Desgobernar Torre Pacheco
Mimunt Hamido Yahia

Estambul | Jul 2025
¿Quién más se apunta? Eso se estarán preguntando muchas familias en Torre Pacheco, ese pueblo del que algunos teníamos noticia por la calidad de sus melones y que estos días se ha convertido en el centro de atención de la España mediática.
Un pueblo de inmigrantes, sí, porque hasta su nombre, Pacheco, nos lleva hasta Portugal. Antes hubiéramos considerado inmigrantes a los portugueses o genoveses que fundaron junto con navarros y gallegos este municipio, pero ahora no, porque ahora estamos en plena era de globalización, sí, esa globalización que incluye a italianos, finlandeses o ucranianos, pero no a los más cercanos vecinos del norte, del norte de África, claro. A esos solo se les utiliza para recoger melones o las exquisitas alcachofas, o bien para fabricar químicos agrícolas en Syngenta Group, empresa que ChemChina compró no hace mucho por el módico precio de 43.000 millones de dólares.
Hay que saber por qué alguien quiere emigrar a un pueblo sin salida al mar y enclavado en una llanura, por mucho que esa llanura se encuentre en el Levante español. Porque, a ver, si uno quiere pegarse la vida padre, delinquir y vivir de ayudas públicas, hay que ser muy torpe para no hacerlo en lugares más turísticos o cosmopolitas.
Las redes están infectadas de cuentas que se dedican a enumerar fechorías que cometen inmigrantes
Los inmigrantes van porque hay trabajo, esa es la razón principal, la única que hay para vivir en un pueblo de 37.000 habitantes con un clima de justicia, pero eso sí, con una tierra muy fértil.
¿Y qué es lo que ha pasado realmente? Pues que un hombre, o joven, no se sabe la edad, ha apalizado a un señor mayor, dejándolo hecho un cristo. Sí, una paliza. ¿Importa el motivo? Por supuesto que no, solo a los psicólogos o sociólogos puede interesarles el motivo para después hacer estudios sobre el comportamiento humano. No hay motivo que justifique esa violencia. Como tampoco hay justificación alguna para que grupos de hombres violentos se hayan desplazado hasta el pueblo al grito de “moros fuera”, intentando dar caza al musulmán, da igual si es quien ha dado la terrible paliza a ese señor o no: todos son culpables, culpables por ser moros.
Hace ya meses que se viene gestando todo esto, las redes están infectadas de cuentas que se dedican única y exclusivamente a enumerar cada día, sea o no verdad, las innumerables fechorías y delitos que cometen o bien inmigrantes, o bien inmigrantes ilegales o bien menores no tutelados.
¿Es cierto que hay un problema? No: ¡hay dos problemas!
El primero son las relaciones con los países vecinos. El Gobierno, y no solo este, también los anteriores, nunca han sabido negociar con los países vecinos del norte de África. En el caso de Marruecos es más sangrante porque hay dos ciudades españolas fronterizas con este país. Las fronteras las cierra Marruecos cada vez que quiere conseguir algo, ahogando así a estas dos ciudades que dependen completamente de la península y de la Unión Europea para sobrevivir. ¿Qué hace España? ¿Toma represalias? ¿Contesta de alguna forma? No. Mandan a una delegación a Rabat, se hacen la foto con el ministro de turno tomando un té y se dan la mano para una foto con el indistinto pie de que “ las relaciones entre España y Marruecos, nuestro vecino de norte, son inmejorables”.
Que la inmigración es un bien necesario, y su regularización es necesaria, lo deberíamos todos tenerlo claro
Y sí, las relaciones económicas continúan, Marruecos puede exportar sus tomates, naranjas y el pescado que expolia en aguas saharauis, además de vaciar las calles de Nador o Beni Melal de niños, adolescentes a los que se les dice que más allá de Alhucemas existe “El Dorado», un paraíso dónde dejarán de ser menos que animales y podrán tener un futuro parecido al de Lamine Yamal.
España consiente, y consiente entre otras cosas porque el futuro de esas dos ciudades españolas ya no está solo en sus manos; tenemos que recordar que la Unión Europea también tiene mucho que decir al respecto… y no sabemos que estará diciendo, no sabemos por qué España no reacciona. Algo se sabrá en Marruecos que nosotros, simples ciudadanos, no sabemos, ni nos van a contar.
Que la inmigración es un bien necesario deberíamos todos tenerlo bien claro, como deberíamos tener bien claro que su regularización es totalmente necesaria; necesaria y con unos baremos justos e igualitarios porque los españoles somos muy dados a emocionarnos cuanto cantamos “Mediterraneo” de Joan Manuel Serrat, pero en un segundo se nos olvida que esos vecinos del norte también son parte de nosotros, de esa cultura mediterránea… y de repente veo a gente discutiendo sobre si un peruano tiene más derecho que un magrebí a emigrar a España.
La religión, claro, “sus costumbres”, claro… la incompatibilidad del islam con la democracia, claro…
Nos contarían cómo funcionan las mafias y cuál es el número real de inmigrantes que Europa necesita
En esos sesudos debates televisivos, donde alrededor de una mesa sientan a famosos varios, periodistas de Twitter o influencers de moda, no veo nunca a los expertos, a esos periodistas que llevan años trabajando sobre el terreno, que saben el cómo y el por qué, y que ahora son más necesarios que nunca. Ellos nos contarían por ejemplo cómo funcionan las mafias que traen a los inmigrantes desde las costas asiáticas o africanas, cómo de enorme es ese negocio que se lucra con las ilusiones y miserias de personas como tu y yo. Nos contarían cuál es el número real de inmigrantes que Europa necesita para seguir funcionando. Nos contarían cuál es la diferencia entre refugiados e inmigrantes, nos contarían por qué los Gobiernos europeos han dejado, cuando no alentado y aplaudido, que el extremismo religioso islamista campe a sus anchas por Europa, perjudicando gravemente no ya a los europeos, sino a esos inmigrantes que ven como sus hijos o nietos se radicalizan cada día más.
En todos los sesudos análisis no he visto ninguno en el que se pregunten dónde están hoy esas asociaciones que el Gobierno tiene como interlocutoras validas. ¿Se ha pronunciado acaso la Comisión islámica? ¿Ha dado algún comunicado la Junta Islámica?
No digo que estas asociaciones tengan que justificarse por el salvaje comportamiento de una persona, sea de la religión que sea. Lo que sí me parece nefasto es que estas asociaciones, que tienen poder en el Gobierno y voz en los medios, pongan el grito en el cielo y a Allah por testigo cuando se habla, por ejemplo, de prohibir el hiyab en las escuelas y digan que están defendiendo los valores y las creencias de “su comunidad”… y callen cuando a esa misma “comunidad” se les ataca por los delitos que uno o más miembros de eso que ellos llaman “ nuestra comunidad” cometen. Porque tienen responsabilidad, y mucha. Dicen representar a la “comunidad inmigrante musulmana”, pero ningún musulmán en España los ha votado, muchos ni saben que existen. ¿Se ocupan de los problemas sociales y económicos que tiene “su comunidad”? No, se ocupan única y exclusivamente de que lo que ellos llaman “nuestra comunidad” siga a rajatabla los preceptos religiosos y patriarcales que ellos consideren. Y para eso no les importa sacar el dinero de debajo de las piedras; casi siempre son piedras levantadas en Emiratos o Arabia Saudí, ni siquiera son piedras marroquíes.
Si juntas a 50 adolescentes en un lugar, se van a a animar unos a otros a cometer gamberradas y luego delitos
¿Qué hace mientras tanto el gobierno? Firma acuerdos con comunidades autónomas a cambio de prebendas para quitarse de en medio el marrón de cientos de menores no tutelados, importándoles muy poco esos menores y los vecinos a los que puede afectar tener que convivir con adolescentes que jamás han tenido una vida normal, reglada, ni cariño ni sustento, ni educación ni disciplina. Es más, los deja en manos de empresas privadas que gestionan esas casas de acogida o centros de menores. Empresas que contratan personal no cualificado sin la debida formación en muchos casos y que se ven desbordados porque ni entienden ni saben como afrontar toda la problemática que padecen esos adolescentes.
De las menores no acompañadas ni hablamos: ellas desaparecen convenientemente, casi ni existen, a veces aparecen después de algunos años en prostíbulos o en alguna redada de la policía contra la trata.
La delincuencia está servida, no hay que ser muy espabilado para entender que si juntas a cincuenta adolescentes en un mismo lugar, se van a formar grupos y se van a a animar y retar unos a otros primero a cometer gamberradas y después a cometer delitos, a esa edad y en sus circunstancias, pasar por la cárcel o un centro de menores también es una buena aventura, mejor que estar en la calle o en un centro donde en el mejor de los casos no te entienden y en el peor, te maltratan.
Mientras el Gobierno desgobierna, grupúsculos de desocupados ahítos de anabolizantes se crecen, se animan unos a otros vía telegram y se convencen de que la salvación de la patria pasa por apalizar a unos cuantos moros, da igual si son trabajadores o delincuentes: son moros y esa es la consigna desde hace bastante tiempo.
“Vienen a violar a nuestras mujeres”: creen, al igual que los islamistas, que las mujeres les pertenecemos
“Vienen aquí a tapar a nuestras mujeres”: Cuando la realidad es que es aquí dónde los convencen desde esas mezquitas que el Gobierno autoriza, que tapar a sus mujeres es lo correcto.
“Vienen a violar a nuestras mujeres”. Lo de “nuestras” es muy recurrente, al igual que los islamistas estos descerebrados creen que las mujeres les pertenecemos, ¿pero los vemos “cazando” violadores alguna vez? No, los vemos hablando de denuncias falsas y justificando manadas, eso si, españolas, porque es que la chica consentía o iba provocando, o a pesar de tener 13 años ya tenia tetas de 20. También los vemos llamando Charos a las feministas y explicándonos cuan triste es nuestra vida dedicada a beber vino y cuidar gatitos.
Pero… ¿quién dijo que las mujeres estamos por encima del estas miserias? Bueno, algunas así lo creen, o creían, hasta que hemos visto que muchas se han apuntado al mismo carro y de repente se han olvidado de que llevan años denunciando día si y otro también violaciones perpetradas por nacionales, para enfocarse solamente en las que son perpetradas por inmigrantes, porque a ver, señoras, si me tiene que violar alguien, ¡que sea marca España!
Estamos en la era del sentir, no en la era del ser, y se nos está poniendo muy complicado abordar los problemas que padecemos.
No hay voluntad política; están todos muy ocupados procurando que su culo no se despegue de su cómodo sillón, y si para eso hay que dejar que unos cuantos matones la líen parda en un pequeño pueblo de gente trabajadora, porque así en las próximas elecciones tendrán algo que rascar, pues los dejamos y punto, Con no mandar más policías y dejar unos cuantos días que se maten entre ellos ya tenemos el argumento salvado: “Cuidado que viene la derecha”.
Sería fácil reglar la inmigración con contratos en países de origen, pero es más productivo contratar ilegalmente
Otros quieren ocupar esos sillones y si para eso tienen que azuzar a unos cuantos perrillos contra los inmigrantes, lo harán. Creen que así tendrán una oportunidad en las próximas elecciones.
Mientras, los problemas derivados de la inmigración, esa mal entendida multiculturalidad y ese mal entendido “respeto” por las religiones, deshace la urdimbre de ese hilo tejido con paciencia y dolor desde hace años por la clase obrera, que es la que acaba sufriendo la dejadez de funciones de unos y la ambición de otros.
Seria fácil, si hubiese voluntad, llegar a acuerdos justos con los países vecinos, yo te doy. tu me das, pero… hay intereses que no conocemos.
Seria fácil, si hubiese voluntad, distribuir a esos adolescentes por la España vacía, así se repoblaría y se revitalizarían muchos pueblos que están siendo abandonados, pero parece que es mejor meter a unos cientos en un edificio, dejarlos en manos de empresas privadas y ya se apañarán.
Sería fácil, si hubiese voluntad, reglar la inmigración con contratos en países de origen. Vigilando que esos trabajadores tuviesen las condiciones salariales, habitacionales y sociales justas, pero es más productivo contratar ilegalmente, así se ahorran darle sus derechos, pueden hacinarlos en chabolas sin agua o luz, violar a las obreras y nadie se atreverá a protestar.
Sería fácil decretar o legislar en un país que presume de ser igualitario que las mujeres no tengan que claudicar ante mandatos misóginos y sexistas, lo mande la religión o Perico el de los palotes. Pero es mejor hacerse fotos en la mezquita con el imam misógino de turno que les promete que su “comunidad” los va a votar en las próximas elecciones, o aupar en tu partido a una mujer con hiyab para mostrar los guay e inclusivo que eres.
Sería fácil, si hubiese voluntad, la integración real de los hijos de esos inmigrantes, si no estuviesen recordándoles a cada momento que no son lo bastante españoles. Pero es mejor mantenerlos alejados, en guetos, todos juntitos para que se cuezan poco a poco en su rencor por no ser aceptados ni en el país de origen de sus padres ni el que han nacido.
No, no es tan complicado. Se requiere esfuerzo, diplomacia, voluntad, justo lo que pedimos a esos políticos que votamos cada cuatro años.
Desgraciadamente no existe la voluntad de acabar con este caos. Incluso se considera peligroso tenerla porque si existiese esa voluntad ¿a quien le echaríamos la culpa?
·
© Mimunt Hamido | Julio 2025 | Especial para MSur