La ultraderecha tenaz
Helena Vázquez
“Tenemos la extrema derecha más estúpida de Europa”. Es la conclusión de Aris Chatzistefanou, un reconocido periodista griego. Se refiere a Amanecer Dorado, actualmente cuarta fuerza del Parlamento de Grecia, si bien lleva tiempo siendo la tercera en votos. Irrumpió en el hemiciclo en mayo de 2012, saltando de un 0,3 al 7 por ciento de las papeletas, al tiempo que se descalabraban el partido conservador Nueva Democracia y el socialdemócrata PASOK, las dos grandes formaciones que se alternaban en el Gobierno durante décadas. Del 83 %de los votos que sumaban, pasaron a quedarse en un 32%. Y Amanecer Dorado empezó a sonar como fuerza posible para un futuro Gobierno.
Amanecer vota a favor de privatizaciones o recortes en derechos laborales, acordadas con UE.
Las predicciones alarmistas no se cumplieron: el partido de la ultraderecha ha sabido mantener ese porcentaje del 7 %, durante tres comicios y otros tantos memorándums europeos, que han pasado factura a los partidos tradicionales. Pero tampoco ha avanzado. Tal vez por una política algo difusa respecto a la Unión Europea. Asegura tener soluciones y se posiciona en contra de los memorándums firmados con la UE, mientras que su gran rival en el centro-derecha, Nueva Democracia, solo puede proyectarse como un partido capaz de manejar las negociaciones con Bruselas de una forma más eficaz que Syriza. Pero en realidad, los diputados de Amanecer votan, con la boca cerrada, a favor de las medidas asociadas a los acuerdos europeos, como privatizaciones o recortes en derechos de los trabajadores. Y su programa no habla de salir de la Unión Europea, ni de la eurozona.
Si Amanecer Dorado apostara por la casilla de salida de la Unión Europea, una demanda asociada en Grecia a la izquierda anticapitalista, bien podría convertirse en primera o segunda fuerza, teme Aris Chatzistefanou, autor del documental Fasismos AE (‘Fascismo S.A.’, o Fascism Inc., en su título internacional). Porque salta a la vista que los griegos buscan respuestas urgentes a la cuestión de la deuda y a las relaciones problemáticas con uno de sus acreedores: sus vecinos europeos.
Solo el 34% de los griegos cree bueno seguir en la UE, un 32 % se opone
Así lo demuestra un estudio del Standard Eurobarometer, el sondeo semestral de la Comisión Europea. Mientras que la media europea que respalda la pertenencia en la comunidad es del 57%, tan solo el 34% de los griegos creen que mantenerse a la Unión Europea es algo bueno, frente a un 32% que opina lo contrario, una cifra que triplica la media del continente.
La palabra fascismo no es figurada. El logotipo de Amanecer Dorado, nacionalista y xenófobo, se asemeja a una esvástica, y no es una coincidencia. En las primeras etapas del partido, sus militantes abrazaban abiertamente el nacionalsocialismo, pero ya hace más de una década que el partido se esfuerza en no dejar rastro de sus referencias al nazismo.
El nuevo ‘juicio de Nuremberg’
El freno a Amanecer Dorado podría venir de otro lado: de la Justicia. Porque el partido tiene las manos manchadas de sangre. Lleva dos años inmerso en un juicio por la muerte de Pavlos Fyssas, un cantante de rap antifascista apuñalado por un neonazi en septiembre de 2013. El incidente sulfuró a la sociedad griega de tal manera que las calles de Grecia se encendieron en otoño del 2013. Los manifestantes exigían que el Estado interviniera de una vez; hasta entonces había sido ligeramente permisivo con los matones que salían a la caza de homosexuales, militantes de izquierdas e inmigrantes.
A raíz del impacto social y político de la muerte de Fyssas, la Fiscalía abrió una exhaustiva investigación con la intención de enjuiciar al partido político que inicialmente se había distanciado del asesinato. Pero según confirmaban las pruebas, que se presentarían más tarde a juicio, había dado órdenes de acabar con la vida de este rapero y activista de 34 años.
A Fyssas le había precedido más de un centenar de víctimas de lesiones, tentativas de homicidios y ataques mortales. “Este juicio llegó tarde”, sentencia uno de los abogados de la acusación ante una rueda de prensa organizada tras el segundo aniversario del inicio del macrojuicio. Abierto en abril de 2015, abarca a 69 personas vinculadas a Amanecer Dorado. El letrado recuerda no está ganada aún la batalla para declarar el partido, mediante sentencia judicial, organización criminal. Los juristas se quejan de las trabas legales para acabar con el partido y meter entre rejas a sus dirigentes.
Un ejemplo de la indulgencia con los imputados que denuncian los abogados es el tratamiento de unas polémicas declaraciones públicas del líder de la formación, Nikolaos Michaloliakos. Con notoriedad, asumió la responsabilidad del asesinato de Pavlos Fyssas en nombre de su partido. Un año y medio después de pronunciar estas palabras en una radio local, el líder aún no ha sido citado a testificar y mantiene su escaño en el Parlamento griego, como el resto de dirigentes imputados.
El desenlace del pleito, que se describe como «el mayor juicio al fascismo desde Nuremberg», sigue siendo imprevisible, afirma Andreas Tselis, uno de los abogados de la acusación. Sus predicciones señalan que el proceso legal podría culminar en 2018. Si sus estimaciones se cumplen, el veredicto podría preceder a las siguientes elecciones griegas, fijadas para 2019. Y es posible que la sentencia conlleve la ilegalización del partido.
Competidores
De momento, ninguna otra fuerza ha conseguido hacerse con el espacio que viene ocupando Amanecer Dorado. Pero existen varios pequeños partidos que están esperando el momento de su fracaso – o su ilegalización – para relevarlo, de acuerdo con Dimitris Psarras, uno de los periodistas griegos que más ha seguido el rastro de esta formación y autor del ensayo El libro negro de Amanecer Dorado.
En 2016 se fundó LEPEN, un partido escindido de Amanecer, que busca un «espacio patriótico»
Psarras se refiere especialmente a LEPEN (Unidad Popular Griega Patriótica), un grupúsculo liderada por Christos Rigas. Tras abandonar su militancia en Amanecer Dorado en 2015, fundó este nuevo partido cuyo programa no se distingue del de su antigua formación. En mayo de 2016, sus integrantes declaraban públicamente que su objetivo no era sólo ocupar el espacio de Nueva Democracia, sino “crear un espacio patriótico más amplio, que combine todas las tendencias y permita unir a los griegos”.
Giorgos Karatzaferis, presidente durante 16 años del partido de extrema derecha LAOS, ya desaparecido, y Takis Baltakos, vicepresidente del club de fútbol ateniense Panathitaikos y mano derecha del antiguo primer ministro griego Antonio Samarás, crearon el año pasado un segundo rival: Unidad Nacional. Lo fundaron, según explicaron, para llamar la atención del votante «tradicional» de Nueva Democracia, quizás descontento con el actual liderazgo de Kyriakos Mitsotakis, que representa el ala neoliberal del partido.
Hay una característica que lo distingue de LEPEN, Amanecer Dorado o Nueva Democracia: se define como euroescéptico. Este elemento distintivo podría no ser tan determinante para su ascenso. De acuerdo con Psaras, ninguna de estos dos partidos “representan una amenaza porque son grupos pequeños que no tienen base ni fuerza suficiente para dar el salto y estar en primera línea”.
El 40-50 % de los policías de Atenas votan a favor de Amanecer Dorado
Lo que preocupa a muchos griegos son tanto las papeletas de Amanecer Dorado como sus ramificaciones en las esferas de los poderes fácticos. “Los vínculos con el aparato del Estado son claras”, asegura Chatzistefanou. En un reportaje de investigación para el periódico británico The Guardian, ya reveló las conexiones entre el partido y los cuerpos policiales. Se puede averiguar consultando los resultados electorales: el 40-50% de los votos del cuerpo policial de Atenas en les elecciones generales de septiembre de 2015 fue para Amanecer Dorado.
“La situación me recuerda a la Alemania de 1923”, confiesa Chatzistefanou. Una Alemania lúgubre, sumergida en una profunda crisis económica, y con un movimiento obrero que se estaba engrosando en ella, precisa. En aquel momento, Hitler se estaba preparando para acabar con los comunistas cuando llegara el momento. Llegó once años después. Con este crudo paralelismo, Aris quiere explicar que las élites económicas esconden a Amanecer Dorado en la recámara. “Es como si les dijeran: ‘No toméis demasiado poder, os utilizaremos en última instancia’”.
A su parecer, este no es su momento porque Syriza puede contener el descontento de los griegos que en su día había estallado en la plaza Syntagma. Con el juicio los grupos de asalto que salían armados a la calle se han hecho menos presentes. Sin embargo, el cineasta avisa que no se puede bajar la guardia: “El fascismo solo se utiliza en tiempos difíciles, cuando es difícil controlar lo que está pasando en las calles”.
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