Antoni Marí
«La lengua catalana necesita transformarse: está cien años atrasada»
Alejandro Luque
Sevilla | Febrero 2014
En los círculos poéticos españoles es el gran deseado, como director de la codiciada colección Textos sagrados, de Tusquets. Pero aunque su rostro no es tan conocido como su cargo, y menos su voz, Antoni Marí (Ibiza, 1944) tiene su propia trayectoria al margen del sector editorial. Poeta él mismo, con títulos como Ombra i llum: variacions sobre un tema romàntic (en colaboración con Francesc Parcerisas), El preludi o Un viatge d’hivern, que obtuvo el premio Nacional de la Crítica, ha destacado también como antólogo de poesía alemana del Romanticismo y como ensayista en La vida de los sentidos o Matemática tiniebla.
Coincidiendo con una visita suya a Sevilla, respondió con calma y buen humor a cuestiones tan diferentes como la insularidad ibicenca, la fractura catalana, los problemas de la lengua y hasta sobre el tópico de la fría Alemania frente al Mediterráneo vividor. Y dejó claro que no cambiaría por nada del mundo su Barcelona por Berlín.
Dígame, ¿existe el ibicenco como subespecie balear? ¿Qué lo define?
Del ibicenco concretamente no lo sé, pero sí hay algo en ser isleño. Es casi un carácter ontológico, porque tienes conciencia de vivir aislado, tienes un mar alrededor que es la frontera más inexpugnable, más estricta que la montaña y el desierto. El mar nadie lo atraviesa sin ayuda. Esto da desde el primer momento conciencia de identidad solitaria, de saber que eres de un lugar de acceso imposible.
«Entre Ibiza, Menorca y Mallorca, el mar es tan frontera con el continente como con la isla de al lado»
¿Hay traducción de eso en la literatura?
Es interesante encontrar a gente que se siente sola, alejada, sin haber nacido en una isla, y a la vez isleños que tienen un gran ascendente continental. Hay, por ejemplo, un caso como Ramón Llull, que da la medida de lo que quiero decir. Es un sujeto impensable, que tiene en sí mismo una ciencia y un conocimiento que le da el territorio. ¿Hay un elemento común en los poetas de las islas? Pienso no solo los baleares: los canarios, sin duda, llegan a tener un mundo perfecto, cerrado en sí mismo, que no tienen nada que ver con el resto. Y Luis Cernuda es clarísimamente un isleño, no tiene nada que ver con el continente, y en cambio está muy vinculado a una isla que es Inglaterra, una civilización que va a lo suyo, muy autónoma… En definitiva, no hay un rasgo diferenciable del habitante de la isla, porque pienso que una de las condiciones humanas es el aislamiento y la soledad.
Lo balear, ¿hasta qué punto forma parte de la cultura catalana?
Las islas, respecto a Cataluña y Valencia, lo que tienen en común es la lengua. En 1325, cuando Jaime I conquista las islas, impone la religión católica y la lengua catalana. Por lo demás, no tienen nada que ver. Lo que hace esa conquista es romper una tradición árabe fundamental, es uno de los acontecimientos más fracturadores. Naturalmente, desde el punto de vista administrativo, no hay ninguna relación. Tampoco creas que hay mucho vínculo de Ibiza con Menorca, o con Mallorca. El mar es tan frontera con el continente como con la isla de al lado.
«Ibiza recoge el viaje de los fenicios que salen de Sidón y Tiro y atraviesan el Mediterráneo»
¿Lo árabe fue erradicado completamente?
Ha desaparecido todo, los árabes que se quedaron fueron esclavos. Hay rastro porque la cultura árabe está en el sustrato, estuvieron desde el 700 al 1300 y pico y esa presencia se ha seguido manifestando de las maneras más inverosímiles. Por ejemplo, el tratamiento del agua. La civilización ibicenca es muy rudimentaria, y el agua mantiene vivo desde un escarabajo o el pino más alto hasta el último sujeto, de modo que es el lujo, el respeto. Ibiza recoge el viaje de los fenicios que salen de Sidón y Tiro y atraviesan el Mediterráneo, y van recogiendo toda la cultura de ambas orillas, no solo europea, también africana. Algo tan importante como saber tratar el cultivo en las pequeñas colinas, estos marjals, esa capacidad para aprovechar cualquier cuadrado de tierra sacado de los bosques, es absolutamente árabe.
¿Algo más?
Sí, luego está la vida nómada. En Ibiza parece muy difícil ser nómada, pero prácticamente el 60 por ciento de la población vive aislada. Esto en la Península Ibérica no pasa en ningún sitio, los campesinos viven en el terreno que cultivan, de tal modo que no hay pueblos, hay aglomeraciones de supermercados. La gente vive en su propio territorio, en el sitio originario donde cultiva el terreno. Podríamos sacar muchos otros ejemplos para ver que lo árabe tiene allí una importancia fundamental.
Las pulsiones independentistas de Cataluña, ¿calan en Baleares de algún modo?
No, lo catalán se percibe como lo valenciano o lo andaluz. Es algo que está allí y que se atiende. La lengua nos solidariza. Lo que sí ha ido apareciendo es documentos en internet donde se manifiesta la deuda que tiene el gobierno español con las islas baleares. Son las que pagan más impuestos, y reciben menos beneficios. Pero no tiene nada que ver con Cataluña, de la misma manera que Cataluña tampoco atendió nunca como colonia a las islas. Y tampoco tenía potestad administrativa para hacerlo. No hay, para entendernos, un frente común. Naturalmente, en muchos sitios hay militantes de Esquerra Republicana que se sienten solidarios con Cataluña, pero nada más.
Y en Cataluña, ¿están los escritores divididos con la cuestión catalana?
Hay una cosa curiosa, y es que en Cataluña hay escritores en español y en catalán, y todos son catalanes. Enrique Vila-Matas, Félix de Azúa o Eduardo Mendoza escriben en castellano, pero por lo general se sienten bastante solidarios con el catalán, a pesar de que siempre hay reticencias. Respecto al catalán, hay independentistas catalanes, y otros que lo ven como algo subsidiario a su propia creación literaria. Yo, como comprenderá, no voy a cambiar mi manera de escribir si Baleares o Cataluña se independizan del resto del país. Es algo que puedo considerar, pensar, reflexionar, recordar, pero… El maltrato de España a Cataluña es una evidencia palmaria. Los problemas que surgen son producto de una ignorancia absoluta. El presidente del gobierno no sabe nada, pero nada, de la historia de Cataluña…
«Rajoy es el responsable de un fracaso empresarial importantísimo en Cataluña»
Y de la otra parte no se duda en echar gasolina al fuego…
Exactamente. Con una falta de responsabilidad total. Si se supiera un poco de historia de España, y cómo Felipe IV cedió a Francia la Cataluña norte, empezaríamos a ver algo claro. No es una cuestión de ideología, sino de historiografía. Por eso el desapego, yo lo entiendo. Los gobernantes catalanes son muy débiles, porque el daño que hizo Rajoy cuando era vicepresidente contra los productos catalanes… Hay un acuerdo tácito entre los políticos catalanes de no sacar el tema. Pero Rajoy es el responsable de un fracaso empresarial importantísimo.
¿Qué papel está jugando la universidad, que usted conoce bien, en toda esta controversia?
Te diría que, sin caer en la mala interpretación que ha dado la prensa española sobre la formación estudiantil de primera y segunda enseñanza, en el mundo universitario el 95 por cien está por la independencia. Desde pequeño están aleccionados, se dirá: es mentira. Yo tengo un nieto con seis años que habla mejor español, o castellano, que cualquier andaluz, o cualquier extremeño. Pero así, ¿eh? El mundo universitario tiene el horizonte de expectativas en Inglaterra, en Alemania, pero no en España.
» Cervantes manda el Quijote a Barcelona: casi desde principios del siglo XV allí hay editoriales consolidadas»
Hasta hace muy poco, hablar de sector editorial en España era hablar de Cataluña, prácticamente. ¿Por qué allí funcionaban mejor las editoriales, y por ejemplo el Sur solo ha exportado talento literario, pero ha sido incapaz de crear industria?
Es tradicional. El Quijote está editado en Cataluña, Cervantes manda el Quijote a Barcelona. Prácticamente desde principios del siglo XV hay editoriales consolidadas. ¿La razón? Posiblemente, se debe a que Cataluña tiene contacto con Francia, con Italia, con África, con Constantinopla, con Bizancio, con Grecia, y antes del siglo XVI ya hace ediciones bilingües. Y a la vez, pienso que hay algo de base, y es toda la masa forestal de Ampurdán, pensada para crear un tipo de árbol que pueda ser transformado en un pergamino. En Madrid no hay papel, tiene que venir del País Vasco o Galicia. ¿Qué papel hay en Madrid? ¡Bueno, hay mucho papel! [risas]
Una vez le oí decir a Serrat que prefería la normalidad a la normalización. Ahora que las librerías catalanas tienen muchísimos libros en catalán, ¿hemos llegado a ese punto deseable, o aún no?
No, por una razón muy simple: la lengua catalana está en un estadio historiográfico anterior a la española. Es una lengua muy áspera, difícil, es la lengua que la mayoría, por los 50 años de no normalidad, no está acostumbrada a leer en catalán. Son etapas casi imposibles de superar, diría.
¿No basta con los incentivos que se han dado a la edición en catalán?
No. Está en manos del tiempo. Piensa que desde el 36 hasta el 76, es una lengua prohibida. La lengua española, como lengua literaria, ha pasado por unas transformaciones importantísimas. La lengua literaria no la habla nadie, pero es posiblemente lo que uno hablaría con la evolución natural. En mi opinión, la lengua española ha pasado un filtro importantísimo, que es la generación del 27, que la modernizó. La catalana no ha tenido eso, está anquilosada, necesita transformarse. Está cien años atrasada.
Pero ha tenido sus vanguardistas, ¿no?
Sí, pero es una vanguardia que en el fondo es un clasicismo, que quería consolidar la lengua. Eugenio d’Ors lo puedes ver como vanguardista, pero lo que hace (y lo consigue) es constituir una lengua, y la constituye también, que es muy difícil de mover.
El catalán está retrasado del español cien años, pero el español lo está del inglés otros cien
Se petrifica…
Claro, historiográficamente hablando, el catalán está retrasado del español cien años, pero el español lo está del inglés otros cien. La libertad de la lengua inglesa, para un poeta, es mucho mayor. El español todavía tiene unas rigideces que… Y el francés, en estos momentos, está también muy petrificado. El español está a punto de saltar, pero no da la libertad de un inglés. No tiene una academia que limpia, fija y da esplendor. Por eso es muy difícil traducir a un poeta como Yeats, porque tienes que ejercer una violencia sobre el español como la que Yeats ejerce sobre el inglés.
Me imagino muy bien a Rivero Taravillo peleándose con los endecasílabos.
Claro, estas cosas son muy epistemológicas.
Siendo mediterráneo de cuna y empadronamiento, repasando su obra parece muy europeo. No sé si eso traiciona sus orígenes, o los regatea…
No, es que a mí me interesa más Heidegger que Ortega [risas]. Me da una tradición de pensamiento, que podríamos situar en Leibniz, y que te permite avanzar más allá de lo que tú personalmente podrías experimentar. Ortega me interesa mucho, pero prefiero a Husserl. Y me interesa igual Ortega como Sartre, que está en la misma línea: lo atiendo, pero mis pesquisas tienen poco que ver. Están relacionadas con algo del espacio, del cielo y del aire mediterráneos, que en el fondo no se asemejan nada al frío alemán.
¿La Europa reflexiva, fría y racionalista, existe frente al Mediterráneo hedonista y vitalista, o es un solo lugar común, un tópico?
Esto existe. He estudiado en Alemania, y allí o estudias o lees o practicas música, pero no puedes salir a la calle, porque hace un frío que te cagas. La luz a las seis de la mañana es la misma que a las doce del mediodía o las seis. El Mediterráneo es todo lo contrario, los contrastes de luz y de sombra, los acontecimientos que se dan son tan grandes, que hay poco espacio para pensar. ¿Por qué no pensar en el Mediterráneo? ¿Por qué no buscar el espacio de la reflexión allí? Es difícil…
En el Mediterráneo, desde la mosca hasta el pino, todo es un obstáculo para el pensamiento
Platón, Aristóteles, Averroes, entre otros, lo hicieron…
Cualquier acontecimiento exterior perturba el pensamiento. En el Mediterráneo, desde la mosca hasta el pino, todo es un obstáculo. Pero hay que romper esta simetría tan clara. Eso sí, yo vivir en Alemania… Ni muerto.
¿Cree que todo esto condiciona el hecho de que España, Italia o Grecia estén económicamente
Hay algo de eso, pero no tiene que ver con el tiempo, sino con el protestantismo, que es la base del capitalismo. El protestantismo favorece el trabajo, la lectura, la vida doméstica. El orden calvinista es muy avaro, el catolicismo es en cambio el derroche. Mira las iglesias alemanas y miras las italianas, y lo ves. Es una cuestión de práctica religiosa, y de los hábitos que surgen de ella. Naturalmente, América no es más que la extensión del protestantismo llevada a sus últimas consecuencias.
Como profesor de Estética y Teoría del Arte, ¿de qué va a salvarnos la belleza en este siglo?
La belleza es un malentendido. Es una cualidad de los objetos, y en este sentido lo que importa es la cualidad del sujeto, capaz de ver belleza donde no la hay. La belleza es una cualidad que está en la mirada. Como categoría estética, desapareció a principios del siglo XVIII. ¿Dónde está la belleza en Los fusilamientos de la Moncloa, dónde en Saturno devorando a su hijo? ¿En el arte del siglo XIX? Hoy es una categoría obsoleta. Es aquella representación de lo ridículo, sus cualidades mentales, la simetría, el orden… Hoy lo que nos interesa es la asimetría y el caos.