Berlusconi, su divorcio y la ‘lolita’
Darío Menor
No ha sido la indolente oposición de izquierdas ni los efectos de la crisis económica en el país (el PIB se reducirá un 4,4% en 2009) los que han provocado que Silvio Berlusconi viva hoy uno de sus peores momentos personales desde que volvió a hacerse cargo del Gobierno italiano hace un año.
El motivo de la crisis familiar y política que está sufriendo “Il Cavaliere”, de 72 años, es su insaciable atracción por las mujeres hermosas, que ha hecho zozobrar su matrimonio con Veronica Lario, la ex actriz con la que lleva casi 30 años de relación y 20 de casamiento. Los italianos ya sabían que su primer ministro representa un paradigma extremo del mejor Don Juan. Su carrera política, iniciada hace 15 años, está llena de momentos embarazosos, algunos divertidos y otros insultantes, nacidos de su propensión a coquetear con las señoras que se encuentra.
En 2005 tuvo lugar un episodio que muestra esta polémica faceta de Berlusconi. Se produjo tras una reunión en la que Italia y Finlandia debatían la ubicación de la sede de una importante institución europea. Sorprendentemente, “Il Cavaliere” convenció a la presidente finlandesa, Tarja Halonen, para que aceptase el establecimiento del organismo en Italia. Los periodistas le preguntaron entonces que cómo lo había logrado y Berlusconi, exultante, dijo que se había servido de “sus artes de playboy”.
Lo que para los italianos fue una broma más para los finlandeses supuso un insulto a su poco atractiva presidenta. Incluso el Gobierno de Helsinki convocó al embajador de Italia para que ofreciese explicaciones sobre el suceso. Aunque en el extranjero el hombre más rico y poderoso del país provoca crisis de este nivel, ha sido en casa donde su perfil de “latin lover” ha tenido más repercusiones. El último de estos episodios es el causante de que su esposa le haya pedido el divorcio, con lo que se ha iniciado un culebrón familiar cuyo final no está todavía nada claro.
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El estallido de estos días de Veronica Lario y su deseo de separarse de Berlusconi tiene dos causas últimas. La primera es la lista de vedettes, “misses” y ex concursantes de Gran Hermano que el partido del primer ministro ha barajado como candidatas para las elecciones europeas de junio. Lario se ha tomado la posibilidad de que estas explosivas pero poco cultivadas señoras entren en política como un insulto. “Es una inmundicia sin pudor en nombre del poder”, dijo a la Prensa en un duro comunicado.
Cumpleaños con diamantes
En su intervención pública, esta ex actriz de 53 años también hacía referencia al segundo motivo que la ha abocado a pedir el divorcio. Se trata de la presencia de su marido en la fiesta del 18 cumpleaños de Noemi Letizia, una chica de Nápoles rubia, alta y guapísima que pretende hacer carrera en televisión. Berlusconi le regaló a la muchacha un collar de oro con un diamante y ésta se lo agradeció llamándole de forma afectuosa “papi”. Además, aprovechó la ocasión para entregarle un porfolio con sus fotografías con el objetivo de que ‘Il Cavaliere’ le ofreciera trabajo en alguna de sus tres televisiones.
Berlusconi dijo de su mujer que “la señora ha creído las mentiras de la prensa y de la izquierda”
La todavía Primera Dama de Italia se tomó la asistencia de su marido al cumpleaños como un enorme insulto tanto a ella como a su familia. “Berlusconi nunca viene a las fiestas de cumpleaños de sus hijos aunque siempre está invitado”, se quejó. Al primer ministro le dolieron las críticas de su mujer y en una fría declaración dijo que “la señora ha creído las mentiras de la prensa y de la izquierda”.
No obstante, la polémica le obligó a desvelar las listas de su partido para los comicios de junio. Empujado por el enfado de su esposa tuvo que descartar a la mayoría de las candidatas explosivas, quedándose sólo con una de ellas. Lario esperaba que esta vez la pelea matrimonial se resolviese como en la anterior gran crisis entre ambos, vivida en enero de 2007. Entonces Berlusconi le dijo durante un programa de televisión a Mara Carfagna, actual ministra de Igualdad: “me casaría contigo si no estuviese ya casado”.
Aquella ocasión la esposa aireó su enfado en los diarios y a “Il Cavaliere” no le quedó más opción que pedirle disculpas. Ahora la situación parece distinta y la ruptura definitiva. El magnate de las comunicaciones ha asegurado que él no se excusará y que es su esposa la que debe hacerlo. Ésta le ha respondido con la petición de divorcio, que aderezó con una carga de profundidad lanzada en los diarios. “Mi marido es una persona que no está bien. No puedo estar con un hombre que frecuenta a las menores de edad”, afirmó.
La acusación hizo que toda la opinión pública se centrase en Noemi Letizia, la ‘lolita’ que llama “papi” al primer ministro y dice que tiene que ir a verle a Milán y a Roma, ya que “el pobre” está tan ocupado que no tiene tiempo para encontrarse con ella en Nápoles. En cada comparecencia televisiva, en cada coloquio con los diarios, Berlusconi insistió en que no ha mantenido relación alguna con Letizia y explicó su presencia en el cumpleaños por la insistencia con que le invitó su padre, viejo amigo suyo.
Berlusconi insiste una y otra vez que no tiene relación alguna con Noemi Letizia
Para acallar los rumores filtró además las fotografías que le tomaron en la celebración. En ellas se le ve contento y sonriente, brindando con muchos de los invitados. “Il Cavaliere” esperaba que las imágenes apoyaran su explicación pero tuvieron un efecto contrario, ya que de inmediato se sucedieron los comentarios que aseguraban que habían sido trucadas.
Esta acusación acabó con la paciencia de Berlusconi, que dijo sentirse víctima de “una maniobra” de la Prensa y de la izquierda para desacreditarle. Junio está a la vuelta de la esquina y el primer ministro teme que el culebrón en que se ha convertido este asunto pueda afectarle en las elecciones europeas y municipales que se celebran ese mes.
En la cumbre de la popularidad
El problema del divorcio le ha llegado justo en un momento dulce. Las encuestas dicen que goza del 65% de popularidad, una cifra que sube hasta el 75% según los propios sondeos que maneja ‘Il Cavaliere’. Los estudios realizados después de que estallara la crisis de pareja señalan que sólo un 2% de los italianos cambiará su voto por este asunto. Los expertos consultados comparten esta opinión.
«Se lo perdonarán: los italianos somos muy propensos a tolerar”
“No creo que afecte a los comicios. Hay otros muchos temas más importantes”, dijo Dario Antiseri, director del departamento de Ciencia Política de la Universidad LUISS de Roma. Edoardo Novelli, profesor de comunicación política de la Universidad Roma 3, piensa que sólo tendrá repercusiones si se prueba que hubo una relación con la chica de 18 años. “Incluso en ese caso mucha gente dirá que es un afortunado y se lo perdonará. Los italianos somos muy propensos a tolerar”.
Más allá de los riesgos políticos y del mal rato familiar, a Berlusconi el divorcio le va a significar un importante desembolso. Aunque está casado en separación de bienes, tendrá que ofrecer a su esposa una suculenta compensación, que se multiplicará si se verifica que frecuentó a la muchacha de Nápoles. Sus fortuna, valorada en más de 7.000 millones de euros, constituye un excelente argumento para que su mujer pelee hasta el último momento y siga sometiendo a Berlusconi a un divorcio mediático.