Sociología novelada
Ilya U. Topper
Buket Uzuner
Gentes de Estambul
Género: Novela
Editorial: edebé
Páginas: 424
ISBN: 978-84-2369-786-1
Precio: 20 €
Año: 2007 (2010 en España)
Idioma original: turco
Título original: Istanbullular
Traductor: Marta Sedó Fernández
Si esto fuera un filme de Miguel Albaladejo, todo funcionaría. El destino de 15 personajes que se cruzan y descruzan por el aeropuerto de Estambul cuando sobreviene un fallo informático no es mala materia, si uno consigue trenzar el argumento.
El material, a primera vista, promete: la profesora de genética de buena familia turca ‘clásica’, el escultor salido de un pueblo del sur, la amiga armenia, el camarero gay del Mar Negro, el viejo catedrático griego, el hombre de negocios machista, su secretaria-amante trepa, el vendedor sefardí, la limpiadora de Anatolia, la criada kurda, la islamista moderna, incluso una diseñadora levantina…
Lo han adivinado: Gentes de Estambul quiere trazar una radiografía de las diferentes capas que componen la sociedad turca. Y hace exactamente esto: la autora acomete la narración con una evidente voluntad de pedagogía sociológica. En las primeras páginas, mediante diálogos extensos cuyo fin principal es revelar información sobre los personajes, su extracción y encaje en la sociedad y sus idearios políticos, con lo que cada uno se va perfilando como representante de una visión diferente de Turquía, su historia y su futuro.
Pronto, los diálogos ―porque sería insostenible dotarlos de un mínimo realismo― darán paso a ensoñaciones y vivos monólogos interiores, siempre con el mismo fin: describir la sociedad turca.
El libro quiere trazar una radiografía de las capas que componen la sociedad turca
Y ahí se queda la cosa. Los personajes no tienen otro fin que el de ilustrar un tratado, son siluetas de cartón, no tienen vida propia, entendiéndose como ‘vida propia’ ese rasgo de carácter que nos sorprende en las novelas y nos arrastra porque es original, porque es inesperado, porque no encaja con las trilladas existencias cotidianas, porque se sale del guión. Algo que Belgin y Ayhan y Tijen y Yanni y Baturcan y Erol y Jak y toda la peña no pueden permitirse, porque existen para mostrar cómo es Turquía, no para vivir un destino humano distinto al de sus congéneres.
Otras novelas usan una sociedad, un país, una época como escenario, Gentes de Estambul quiere simplemente describir el escenario. Quizás no sea mala intención ―Europa tiene mucha necesidad de conocer Turquía― pero tras las primeras 70 páginas, a más tardar, el lector ya sabe que en las demás 350 no le esperará otra cosa.
No sólo Europa tiene necesidad sino, probablemente, también la propia Turquía: el libro se vende en todas partes. El nombre de Buket Uzuner tira lo suyo. Dicen que la mencionan como “la nueva Orhan Pamuk”, en una velada alusión a premios internacionales. Este libro podría dar lugar a la sospecha de que, efectivamente, Uzuner merezca el apelativo: Pamuk es famoso en Turquía por leerse mucho más en el extranjero que en su propio país, y Gentes de Estambul tiene todas las cartas para gozar del mismo destino.
Los relatos de Buket Uzuner han puesto un espejo a los lectores turcos, al describir la vida sexual de las jóvenes
Pero no se me confundan: Buket Uzuner se ha labrado su fama desde hace más de treinta años, escribiendo para un público turco que le ha seguido encantado. Sus relatos han puesto un espejo a adolescentes y no tan adolescentes: su facilidad para describir la vida sexual de las chicas, para romper tabúes del idioma y del pensamiento, para hablar de ligues, orgasmos, compresas y rupturas (sean pasionales o del himen), ha influido en más de una generación. Ignoro ―al no dominar el turco― si un crítico lo llamaría alta literatura, pero está claro que ha sabido expresar, sacudir, seducir. Y siempre con un mensaje rebelde, feminista, liberador.
Quién sabe si un libro de relatos de los noventa de Uzuner, hablando de adolescentes, narrando el caos propio de la vida, nos enseñaría más de Turquía que este esforzado rompecabezas sociológico. Queda por desear que alguien lo traduzca.
Nada fácil: faltan no ya buenos traductores del turco sino que faltan traductores. Llanamente. Tanto que Gentes de Estambul fue traducido a partir de la versión inglesa de la novela. Lamento añadirlo, pero se nota, y mucho. Hasta el punto de tener palabras inglesas en la novela (esos Inc. de las empresas…). Queda mucho camino por recorrer para que en España podamos escoger qué literatura turca nos gusta.