Salih Muslim
«El futuro de los kurdos de Siria afectará al de todo Oriente Medio»
Karlos Zurutuza
Tiene 61 años, gasta un espeso bigote y combina la camisa a cuadros obrera con el habla de un profesor universitario. Salih Muslim (Kobani, Alepo, 1951) es la cara más conocida de los más de dos millones de kurdos que habitan Siria.
Tras estudiar Química en Estambul, Muslim ha trabajado como ingeniero en Arabia Saudí antes de regresar a Siria en 1990. En 2010 se convirtió en presidente del Partido Unión y Democracia (PYD en las siglas kurdas, de Partiya Yekîtiya Demokrat). El mismo año tuvo que exiliarse al Kurdistán iraquí, de donde regresó al año, tras desatarse la rebelión en Siria.
Como cabeza del PYD, Salih Muslim coordina una de las dos grandes fuerzas que representan a los kurdos de Siria, y con diferencia la mejor organizada. Son los milicianos del PYD quienes han erigido puestos de control, identificados con los colores de su bandera – rojo, amarillo, verde – en numerosos pueblos del norte sirio, donde el régimen de Bashar Asad ya parecer haber perdido el control, aunque no ha habido apenas enfrentamientos entre la policía y las milicias kurdas.
«Hemos conseguido protegernos y mantener nuestras áreas al margen de la violencia»
Muchos milicianos kurdos aseguran no haber disparado un solo tiro desde el inicio de las revueltas en Siria en marzo de 2011. Resulta difícil de creer dado el creciente nivel de violencia en el resto del país.
Lo crea usted o no, la nuestra es, probablemente, la única región del país donde se sigue respetando la voluntad de los sirios al margen de injerencias extranjeras. Los kurdos de Siria apostamos por una revolución pacífica que trajera paz y democracia a todo el país. Desgraciadamente, fue el régimen de Damasco el que arrastró a las protestas hacia un conflicto armado dada su fortaleza militar, muy superior a la de los revolucionarios. A pesar de algunos incidentes aislados en localidades como Kobani y Afrin, por el momento hemos conseguido protegernos y mantener nuestras áreas al margen de la violencia. Estamos con la revolución sin ningún tipo de ambages, pero para conseguir la Siria que nosotros queremos, y no la que agentes extranjeros quieren implantar.
«No ha habido acuerdo de ninguna clase con Asad; nunca apoyó a los kurdos»
Numerosos rumores apuntan a que su partido podría haber negociado una tregua con el gobierno de Bashar Asad. ¿Es esto cierto?
No ha habido acuerdo de ninguna clase con Bashar Asad. Dígamelo usted mismo: ¿quién desea combatir en Siria?¿Turquía? No tenemos relaciones con Turquía. ¿Arabia Saudí? ¿Qatar? ¿La OTAN?
No tenemos ninguna relación con ellos ya que nunca han reconocido siquiera nuestra existencia; ninguno de ellos ha apoyado jamás a los kurdos de Siria.
¿De dónde, pues, la ausencia de enfrentamientos?
Damasco es plenamente consciente de que sólo reivindicamos nuestros derechos constitucionales, es por ello que no tiene miedo de nosotros. Sabíamos que Asad no caería en tan sólo dos meses, así que organizamos a nuestro pueblo en comités de defensa civil hace mucho tiempo, desde el inicio de las revueltas. Le diré que ya contábamos con algunos puestos de control hace ya año y el gobierno simplemente no podía hacer nada al respecto. Recientemente, el 19 de julio, se han producido enfrentamientos entre el ejército sirio libre y las tropas de Al Assad, muy cerca de Kobani, un área crítica de la que conseguimos expulsar a los servicios secretos de Damasco. Sin embargo, en zonas como en Qamishli, Asad tiene sus propios puntos de control, pero ni los gestiona ni se realizan patrullas por la ciudad.
«Tenemos que evitar una confrontación árabo-kurda por todos los medios»
Los actuales niveles de violencia sectaria hacen que Siria empiece a parecerse peligrosamente al Iraq de después de 2006. ¿Está de acuerdo?
El riesgo de ser arrastrado a un conflicto sectario es indudablemente muy alto. En realidad, la situación está inexorablemente girando hacia ese camino, pero, como ya he dicho, eso no es algo que los sirios hayamos elegido. Sabemos que tenemos que luchar por nuestros derechos, y no dejar que nadie “secuestre” nuestra revolución, como ya ha sucedido en otros países árabes. Sin ir más lejos, Alepo está abarrotado de grupos armados, muchos de ellos extranjeros. ¿Qué están haciendo allí? Nosotros jamás permitiríamos que Al Qaeda, o cualquier otro grupo de esa naturaleza, operase en nuestra región.
Sin embargo, varias fuentes apuntan que las aldeas árabes del noreste sirio han sido armados por Damasco. ¿Es eso cierto?
Somos conscientes de que el gobierno les ha entregado las armas pero no vamos a luchar contra ellos, siempre y cuando no nos ataquen. Tenemos que evitar una confrontación árabo-kurda por todos los medios. Deseamos vivir como vecinos por lo que estamos siendo muy cuidadosos y evitar todo enfrentamiento entre nosotros.
Pero incluso en la propia población kurda de Siria hay fisuras. En la última década, una docena de partidos kurdos ha intentado articular las exigencias políticas de la región; aunque la mayoría son de escasa implantación. Este año, como respuesta a la rebelión siria, todos menos el PYD se federaron en el Consejo Nacional Kurdo, constituyendo así un bloque enfrentado al partido de Salih Muslim. Sólo la mediación, en julio pasado, de Masud Barzani, presidente del Kurdistán iraquí, forzó una incómoda alianza entre los dos bloques, por la que ambos se reparten la Administración civil de los territorios fuera del control de Asad, aunque únicamente el PYD se erige en fuerza armada.
Ha habido numerosas denuncias en torno a supuestos abusos cometidos por patrullas de combatientes kurdos o en puestos de control, ¿no es así?
En primer lugar deseo dejar muy claro que el PYD es sólo una organización política. Dicho esto, somos conscientes de que se han cometido muchos errores, principalmente porque este escenario es completamente inédito para nosotros. Hemos sufrido casi cinco décadas de brutal represión a manos de del partido Baath. Evidentemente, carecemos de la experiencia necesaria para hacer funcionar las cosas desde el principio. Por otra parte, no es menos cierto que no todo el mundo está de acuerdo con el PYD por lo que algunos se esforzarán al máximo para darnos la mala prensa a la primera oportunidad.
«El PYD es un partido político sirio sin relación orgánica con el PKK»
Hoy existen más 15 partidos políticos kurdos en Siria. ¿Está su gente tan dividida como sugiere esta cifra?
Junto con el PYD, todos están bajo el paraguas del Consejo Nacional Kurdo. La mayoría de nosotros coincidimos en los puntos esenciales, los que giran en torno a la consecución de nuestros derechos democráticos. Por otra parte, contamos con el apoyo moral del resto de los kurdos en Turquía, Iraq, Irán y la diáspora. Todos tratan de ayudarnos porque son conscientes de que aquí se juega mucho más que el futuro de los kurdos de Sira. Estoy convencido de que si conseguimos finalmente nuestros derechos democráticos, será un gran paso para todos los kurdos. El futuro de los kurdos de Siria afectará al de todo Oriente Medio.
Además de los árabes suníes hay también un número muy significativo de cristianos en la zona bajo su control. Algunos de ellos han mostrado su desacuerdo con el recientemente implantado control kurdo en la región.
Por lo que yo sé, las relaciones entre kurdos y cristianos siguen siendo satisfactorias para todos. Sin ir más lejos, me reuní con los armenios hace escasos días y nos pidieron protección. Ya les habíamos dicho que tenían que protegerse, y que si no podían, lo haríamos nosotros. Incluso los árabes empiezan a acercarse a los recientemente inaugurados centros de mediación en localidades como Derik, donde piden ayuda para resolver sus problemas. Hemos vivido juntos durante siglos y así deseamos seguir de cara al futuro.
Aunque mantiene un nombre y una bandera distinta, gran parte de la opinión pública kurda considera que el PYD es poco más que “la marca siria” del PKK, la guerrilla kurda que combate contra Turquía y tiene sus cuarteles en el norte de Iraq.Hay incluso quien asegura que Salih Muslim es poco más que un portavoz del partido, responsable de representar la formación frente al exterior, pero que todas las decisiones se toman en los montes Qandil, donde el PKK mantiene su puesto de comandancia.
Turquía ha mostrado su preocupación ante la práctica hegemonía del PYD en la región, al que acusa de ser una “franquicia” del PKK en Siria.
Turquía está tratando de convencer al resto del mundo de que somos terroristas simplemente porque tienen miedo de consigamos finalmente nuestros derechos. Pero somos un partido político sirio, sin relaciones orgánica alguna con el PKK. Ni siquiera tenemos fuerzas armadas. Esos comités son únicamente para la protección civil y sus integrantes trajeron sus armas de sus casas, algo muy habitual en Siria. Quiero recordar que hemos sido uno de los movimientos que establecieron en integraron la oposición Siria desde el principio, por lo que Turquía no debería interferir en asuntos que conciernen únicamente a los sirios.
«Turquía no debería interferir en asuntos que conciernen a los sirios»
Muchos kurdos de siria apuestan por un futuro estado federal que habría de contar con una región autónoma kurda similar a la de la vecina Iraq. ¿Son ustedes partidarios de dicha opción?
Nuestras reivindicaciones son mucho más humildes. Únicamente exigimos nuestros derechos democráticos, lo cual no quiere decir que deseemos romper Siria en pedazos. Pedimos resolver nuestros problemas en Damasco; apostamos por organizaciones civiles donde nuestra gente se sienta representada. No se trata del modelo autonómico clásico, lo llamamos «democracia radical», un sistema que no sólo acepta la diferencia y la disidencia sino que se nutre de ellas, y en el que el pueblo puede tomar sus propias decisiones y ejecutarlas inmediatamente.
¿Y cuál es su propuesta para poner fin a la escalada del conflicto en Siria?
Lo resumiría en algo tan lógico como dejar a los propios sirios que decidan su futuro. El de Asad es un régimen sanguinario pero, aún hoy, estoy convencido de que los sirios todavía seríamos capaces de encontrar una salida entre todos sin la constante injerencia de las fuerzas extranjeras. Desgraciadamente, el gobierno recibe apoyo y armas desde Irán y Rusia, mientras que el Ejército Libre de Siria está siendo apoyado por Arabia Saudí, Qatar, Turquía…
¿La mediación no funciona?
El plan de Kofi Annan podría haber funcionado, pero ni el régimen ni los actores extranjeros querían que se desarrollase. Incluso China y Rusia estaban dispuestas a pedir al régimen un alto el fuego en el plan propuesto en Ginebra el pasado mes de junio… Hoy nadie sabe si Siria será finalmente dividida o no. En cualquier caso, debemos estar preparados para protegernos en cualquier escenario posible, sea bajo el régimen actual, bajo el de la oposición árabe suní… incluso ante un eventual caso de una operación militar turca en nuestra área.