Entrevista

Hermanos Godano

«Superar los tópicos del sur en el cine es algo utópico»

María José Ramírez
María José Ramírez
· 8 minutos
Leonardo (izda.) y Simone Godano (Venecia, 2010) |  © María José Ramírez / M'Sur
Leonardo (izda.) y Simone Godano (Venecia, 2010) | © María José Ramírez / M’Sur

Venecia | Septiembre 2010

Las promesas del audiovisual italiano muestran estos días sus trabajos en la sección Controcampo italiano, a concurso dentro del Festival de cine de Venecia. El sur del país y sus convulsiones sociales centran el argumento de algunos de estos proyectos. Es el caso del corto Niente orchidee, dirigido por los hermanos Leonardo y Simone Godano, que trata del poder de la mafia en los pequeños comercios de la Italia meridional.

El gran tópico que sobre el sur existe, fuera y dentro del cine, el de la mafia, queda plasmado a la perfección en los apenas 14 minutos que dura el cortometraje de los hermanos Godano. “Hemos decidido ambientar esta historia en el sur, en un pequeño pueblo de provincia, y el sur es fácil relacionarlo con la mafia. Desgraciadamente es una realidad muy difícil de tratar, aunque creo que hemos conseguido hacerlo de forma que vaya más allá del cliché”, comenta Simone Godano.

“Por  otra parte, una cosa que tiene el sur y que nos encanta son los colores, sus paisajes… encuadrar es mucho más fácil e indudablemente más hermoso, porque la fascinación de los sitios hace que la imagen sea más hermosa”, continúa Leonardo. “Eso sí, tras este maravilloso colorido están los problemas económicos e industriales de la zona, que son obvios”, apunta.

La historia de Niente orchidee describe en pocos minutos cómo es la vida de Filippo, un ex presidiario que regenta un bar en un pueblo del sur de Italia. Hasta aquí todo parece normal. Sin embargo, se trata de un local que está realmente bajo el poder de la Camorra, que se lo cedió ―y ahora es su única forma de ganarse el pan cada día― a cambio de guardar cadáveres en el frigorífico del bar.

No es solo Sicilia. “Desde Roma para abajo se encuentran miles de casos similares», dice Leonardo

Esta situación lleva a Filippo a la desesperación e incluso pondrá en peligro la vida de su hija. Un trabajo audiovisual que mantiene en absoluta tensión al público que se acerca a él y que muestra el lado más oscuro del día a día de muchos comerciantes que, desgraciadamente, hoy todavía viven coaccionados por grupos mafiosos.

Esta vez el sur no fue escenario de la filmación, ya que el corto está grabado en la región del Lazio, en una localidad ubicada entre Roma y Nápoles. “El director de la Mostra, Marco Müller, nos ha confesado a los Godano que parecía estar ambientado en Sicilia, algo que nos ha llenado de orgullo”, comenta Simone.

Pero no es necesario ir a Sicilia para encontrar este tipo de problemas. “Desde Roma para abajo se encuentran miles de casos similares. Cada pueblo, cada ciudad vive esta dramática situación”, apunta Leonardo.

El tópico de la mafia

“Intentar superar los tópicos que existen sobre el sur es una utopía, porque están ahí y además porque son el fiel retrato de la sociedad italiana meridional”, afirma Simone. “¿Qué ocurre con la estructura de una parte del país? Pues que los pueblos están en manos de personas que dejan la gestión del lugar a otros. Y lo primero que habría que hacer sería poner un poco de orden en todo esto, establecer unas normas, porque si no hay gente competente en cada zona, en cada localidad, estos problemas no podrán superarse nunca”, continúa.

El binomio sur-mafia ha sido bastante recurrente en el séptimo arte y pueden encontrarse infinidad de títulos de filmes que se ocupan de él, desde El padrino de Francis Ford Coppola hasta la más reciente Gomorra, inspirada en el libro escrito por Roberto Saviano.

A ojos de estos jóvenes directores, el éxito conquistado por películas como la de Saviano no reducen las opciones de los cineastas para poder hablar de algo que no sea mafia, sino más bien “ha abierto las puertas para que producciones como ésta cuenten historias así”, explica Simone.

Gomorra también ha demostrado que si se habla de la Camorra bien, al público le gusta, y además ha despertado el interés para que un productor se involucre en una trama de estas características; hay más ventajas que inconvenientes, a pesar de todos los problemas que le ha creado al pobre Saviano, que es consciente de que su vida se ha echado a perder”, concluye.

Niente orchidee no es la única cinta de la sección Contracampo italiano que mira al sur. Así, en el filme I baci mai dati, la directora Roberta Torre cuenta cómo en un marginal barrio de Catania sus habitantes confían ciegamente en los milagros, quizás la única salida cuando la política les da un poco de lado. Y el cortometraje Sposerò Nichi Vendola, de Andrea Costantino, retrata la actualidad política que se vive en la Bari actual.

Los hermanos Godano reconocen que en Italia es bastante difícil hacer una película, sobre todo si eres un autor poco conocido, “y si hablas de un tema como éste te complicas la vida”, bromea Leonardo. “Seguramente no te abre muchas puertas ―dice Simone―, y además desde hace un año y medio aproximadamente en Italia casi todos los productores piden comedia a los actores porque quieren ir a lo seguro, a lo que garantiza público”, puntualiza.

“Los productores deben encontrar dinero para hacer las películas, y este dinero se lo da la RAI, el estado o Medusa, es decir, Berlusconi, Berlusconi, Berlusconi” ―Simone ríe―. “Es difícil hacer algo sin la supervisión del primer ministro ―apunta Leonardo―, aunque ahora la Warner o la Fox están invirtiendo algo en Italia”.

No hay diferencias entre norte y sur a la hora de grabar una película, porque las escasas posibilidades que hay de hacer cine que esas diferencias no se aprecian. “De los tres focos de inversión cinematográfica que existen en Italia, la RAI, el estado y Medusa, esta última es la que tiene una mejor línea editorial y la que lleva adelante proyectos de una variada temática”, afirma Simone.

“Es más ―continúa―, si nosotros hubiéramos llevado nuestra historia a los tres inversores, probablemente la que la realizara sería Medusa; la RAI no te la produciría jamás porque son los curas, el estado tampoco, porque podría crearle problemas, y en cambio la productora Medusa tiene una visión más amplia, que aunque es propiedad de Berlusconi tiene una persona al frente que es bastante competente y consigue producir buenas películas”.

Leonardo Godano (Roma, 1971) y Simone Godano (Roma, 1977) escribieron su primer largometraje en 2004, titulado Barcellona, un homenaje a una de las ciudades españolas que más admiran. Este año presentan en el Festival de Cine de Venecia su nuevo trabajo, un corto que ellos definen como una parte de lo que pretenden hacer. “Normalmente los cortos cuentan una historia que empieza y tiene su fin ―cuenta Simone― y quien ve Niente orchidee busca un desenlace, una forma de saber qué ocurrirá después o qué está ocurriendo en torno a la vida del protagonista de esta atormentada vida”.

“Intentamos escapar de una línea fija que hay en Italia, porque los directores hacen un filme y luego el resto son todos iguales»

De hecho, aunque los hermanos Godano se sienten satisfechos por estar presentes con este trabajo en el Festival de cine de Venecia, estudian ahora la posibilidad de grabar un largometraje que se ocupe de una forma más profunda de estos problemas.

Entre las influencias cinematográficas de estos dos jóvenes directores hay un poco de todo: cine de autor, de Hollywood, español, mexicano… “Tomamos un poco de todo, nos gusta el cine como espectáculo, adoramos a Christopher Nolan o a directores mexicanos como Alejandro González Iñárritu, y al español Almodóvar lo consideramos un genio. No nos centramos en ningún género”, explica Leonardo.

“Intentamos escapar de una línea fija que hay en Italia ―continúa Simone―; porque los directores hacen un filme y luego el resto son todos iguales, ése es el límite de un director italiano. Sin embargo, por ejemplo Paolo Sorrentino, que ha comenzado así haciendo muchos filmes iguales ahora ha cambiado y ahora está grabando en Estados Unidos con Sean Penn, así que los hay como él con el suficiente coraje para salirse un poco de lo habitual”, aclara.