Azawad en calma
por Luis De VegaAzawad
No es una historia reciente. Los tuareg, un pueblo bereber del centro del Sáhara, llevan décadas buscando una nación propia o, simplemente, rebelándose contra la autoridad. Tribus del desierto, acostumbrados a imponer su propia ley, formaron uno de los últimos frentes contra la colonización francesa a inicios del siglo XX y nunca se han integrado del todo en los Estados nacidos del reparto colonial. Los últimos veinte años no han sido más que una sucesión de insurgencias.
1990: arranca la primera gran rebelión tuareg, se convierte en guerra civil en 1994 y concluye con un acuerdo de paz al año siguiente. La historia se repitió entre 2007 y 2009, cuando la insurgencia tuareg incendió todo el norte de Níger y parte de Mali, antes de acabarse con otro acuerdo, tan frágil como el anterior, en 2009.
Apenas tres años más tarde, en enero de 2012, los tuareg del norte de Mali vuelven a la guerra, gracias a la llegada de milicianos, dinero y armas procedentes de la guerra civil libia. Esta vez, su éxito inicial es espectacular: en pocos meses arrollan al mal equipado y desmoralizado ejército maliense y se hacen con el control de medio país. Bautizado como Azawad, un nombre bereber, podría convertirse en independiente o al menos en autónomo, parece en aquel momento.
Pero la rebelión se carcoma por dentro: un grupo aliado a las milicias tuareg se adscribe al islamismo más extremista, adherido a la teología violenta de Arabia Saudí. Son ellos, los islamistas, quienes empiezan a imponer el mando hasta en la antigua metrópoli de Tombuctú, destruyendo el patrimonio cultural y acabando con las tradiciones liberales. El movimiento político tuareg, laico como prácticamente todas las poblaciones bereberes del norte de África, se enfrenta entonces a sus aliados, pero en julio de 2012 es derrotado. Azawad vuelve a desaparecer del mapa. Empieza la intervención europea para bombardear desde el aire los feudos de los islamistas, un cuerpo extraño en un desierto que hasta ahora nunca fue religioso.
El presente reportaje de Luis de Vega fue realizado en otoño 2010, poco más de un año antes de que estallase la última rebelión tuareg.
[Ilya U. Topper]
Luis de Vega
Luis de Vega es periodista y fotorreportero. Trabaja desde 1994 para el diario español ABC y fue corresponsal en Marruecos de 2002 a 2010, año en el que las autoridades marroquíes le retiraron la acreditación. Desde su base en Rabat ha cubierto todo el Magreb, y ahora sigue dedicado al seguimiento de la Primavera Árabe.