Entrevista

Tariq Hashemi

«La prioridad no es el ISIL sino la amenaza de Irán»

Lluís Miquel Hurtado
Lluís Miquel Hurtado
· 13 minutos
Tariq Hashemi (Estambul, Junio 2014) | © Lluís Miquel Hurtado
Tariq Hashemi (Estambul, Junio 2014) | © Lluís Miquel Hurtado

Estambul | Junio 2014

Si Tariq Hashemi fuese un volcán, habría entrado en erupción durante la entrevista. El antiguo vicepresidente de Iraq, condenado a muerte en su país y exiliado en Turquía, es tajante a la hora de arremeter contra su archienemigo, el primer ministro Nuri Maliki.

Intenso en sus respuestas, Hashemi apenas escucha las preguntas y mantiene una actitud  desafiante, con un profuso empleo de la palabra “vosotros”, transmitiendo la sensación de que el periodista al que tiene enfrente es un representante de los gobiernos occidentales.

Tariq Hashemi (Bagdad, 1942), de formación militar y economista, fue una de las figuras relevantes del bloque suní después de que la invasión estadounidense de Iraq impusiera un sistema político basado en cuotas religiosas. Como líder del Partido Islámico Iraquí obtuvo en 2006 el cargo de vicepresidente y se convirtió en adversario del chií Nuri Maliki, que el mismo año ascendió a primer ministro.

«¿Queréis arrancar la amenaza de los extremistas? Arrancad las razones. Con un gobierno justo vais a acabar con el extremismo»

En diciembre de 2011, Hashemi fue acusado de haber orquestado atentados contra sus enemigos políticos, pero antes de poder ser detenido se refugió en Erbil y, tras un paso por Qatar y Arabia Saudí, en Turquía, donde reside desde entonces. Ankara ha descartado hacer caso a la orden de detención emitida en mayo de 2012 por Interpol, y Hashemi fue juzgado en ausencia en Bagdad y condenado a muerte.

La entrevista, en inglés, discurre en un barrio periférico de Estambul, no lejos del aeropuerto y a tiro de piedra del barrio chií de Halkali, en una oficina diáfana donde las medidas de seguridad, si existen, no se hacen notar.

¿Teme el califato del Estado Islámico de Iraq y Levante (ISIL)?

De ningún modo. El peligro está ahí, pero no es la primera vez. El ISIL ha estado en Bagdad, Diyala, Kirkuk… ¡en todas partes! Al Qaeda también: mantiene sus células dormidas que pueden actuar en el momento en que se necesite. ¿Queréis arrancar de raíz la amenaza de los extremistas? Intentad arrancar de raíz las razones. ¿Por qué la gente está enfadada e insatisfecha? Estableciendo un gobierno justo, vais a acabar con el extremismo. Puedo prometéroslo.

¿Por qué la gente está enfadada con el primer ministro Maliki? 

Lo que ha ocurrido este mes es una continuación de la revolución árabe suní que empezó hace dos años en seis provincias contra la agenda sectaria de Nuri Maliki e Irán, que humilla y margina a los árabes suníes de Iraq. Es, francamente, una revolución. La llamamos “revolución suní”, no “revolución del ISIL”. El ISIL participa porque es parte de la comunidad árabe suní, pero no representa todo el espectro de la revolución.

Pero ahora tiene más dinero y armas que nunca.

«Yo soy el líder de los políticos suníes, y Maliki fue a por mí. Mis seguidores fueron empujados al extremismo»

La situación es peor que antes. Pero a mí no me culpéis. Yo no los alenté. Yo soy una víctima. Mis manos arden ahora, no las vuestras. Os deberíais culpar a vosotros mismos. Vosotros abandonasteis a los iraquíes sin acabar vuestra labor. Yo soy el líder de los políticos suníes, y Maliki fue a por mí. ¿Reaccionaron América y la Unión Europea? ¿Qué pasó con mis seguidores? Fueron empujados al extremismo: “Si pueden ir a por Tariq Hashemi, nadie puede sentirse seguro. Ni siquiera él puede protegernos. La moderación no es útil”. Entonces vas y buscas candidatos extremistas.

¿No le parece contraproducente que el ISIL monopolice el levantamiento suní?

Nosotros intentamos limpiar nuestras provincias del ISIL, parte de Al Qaeda, en 2008. ¿A quién debemos culpar de su surgimiento? Al gobierno de Nuri Maliki por sus injusticias, que llevaron a muchos hombres de mi comunidad a volverse extremistas, al perder toda esperanza en la democracia. Ahora es cuestión de existir o no existir. Este es el punto de ruptura al que hemos llegado. Esa gente podría ahora estrechar la mano al diablo con tal de sobrevivir. Nosotros, los suníes moderados, estamos en medio. A un lado, los extremistas suníes; al otro, los extremistas chiíes. La comunidad internacional sólo está pendiente de los extremistas suníes.

¿Qué factor juega la financiación del ISIL por parte de donantes particulares de países como Qatar, Kuwait o Arabia Saudí?

Yo no tengo indicios de ello, y estoy en medio de este proceso político desde 2004. Desde hace meses intento alentar a comerciantes y a bancos a que subsidien proyectos humanitarios para desplazados en zonas como la provincia de Anbar. Pero nadie…nadie… ¿cómo van a financiar, pues, al ISIL? ¡No puedo entenderlo! Se dice, pero no tengo pruebas. Este proyecto de extender el extremismo en la región es materia de los servicios de inteligencia. ¿Quién está detrás? Pongo un interrogante. Porque están provocando el caos.

¿Quién se está beneficiando de esta situación?

Nosotros somos los que estamos pagando el precio.

¿Y qué sugiere para resolver el problema?

¿Enviar más misiles Tomahawk y matar a inocentes suníes con la excusa de atacar al ISIL? ¿Y tener que leer luego esos informes que dicen que el 45% de los cohetes erran su objetivo y matan a gente inocente…? Lo que necesitamos es sabiduría, esfuerzos políticos pacíficos por parte de la comunidad internacional.

Ahora, tras las elecciones parlamentarias de abril pasado, Washington presiona para incluir a suníes en el futuro gobierno iraquí.

Estados Unidos se ha despertado demasiado tarde. Ahora estamos ya en un punto de ruptura que no se resuelve con un proceso político así. Nuri Maliki secuestró la transición política y la colocó en un camino diferente para establecer un régimen religioso tiránico y autoritario. ¿Resolverlo ahora con una coyuntura política? ¿Con este baño de sangre? ¿Con la revolución controlando partes del país? Así no hay manera. Es imposible que Estados Unidos o a cualquier otro país desactive la bomba y una a todas las facciones sin un nuevo enfoque.

¿Cuál, en concreto?

«Nuri Maliki secuestró la transición política para establecer un régimen religioso tiránico y autoritario»

Primero, decirle a Nuri Maliki, sencillamente: “Márchate”. Segundo, rescatar el gobierno con tecnócratas, no con políticos. Naciones Unidas, bajo mandato de su Consejo de Seguridad, debe convocar a los representantes de todas las facciones, incluidos los nuevos poderes que han surgido en Mosul, Kirkuk, Diyala y Bagdad. No hablo del ISIL.

También tiene poder allí.

Sí, pero se les excluirá. No podemos hablar con ellos. No son parte de nuestra agenda. Todo extremista que no crea en la democracia y en un Estado ciudadano [en oposición a un Estado teocrático] queda excluido de nuestros planes. Hablo del otro espectro de la revolución. De aquellos grupos armados que combatieron a América en el pasado, partidos, exoficiales del ejército, líderes religiosos, jefes tribales, ciudadanos independientes…hay un amplio espectro moderado.

¿Incluido el Partido Baath?

Sí, incluido el Baath. Todos deberán formar parte de una gran mesa para tratar cuatro cuestiones: revisar el momento político, llegar a un acuerdo sobre qué modelo de país satisface a todos, dar con una fórmula para compartir el poder y la riqueza y hacer las reformas pertinentes a la Constitución.

Pero ¿qué hacer con el ISIL cuando tiene el poder en Mosul?

La mayor amenaza es el gobierno de Maliki. Nuestras prioridades no se corresponden con vuestras prioridades. ¿Queréis que los suníes ataquemos y eliminamos al ISIL mientras estamos en la mirilla de Maliki y su ejército? El gobierno ya ha empezado e incluso la aviación de Bashar Asad le está apoyando. No. Ya tenemos bastante presión externa. ¿Queréis también que montemos otra guerra interna? La podemos posponer. Ahora la prioridad es acabar con la amenaza de Nuri Maliki e Irán.

¿Qué daño infligía Maliki a los suníes de Iraq?

«Desde que Maliki llegó a primer ministro en 2006, se desarrolla una limpieza étnica sistemática contra la comunidad suní»

Desde que Nuri Maliki llegó a primer ministro en 2006, se desarrolla una limpieza étnica sistemática contra la comunidad suní. Nuestras mezquitas han sido confiscadas, nuestras mujeres han sido violadas, nuestros jóvenes han sido señalados, todos los líderes de los sahwa [grupos mercenarios suníes que combaten el yihadismo] han sido asesinados por el gobierno de Maliki. Estamos viviendo una situación inhumana. Pero la comunidad internacional se ha mantenido ciega frente a la tragedia.

¿No había forma de resistir en el ruedo político?

¿Qué nos pedían entre 2003 y 2005? “Participad en el proceso político y seréis tratados en igualdad con chiíes y kurdos”. Yo lideré ese acercamiento político pacífico. Ahora, después de defender la tolerancia y la convivencia, me acusan de terrorismo y me empujan al exilio.  Yo no soy terrorista. Yo combatí el terrorismo toda mi vida. Yo no soy extremista. Soy moderado. Creo en la coexistencia. Mi gente se alza para establecer un verdadero Estado civil basado sólo en la identidad iraquí, no en principios religiosos ni étnicos.

¿Qué falla en la actual Constitución?

La misión de Nuri Maliki en 2006 era desarrollar la Constitución en los primeros meses. No lo hizo. Toma por ejemplo el tema de la repartición [de los dividiendos] de los hidrocarburos con el Gobierno Regional Kurdo. Cada parte entiende la resolución constitucional de una forma distinta. Sobre esa cuestión ya se debería haber legislado, pero no se ha hecho. Luego hay dos leyes que se están usando contra nosotros: la ley de responsabilidad en la justicia, para expulsar a gente del gobierno, y si te escapas de esa, la ley antiterrorista. El 99% de los presos bajo esta ley son árabes suníes.

¿Qué cambios sugiere?

El problema no es de la Constitución, sino su manejo sistemático por parte del gobierno para establer un régimen autoritario religioso. Maliki está haciendo todo lo posible para virar hacia un modelo de gobierno al estilo del de Irán.  Ahí está la fatua proclamada el otro día por el ayatolá Alí Sistani movilizando a todos los chiíes para combatir a los suníes. ¿Un ayatolá encargado de las movilizaciones? ¿Un ayatolá dirigiendo el destino del país, o el del presidente, o el del primer Ministro, o el del portavoz del Parlamento? No tenemos de hecho un Estado civil, sino un partido autoritario y religioso secuestrado por su secretario general, que es el señor Nuri Maliki.

¿Secuestrado?

Maliki secuestro la fe de mi país mediante la concentración de poder. Es el encargado de la seguridad, es ministro de Defensa, ministro del Interior, ministro de Seguridad Interna y jefe de los servicios secretos. Los principales contratos los debe firmar él, así que está al cargo del dinero del gobierno. Él y su grupo cobran las comisiones…¡es un escándalo de corrupción! Somos el país número uno en los informes de Transparencia Internacional, algo que nunca pasó antes.

Si la gente vota en términos sectarios, puesto que los chiíes son mayoría, siempre ganarán políticos chiíes. ¿Cómo se puede resolver esta cuestión?

«De partirse Iraq en pedazos entre suníes, chiíes y kurdos, ninguno de ellos sobreviviría»

Maliki ha intentado convertir la división política en una lucha sectaria. Se dirige a la gente pobre chií y les dice: “Si no me votas, los suníes ganarán y vendrán a quitarte lo que tienes”. Intenta infundirles miedo en el futuro, con la ayuda de Irán, país que obtiene grandes beneficios estratégicos al dividir Iraq en chiíes, suníes, kurdos, turcomanos… Es el verdadero ideólogo de la coalición que lidera Maliki.

¿Que dice de la propuesta de partir el país en tres trozos, para suníes, chiíes y kurdos?

De partirse en pedazos, ninguno de ellos sobreviviría. Y esto provocaría otro caos adicional al de Siria. Si mi país se divide no habrá esperanza para la estabilidad en toda la región. Esa no es la receta para el diamante iraquí. Hay otras soluciones para mantener unido un país en el que todas las facciones gocen de igualdad de derechos y de responsabilidades. Yo soy capaz de ser primer ministro. ¿Por qué no se me permite desempeñar ese cargo y se estipula que sólo lo puede asumir un chií? ¡La Constitución no dice nada al respecto! ¿Por qué yo sólo puedo ser vicepresidente? ¿Por qué el portavoz del Parlamento debe ser un suní? ¿Por qué esta segregación?

Este reparto por cuotas no lo inventó Maliki.

Desafortunadamente, desde el primer día, el gobierno de transición de los norteamericanos dividió el país en componentes sectarios. No estableció las bases para construir un Estado civil. Se ha cometido un gran error, y ahora estamos pagando las consecuencias. ¿Cómo mitigar la tensión y unir a todos los iraquíes como fue en el pasado? En el pasado no preguntábamos a nuestros vecinos si eran chiíes, suníes, cristianos… Todos estaban satisfechos de ser iraquíes.

¿Habrá manera de volver a esa situación?

«Es muy difícil imponer un modelo que excluya a alguien considerándole un infiel. Mi gente ha sido educada en la coexistencia»

No hay esperanza para el modelo extremista en mi país. Mi gente ha crecido y ha sido educada en aceptar al otro, en la coexistencia. Yo he sido educado así. Es muy difícil imponer un modelo que puede excluir a alguien considerándole un infiel. No tenemos esa cultura. Y lo que ocurre ahora en Mosul u otras provincias son incidentes temporales que pueden superados en el futuro.

Estados Unidos insinúa que ya no quiere empantanarse en Oriente Medio.

Geográficamente estamos conectados a Europa, no a Estados Unidos. Lo que pase en Oriente Medio os va a afectar a vosotros. Deberíais vigilar por vuestros intereses e intentar involucraros. Empezando por informar a la opinión pública, especialmente en España. Vuestro país envió tropas. Transmite este mensaje de mi parte: Por un buen futuro para este país tan rico, para lograr mejores oportunidades económicas, atended a lo que está pasando en Iraq.

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