en bikini, por favor!

Reflexionar sobre nuestro trabajo: ¿Qué es lo que me gusta –o no– de mi trabajo? ¿Qué me gustaría que cambiara? ¿Cómo enriquecerlo? Y si la situación no puede cambiar, ¿debo buscarme otro?

Volver a definir las prioridades: “Lo que es urgente no suele ser importante, y lo que es importante no suele ser urgente”. Inspírate en esta máxima y vuelve a darle prioridad a lo importante: el equilibrio entre tu vida profesional y tu vida privada; es decir, tu pareja, tus hijos, tu salud y, sobre todo, tú misma.

En nuestras manos está que estas resoluciones se conviertan en decisiones a la vuelta. Mientras tanto:

Cómprate vestidos bonitos y lúcelos sobre tus piernas bronceadas.

Broncéate como es debido, ¡y en bikini, por favor! Sí, te sobran algunos kilos, como a muchas de nosotras, y verlos solo podrá animarte a volver a hacer ejercicio.

Disfruta a tu antojo del sol y de la playa, como tu pareja, que se pasa el día tirado sin camiseta. Sí, las playas también nos pertenecen. Al igual que nuestro cuerpo.

Las vacaciones son preciadas: intenta vivirlas con total libertad. Con ganas de vivir. Pese a quien le pese

Déjate tentar por todos los excesos, prueba todo aquello que no te permites durante el resto del año o, al contrario, disfruta de este periodo para liberar tu cuerpo de todas las toxinas y, por lo tanto, de los kilos almacenados.

Apréndete la coreografía de Jennifer Lopez y la letra de Happy. Baila y canta, ¡es una manera de hacer ejercicio! Y también es gratis.

Haz todo lo que nunca puedes hacer por falta de tiempo, o no hagas nada. Sí, no hacer nada es una actividad en sí misma.

Lee libros buenos en una tumbona, bajo una sombrilla. Por fin rozarás esa volátil sensación de felicidad. Olvídate del teléfono, de las redes sociales, de los selfies…

Vive plenamente cada instante.

Las vacaciones son preciadas y siempre son demasiado cortas, intenta vivirlas como te apetezca, como lo sientas. Con total libertad. Con ganas de vivir. Pese a quien le pese.

Primero publicado en illi | 2 Junio 2015 | Traducción: Idaira González León

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