David Grossman

Contra la soledad

Quienes conozcan bien la trayectoria de David Grossman (Jerusalén, 1954) no se sorprenderán de que su último título sea un libro ilustrado para niños. De hecho, el escritor, uno de los más prestigiosos de las letras israelíes de nuestro tiempo, comenzó su carrera cultivando el género infantil y juvenil, aunque hasta ahora solo se había traducido al español Duelo (דו קרב, 1982).

La nueva propuesta de Grossman que lanza ahora Sexto Piso, El abrazo (חיבוק, 2010), viene acompañada por el rubro “para lectores de todas las edades” y por el trabajo gráfico de la también israelí Michal Rovner para lectores de todas las edades. “Cuenta la historia de un niño que pregunta a su madre sobre la soledad”, adelanta la editorial, “cuestionándose por qué no hay otro ser humano como él en todo el mundo y por qué eso lo hace estar tan solo. A partir de analogías naturales delicadamente ilustradas, la madre le explica que todos los seres vivos comparten una doble propiedad: la de ser únicos en el mundo y al mismo tiempo estar acompañados por otros similares, nunca iguales, a sí mismos. Al final, las inquietudes del niño se resuelven con uno de los gestos humanos primordiales, donde se encuentran la soledad de ser únicos y la necesidad de ser queridos y acompañados por alguien más: un abrazo”.

No hace falta haber leído toda la obra de Grossman para saber que en él los mensajes universales siempre parten de un drama localizado muy específicamente, el desgarro que divide a israelíes y palestinos y su conflictiva vecindad. El autor de Tú serás mi cuchillo y Escribir en la oscuridad, a través de un relato aparentemente sencillo, exalta el valor de los gestos y de la comunicación epidérmica no solo para la formación del individuo, sino también para resolver los problemas identitarios y de convivencia de los pueblos.

[Alejandro Luque]