Dubravka Ugrešić
“Cuanto más pequeña es una nación, más furiosa es”
Alejandro Luque
“No, no estoy cansada de hablar sobre la memoria. Sobre la identidad, sí”. Son palabras de Dubravka Ugrešić (Zagreb, 1949) previas a la entrevista que tiene lugar en el salón de su casa de Amsterdam, donde la escritora croata fuma deleitosamente, “aunque sólo soy fumadora social”, advierte.
Para poner sus reservas al tema de la identidad tiene sus razones: ha dedicado novelas tan rotundas como El museo de la rendición incondicional (2003) o El ministerio del dolor (2006) a denunciar no sólo la sinrazón nacionalista, sino las otras sinrazones que aguardaban a los exiliados de los Balcanes en la Europa que se disponía a estrenar el siglo XXI.
Su feroz escepticismo, su mirada incisiva y una prosa tan austera como precisa hacen de ella una de las escritoras imprescindibles no sólo en el contexto literario Europeo, sino en el escenario mundial de esta primera década de siglo XXI. En su último libro publicado en España, la colección de ensayos breves No hay nadie en casa (Alfaguara) quedan de manifiesto todas estas cualidades. Pero con Ugrešić siempre apetece preguntar más.
Si admitimos que la destrucción de Yugoslavia empezó cuando Tudjman, Milosevic e Itzbetgovic abrazaron a la iglesia católica, la ortodoxa y el islam respectivamente, ¿podríamos decir que el Vaticano, la cúpula ortodoxa y Arabia Saudí tienen su parte de culpa en la guerra?
Te cuento una historia de Bosnia, donde está la República Srpska. Hay un monasterio ortodoxo y es orgullosamente pro-Chetnik. Está situado entre dos colinas. En una colina hay un inmenso monumento a Karadzic con una cruz en la cumbre de la colina, y al otro lado de la colina hay otra cruz, de manera que está Karadzic entre dos cruces. Karadzic, el asesino, ha sido beatificado, convertido en un santo por la Iglesia. Lo mismo hace la Iglesia Católica. Lo mismo lo hace la Iglesia Musulmana: beatifican a sus asesinos. Lo mismo lo hace la Iglesia Ortodoxa. Es su trabajo.
Algunos piensan que Eslovenia consiguió su independencia sin sangre porque es el país menos religioso de Europa. ¿Es cierto?
Hace mucho que no lo compruebo con los eslovenos… Lo que creo sobre por qué Eslovenia está mejor que el resto es porque allí hay líderes. Se mantuvieron junto a los líderes comunistas durante un tiempo, y estas estructuras no permitían vender los bienes nacionales, vender las propiedades a los arrendatarios. Eso es exactamente lo que hizo [Franjo] Tudjman para sobornar a sus seguidores. Tudjman reestructuró el país inmediatamente convirtiéndolo en una entidad feudal. Él estaba arriba del todo y pillaba… No era algo sólo ideológico. En sus discursos hablaba de sus caballeros, sus fieles caballeros, fieles soldados. Ante Gotovina, que ahora está en La Haya, fue hecho caballero. Y para tener estructuras feudales hay que dar algo: unas propiedades, un castillo… Quiero decir que si no hay castillos, les das una fábrica, por supuesto. Así, la gente se hizo rica de la noche a la mañana. Había camioneros que recibían fábricas por cien euros. Así que ofrecieron sus servicios a Tudjman, y eso es lo que pasaba. Pero no pasaba en Eslovenia. Por supuesto lo mismo pasaba en Serbia. Milosevic tenía una imagen un poco diferente, la de padre y protector. Pero también tenía a sus caballeros; quiero decir, a sus criminales.
A veces cuando leo sus libros tengo la impresión de que Milosevic era el único hombre suficientemente fuerte para romper Yugoslavia, que era lo que todo el mundo tenía en mente.
No, nadie tenía eso en mente. Aparecieron con esa idea…
…pero Milosevic era el único suficientemente fuerte para hacerlo.
Sabes, las personas sólo se hacen fuertes cuando tienen seguidores. Así es como actuamos a lo largo de la Historia. Escogemos a figuras históricas. Y luego les reprochamos todos los males que hay en el mundo. Como Tito, por ejemplo. Antes, Tito era un padre querido y todo eso. Hoy, Tito era un dictador. Hace pocos años, Tudjman era el padre querido de la nación croata, el fundador, un presidente-sacerdote. Hoy, Tudjman es simplemente un nacionalista estúpido que causó muchos males. Milosevic, Stalin y Hitler. ¿Quién convirtió a Hitler en Hitler?
La gente que le seguía…
Es siempre la misma historia. Sin sus verdugos voluntariosos, Hitler nunca se habría convertido en Hitler. Sin ciudadanos entregados fielmente a él, Tudjman nunca habría llegado al poder. Sin el apoyo de millones, Milosevic nunca habría llegado al poder. Después, la gente dice que el comunismo tiene la culpa de todo. ¿Qué es el comunismo? ¿Un terremoto, un tsunami, un tifón?
Cuando yo era un niño, en España se le llamaba a Tito “el último dictador amable”.
Le contaré la historia brevemente. Era una dictadura con fronteras abiertas, con pasaportes: podías entrar y salir de esta dictadura. Era una dictadura con escuelas gratuitas. Era una dictadura con igualdad para hombres y mujeres. Era una dictadura donde se podía tener una cuenta bancaria con divisas. Era una dictadura visitada por tanta gente, empezando en los cincuenta, sesenta, setenta, ochenta… y a toda esa gente le encantó de alguna manera esta dictadura. Nadie sabe por qué. Era una dictadura, donde con mi pasaporte de dictadura podía entrar en cualquier país del mundo. Con mi pasaporte croata no pude.
Pienso que este período de comunismo yugoslavo está esperando a los historiadores para que la expliquen, para que simplemente vayan a los archivos y comparen las leyes, para excavar, ir, ver y comparar con otros países, otros sistemas, otros sistemas comunistas. Yo era una chica occidental, visitando la Unión Soviética. Era una chica occidental visitando Bulgaria. Era una chica más occidental que cuando visitaba Estados Unidos en los 80. Era una chica occidental más emancipada cuando visitaba Suiza. Etcétera. Para librarnos de las cosas nos gusta meterlas en categorías. ¿Qué es China? ¿Lo sabemos? Sí, sí, la plaza de Tiananmen, sí, la represión, sí, el comunismo, eso y lo otro. Lo siento. ¿Por qué no va usted, vive allí y luego nos hace una relación, una relación honesta?
Estuve en China hace cuatro años. Para mí era demasiado difícil de entender en un mes. Es muy complejo.
Es muy complejo. Yo estuve en Hongkong, hace muy poco, acabo de volver de este viaje. No lo pude entender. Es chino, es una Nueva York asiática. A la gente le impresiona el aeropuerto Changi de Singapur por lo moderno que es. Mis amigos fueron a Pekín y dicen que jamás habían visto algo así. ¿Qué ocurre aquí? No sé lo que está pasando en el mundo. Y menos después de esta experiencia que tuve con Yugoslavia. Soy más cautelosa a la hora de juzgar las cosas. Ya no me lanzaría tan rápidamente a los clichés de represión e independencia, quién tiene la culpa y quién no, quién es el opresor y quién la víctima.
Probablemente, en dos años Croacia será admitida en la Unión Europea…
…si es que la Unión Europea sigue existiendo entonces.
De acuerdo: si aún existe para entonces, ¿cuál es su opión?
No lo sé. No sabría decirlo. No sé cuál es la estructura de la Unión Europea. Soy un poco cautelosa por esa ideología. En sus inicios, la estructura de la Unión Europea fue creada por razones exclusivamente de negocio. Para que la gente pudiera hacer los negocios con más facilidad. El euro se introdujo por motivos estrictamente de negocio, de servicios: para comerciar con más facilidad. Pero luego oigo hablar de una ideología europea, eso y aquello, cruzar puentes, culturas que nos acercan, no nos alejan… Soy cautelosa cuando se trata de juntar las dos cosas. Podría ser una unidad gloriosa, basada en la solidaridad, en el amor entre la gente. Podría ser una unidad futurista que mostrara al resto del mundo cómo tratar con las diferencias, las personas, las leyes… Pero también se podría convertir en algo que no sea tan glorioso.
Para alguna gente, la Unión Europea es algo como el Imperio Otomano.
Si estás en Europa. Pero si estás en Asia, Europa no existe. Estuve en Asia por primera vez, nunca había estado tan lejos, y cuando miraba la televisión me daba cuenta de que Europa no existe. Ellos son el centro del mundo. Desde su punto de vista.
En Norteamérica tampoco nos ven tan claramente…
No lo sé. Podemos hablar del mundo cuanto queramos, pero será una cháchara de aficionados. Claro que están ocurriendo luchas y batallas entre imperios, futuros imperios, antiguos imperios. Ahora mismo realmente no lo sé. Claro, sabemos lo que dicen los periódicos y podemos hacer una quiromancia global. Pero no estamos en condiciones para juzgar estas cosas. No tenemos conocimientos.
Como persona que habla estos idiomas, ¿puede explicarnos las diferencias entre serbio, croata, bosnio, montenegrino…?
Lo contaré. Los serbios dicen ‘mleika’ para leche. Los croatas dicen ‘milieika’. La gente en Dalmacia dicen ‘míliko’. Los montenegrinos dicen ‘milko’, también, y los macedonios dicen ‘mleka’. Éstas son las diferencias.
En uno de sus libros decía que la palabra ‘muerte’ es la misma…
…y otras muchas, sí. Lo dije para subrayar algo, pero sí.
Así que cuando los nacionalistas dicen que Dubravka Ugrešić es mala persona porque no escribe en croata ¿qué dicen exactamente?
No lo dicen porque, a largo plazo, probablemente yo sea la ganadora. Lo croatas, como todo el mundo, necesitan libros. Los lectores necesitan leer libros. Y fijo que no leerán una gramática croata ni los discursos de Franjo Tudjman. Tengo una gran esperanza de que leerán mis libros. Así nacen los idiomas.
¿Algún día estarán orgullosos de usted?
Lo dudo. Porque cuánto más pequeña es una nación, más furiosa es. Son un pueblo furioso. Nunca olvidan ni perdonan. Yo realmente no tengo estas ensoñaciones, como pensar que algún día reconocerán eso o aquello. Porque he visto con qué facilidad destruye esta gente su propio país. Hubo casos de quemas de libros en Croacia, de limpieza de biblioteca, de destrucción de esculturas modernas, simplemente porque el escultor tenía la nacionalidad serbia.
Ve a la ciudad de Split, y mira cómo la gente de Split cuida de su patrimonio. Ve a Dubrovnik y mira qué orgullosa es la gente de Dubrovnik, que era la primera república en esta área, el el siglo octavo. Y vendieron Dubrovnik en un saco cuando vinieron extranjeros ricos para comprar apartamentos. Es una ciudad fantasma durante el invierno, el otoño tardío y la primavera, porque todos los dueños vienen en verano. Es una ciudad de dueños de apartamentos, turistas ocasionales y camareros. Por qué iba a creer yo que… Mira cómo tratan al mayor escritor de Croacia, que es Miroslav Krleža. Hace casi treinta años que ha muerto y no son capaces de abrir su museo o de respetarle.
¿Entiende usted a gente como Emir Kusturica, que fue primero bosnio y yugoslavo y ahora es serbio integrista?
Sí lo entiendo porque estuve en su pueblo, en Küstendorf. Él construyó una aldea en Serbia, y yo estaba en esa zona, así que visité el lugar. Y entiendo lo que hizo. Él construyó simplemente su propio pueblo, está fantásticamente bien construido, según ideas y conceptos ecologistas, con un sistema ecológico, la estructura del hotel… Probablemente cortó una buena cantidad de madera en Serbia para hacerlo. Y todo eso tiene una pinta fantástica, como un escenario de cine para Liublov o alguna otra película histórica rusa. Tiene su propia pista de esquí con nieve artificial, y ahora tiene ―no es de su propiedad, pero convenció a las autoridades locales de reformar el antiguo ferrocarril– un ferrocarril propio para los turistas.
Si cruzas la frontera entre la República Srpska y Serbia tienes que pagar como en épocas pasadas, tienes que pagar una tasa de carretera, tienes que pagar. No está claro quién estableció esta ley. Kusturica piensa que sí. Autoridades locales o el Estado de Serbia. Probablemente no hay un director de cine en el mundo capaz de mostrar algo como eso. ¿Ganó Kusturica este dinero? No, con sus películas no pudo ganarlo. Porque no es Steven Spielberg. De manera que construyó aquello con la ayuda de la mafia local. Local, quiere decir de esta zona, y luego, otras mafias. Apoyaron a Kusturica, a Milosevic y ahora a [Boris] Tadic. Él apoyó a todos los artistas, los líderes políticos de Serbia y los locales, y recibió todos los papeles del dinero. Al mismo tiempo, su posición es dudosa… Yo no soy inspector de Hacienda de la República de Serbia, no soy la policía. Pero él está en esta situación poco clara: al mismo tiempo recibe un salario del Estado como director del Parque Nacional de Küstendorf, siendo el propietario. ¿Cómo se puede ser ambas cosas a la vez? ¿Dónde va el dinero de los turistas? Es una historia y una sensación muy, muy desagradable. Porque él tiene a sus guardianes, con coches… Construyó la ciudad de sus sueños y en la ciudad de sus sueños hace lo que quiere. Hay una prisión en esta aldea, en Küstendorf, es un espacio pequeño, simplemente para divertir a los estudiantes y los turistas. Cuando yo estaba ahí, en la prisión estaban George Bush y el político español que entonces era el jefe de la Unión Europea, no recuerdo su nombre [Javier Solana]. Sí, te puedes reír, George Bush, vale, en la cárcel, pero estoy seguro que la próxima vez será alguien distinto, y todo depende de la voluntad de Kusturica, a quién meterá en prisión para divertir a sus invitados. Él es el jefe. Hace lo que quiere, actuaciones públicas quemando a Bruce Willis, como si combatiera el kitsch a favor del arte espiritual, y al mismo tiempo está ganando dinero. Es simplemente el dueño de un valor inmobiliario. Y éste es el nuevo tipo cínico de los llamados ‘artistas del Estado’. Porque en el comunismo… Sí, los tenías con Stalin, los tenías en la Unión Soviética, artistas protegidos del Estado. No obstante, nunca tenían propiedades. Kusturica mantiene esta antigua estructura de artista estatal pero tiene propiedades, tiene una aldea. E igual que Kusturica hay tantos más.
¿Nadie ha intentado comprarle nunca a usted, a su literatura?
No, y no sería por la literatura. Probablemente me lo preguntarías si tuviera un pedazo de propiedad, me preguntarían cómo he ganado todo eso.
Galaxia Gutenberg
Sobre la estantería que hay a su espalda se alinean las obras de Rabelais, Musil, Günter Grass, Bulgakov, Milan Kundera… Y en el balde más alto, ha dispuesto en fila esa matrioshka pintada con las efigies de los grandes maestros rusos, de la que habla en uno de sus textos, pero la vista no alcanza quién es el mayor ni el menor. Afuera, un pacífico barrio vecinal de Ámsterdam.
Desde la ventana de la escritora se alcanza a distinguir una iglesia católica, una mezquita y, entre ambas, una comisaría de policía. Desde que se instaló en esta capital a mediados de los años 90, Ugrešić ha llevado una vida tranquila, ajena al mundillo literario holandés, ganándose la vida como profesora ocasional en universidades americanas y europeas.
¿Es Amsterdam un buen ejemplo de la Europa hospitalaria, multicultural?
Sí, todo se mantiene junto. Amsterdam es agradable, culta… La mitad de los habitantes de Amsterdam son extranjeros, quiero decir no extranjeros sino inmigrantes, vienen de fuera. Según algunos datos hay más de cien nacionalidades viviendo en Amsterdam. Si la mitad viene de otros sitios, eso es algo grande. Una gran mayoría de la gente, de estas cien nacionalidades, son turcos, marroquíes, y gente de Surinam. Éstos son la mayor parte de los inmigrantes. Gente que vive como puede y como sabe. Lo que no me gusta en esta política de multiculturalismo o como se quiera llamar es que es, de hecho, una cosa peliaguda, como todas las grandes ideas, como la democracia y estas cosas. Es como una espada de doble filo y todo depende de cómo se trata. Básicamente, si me tratas eternamente como a una ciudadana holandesa de origen croata o como a una croata que vive en Amsterdam, o a una croata que vive en Países Bajos… Creo que hay una gran división entre la así llamada cultura croata. La cultura es como un chicle, puedes hacer con ella lo que quieres. Ésta es la manera, desde un punto de vista negativo, de mantener a la gente en su lugar. Los marroquíes tienen su lugar marroquí, los turcos tienen su lugar propio con su cultura propia, etcétera. Pienso que son los términos, ideas y prácticas más peliagudas, con más malicia y astucia de Europa.
Garantizan que siempre sigan existiendo “los otros”, ¿no?
Te contaré un ejemplo. Hace dos años, hubo un rumor que en Amsterdam se iba a construir un hospital musulmán. Hubo un debate sobre eso y muchos espíritus liberales dijeron: ¿por qué no? Si hay gente que tiene sus clubes especiales y los nudistas tienen sus playas, ¿por qué los musulmanes no deberían tener su hospital? ¡Era algo tan inaceptable! Luego, una mujer inteligente de Alemania, turca, se llama Netla Kilic, es socióloga, se involucró en la discusión y dijo ¡sois todos unos estúpidos! No sabéis de qué hablamos. Construir un hospital musulmán en Amsterdam sólo significa una cosa: que a partir de ahora, un marido tendrá derecho a decidir si su mujer tendrá una cesárea o no, si tendrá una operación o no, no el médico. Eso sólo es un pequeño ejemplo de lo que estamos haciendo: con el objetivo de respetar esa cultura acabaremos haciendo clitoridectomías.
¿Esta diversidad es a veces, como usted misma dijo, una máscara del chauvinismo?
Totalmente, es una máscara de chauvinismo, sí lo es. Si me miran sólo a través del prisma de mi etnicidad, si eso es que me preguntan en las entrevistas ¿usted cómo se siente como croata? si no se tiene en cuenta lo que escribo, si no se tienen en cuenta mis libros, si no importa si soy buena o mala persona… Sólo se me ve como representante de una pequeña minoría croata, eso es algo humillante y degradante. No sólo para mí, sino para una persona que me ve a mí de esta manera. Si me ven sólo como croata, no tiene sentido que les hable. Si te viera sólo como español…
El último premio Príncipe Asturias recayó sobre Amin Maalouf, que combate también esta manera de pensar. Dice cosas como: si deseas para ti la democracia, ¿por qué no desearla también para los demás? ¿Por qué respetar una supuesta cultura que rechaza la democracia?
Te voy a contar otra historia. Tengo una compañera de clase que ahora es mi amiga, tiene una hija que terminó sus estudios de diseño en Croacia y luego consiguió una beca para un posgraduado, estaba en Eindhoven. ¿Por qué en Eindhoven? Porque ahí hay una escuela de diseño, y la escogió porque es una de las más conocidas y mejores de diseño en Europa. Me metí en internet y era tan famosa… pero durante dos años, la chica no hizo nada, no tenía nada, estaba muy decepcionada. ¿Por qué es entonces tan famosa? Porque hay allí una famosa diseñadora, una mujer joven, que diseñaba burkas para mujeres musulmanas, toda una colección… Miento, hiyabs, no eran burkas, eran hiyabs. Tienes hiyabs para jugar al ténis, hiyabs para trabajar, hiyabs especiales para la piscina. Podías verlos en su web, y allí ella dice: “Vivimos en una sociedad multicultural, así que yo respeto otras cultura y quería hacer algo para mis hermanas, por eso diseñé esta colección de bellos hiyabs”. Piensa en una mujer musulmana con diez niños que cuelgan de ella, sufriendo acoso… Eso es cinismo. ¿Por qué no haces algo para ayudarle? Tal vez esta mujer se sienta humillada, pero no sabe cómo salir del puto hiyab.
Cierto: el hiyab no es un elemento cultural, sino un símbolo ideológico.
Es una tortura. Nadie me puede vender esa puta cultura o religión o lo que sea. He visto en Inglaterra a un mujer en burka, hacía 40 grados de calor, su marido iba en pantalones cortos, los críos estaban medio desnudos, ella estaba completamente tapada por un burka, estaban comiendo pasteles. Tienen una pequea cortina a la altura de la boca, de manera que tenía que abrir la cortina un poquito, meter rápidamente un pastel y cerrarla otra vez. ¿Por qué debería yo creer en los principios religiosos, perdone, si estos principios religiosos se inventan únicamente para mantener a las mujeres en su lugar?
Estos principios supuestamente religiosos que permiten follarse a niños de los nueve a los 13 años y cuando llegan a los 14 los matas porque ya son demasiado mayores, en Afganistán, y al mismo tiempo mantienes a tu mujer bajo el burka… Hay muchos ejemplos. También en la Iglesia católica.
¿Hay alguna relación entre esto y el ascenso de la extrema derecha en Holanda?
No lo sé. La gente lo dice, y no está claro cuánto porcentaje ha recibido ese tipo. Recibió votos sólo en determinadas regiones. Lo que hay detrás de eso no lo sé, ni cómo se van a reestructurar. Todo eso es política y nadie sabe lo que pasa realmente.
En Gracias por no leer, me impresionó mucho su descripción de la nueva Babel en la que vivimos, con esa frase de Kundera como apoyo: “Cuando todos escriban, nadie leerá”. ¿Hemos llegado a ese punto con facebook, twitter, la blogosfera…?
Es mucho peor hoy de lo que escribí en mi libro. Va degradándose, es aún peor. Mi imagen es bastante divertida, fácil. Ahora es aún peor.
¿La incomunicación es total?
Sí, lo creo. Tienes aún a gente que son lectores devotos, aún tienes a gente curiosa, que te encontrará en cualquier parte del mundo, que encontrará sus escritores, sus libros. Son gente apasionada, creo en ellos. Pero la mayoría sigue simplemente la corriente. Tienes a productores y consumidores. Y por supuesto tienes dominación, una dominación que… A mí me gusta América. Hace poco en el New Yorker salían 20 jóvenes escritores, los mejores escritores entre los 20 y los 40. Algunos 20 de ellos de entre ellos, hay una chica china que escribe en inglés, hay alguna gente que probablemente sean críos de inmigrantes. La pregunta era: quién es tu escritor favorito? Yo miré, no recuerdo: hubo un único hombre que no perteneciera a la literatura angloamericana.
El canon universal…
El canon universal: todos los premios Booker. Inmensas pilas en las librerías, y la gente compra estos libros. Probablemente no querrán comprar a sus propios autores premiados localmente: querrán comprar el premio Booker. Estamos formados así, todo el siglo XX estaba bajo esta dominación. La cultura angloamericana ―la americana pertenece a ella― es la nuestra, es así. En la historia hay más dominaciones: la francesa, etcétera. Es un hecho, no digo si está bien o mal, es un hecho. Esta cultura tiene muchas tendencias positivas porque es incluyente. En un porcentaje pequeño, pero es incluyente, no pervierte los valores.
No podemos decir nada mejor que eso, porque sólo a través de la lengua inglesa recibimos algunos valores de Filipinas, de China etc. Básicamente recibimos ahora a escritores de China porque se les traduce al inglés, no al español, lo siento, es así. Deberemos ser muy cautelosos hablando de eso, sin rabia, sino en la fe de que esta cualidad incluyente y la tendencia de moderar y difundir los valores es algo que todos podemos aprovechar.
Cuando llegué al final del libro, pensé en cancelar mi blog, ¡en cancelarlo todo! Me hizo cuestionar todo lo que pensaba sobre internet.
¿Sabes lo que pasa? Internet es algo totalmente increíble, nos parece como si hubiera estado siempre ahí. Creemos que hemos nacido con él. Pero no es así, es algo muy joven: entró en una circulación masiva en 1995. Tiene sólo 15 años. No sabemos lo que pasará. Hay en la red mucha basura y muchas cosas positivas. Es una cultura nueva. No sabemos qué destrucción puede suponer para la cultura, tal y como la entendíamos. Ya no somos escritores, ahora somos blogueros. ¡Todos somos voces!
Cuando terminé el libro sentí, sin embargo, que mi cultura es la del libro. Que aunque las nuevas generaciones reciban todo a través de la pantalla, yo pertenezco a esa otra época.
Pero ésta desaparecerá y a mí, personalmente, me da miedo. Porque incluso ahora puedes observar cómo se reduce. Quiero decir que nadie sabe qué está en peligro: el ambiente intelectual. Ya no existe. Todo el mundo se preocupa por los pandas, si podrán sobrevivir o no, pero nadie se preocupa del ambiente intelectual. Me he dado cuenta en todos estos años de que el espacio para algunos –el espacio para conseguir conocimientos, el espacio para intercambios intelectuales, se está reduciendo. No está en los periódicos. Los periódicos hoy día, en todas partes, son basura. No se pueden leer artículos inteligentes, realmente atrevidos. Los escritores tienen problemas. Yo tengo problemas porque ya no pueden llamarme, no puedo vivir de eso. Todo el mundo se queja, lo siento… y puedes verlo.
¿Se atreve a aventurar qué pasará con los libros?
La industria editorial: si todos los libros estarán en internet, disponibles, y todo eso, yo ya no tengo una profesión. Soy una escritora freelance. Un bloguero no es más que la posición de un monje loco que dirige sus charlas a un nuevo dios: GoogleY si tienes en cuenta que tengo este nombre, y esta lengua minoritaria, estoy condenada.
Usted tiene una cruzada contra Paulo Coelho…
¿Yo tengo una cruzada? El tipo tiene un imperio, ha sido traducido a un millón de idiomas, ha vendido millones de ejemplares. Así que tengo una cruzada. Es una guerra…
Quiero decir que no ha dudado en arremeter no contra el escritor, sino contra el producto y lo que éste significa. Y mucha gente comparte su posición.
Sí, pero no se le puede combatir. No se puede combatir una religión. Porque todo el mundo es creyente. No se puede combatir la basura porque prefieren leer basura que nada exigente. Así que nosotros vivimos en un espacio que antes era más ancho y que se está reduciendo. Hay un espacio muy pequeño en el que encontramos a un lector o dos, y en éste nos tenemos que comunicar.
Al menos podemos aspirar a sentimos libres en este pequeño reducto.
Pues no. Porque seríamos lunáticos si no nos diéramos cuenta de lo que pasa alrededor. No me da vergüenza vivir en un monasterio, escribir mis charlas, sin importarme lo que pasa alrededor y si tengo un destinatario o no. Para el monje es bueno, porque tiene un destinatario, que es Dios. Mi destinatario son la gente normal, los lectores, así que necesito estos canales. Y estos canales, mi ambiente, se están reduciendo. Hay menos y menos emisoras de radio… Internet se convierte en este espacio libre, pero no conoces a tu lector y te conviertes en un bloguero, que no es más que la posición de un monje loco que dirige sus charlas a un nuevo dios: Google.
Pero este dios existe…
Es paradójico, realmente, porque ves cada vez más traducciones, más y más libros, hay librerías fantásticas, hay enormes imperios alrededor de la cultura. Ya no hay museos despejados, ya no te puedes meter en un museo porque están llenos de japoneses, polacos y otros turistas: ellos también quieren verlos. Nunca antes las galerías de pintores han estado tan llenas de jóvenes, van allí como a la iglesia. ¿Qué significa eso? Que los jóvenes hoy tienen más educación y quieren ver arte. El arte ha cambiado su sustancia. ¿Por qué les gusta el arte moderno, por qué están locos por el arte moderno? Pasa su mensaje tan rápido y tan objetivo como un anuncio de televisión. Realmente creo eso. El arte está cambiando su sustancia. Por eso es tan popular, más que nunca antes. Si empiezas a recordar los movimientos modernos, las exposiciones modernas, verás qué placentero es porque puedes captar el mensaje en un segundo.
Cuando quieres subvertir el sistema, el propio sistema te absorbe y te convierte en un producto más. Como sucedió con el movimiento punk, pasa con todo.
Si haces esta transacción tienes que tener en cuenta a tu público. Los asesores de imagen lo saben. Estos intercambios funcionan porque hay una tendencia, o una nueva tendencia manipulada, porque haces algo con ella, y de repente desaparece, porque estamos tratando con nada. Estamos tratando con niebla. Sabes que los diamantes son piedras. ¿Por qué son tan caros, entonces? Porque los comerciantes lo dicen.
Como aquello de Braudillard: todo es arte y nada es arte.
Sí, eso viene con internet. Tienes medios, tienes todo lo que quieres. Tienes bombas en internet, puedes aprender a fabricar una bomba en internet, puedes aprender a dibujar en internet, con programas de ordenador, puedes hacer cualquier cosa en internet y anunciarte a ti mismo como arte. O como objeto. O como botella. O como mito extranjero. Lo que quieras. Internet es un nuevo instrumento extremamente poderoso. Y nosotros, sin conocerlo, vivimos en una nueva era. La galaxia Gutenberg ha muerto. La galaxia digital está viva. Y eso es todo.
¿Usted se rinde?
¿Yo? Yo estoy nadando. Estoy surfeando. No lo tengo muy claro. Al mismo tiempo, todos estos instrumentos, toda la vida se ha vuelto muy incierta. La sustancia es escurridiza. Al menos, esto es sustancia. Esto es un objeto: una librería. No es un objeto en otras zonas. Ahora estuve en los trópicos, y allí los libros están todos inservibles por la humedad. Pero al menos esto es algo. Con el ordenador está todo en el aire, ¡pero tiene tanto poder! La cosa más frágil del mundo es la más poderosa. Es frágil porque basta con no tener electricidad. ¿Y por qué es tan poderosa? Porque con un ordenador puedes hacer lo que quieras.