El juicio del que nadie se fía
Clara Palma
Atenas | Abril 2015
“Estoy aquí porque no creo en la Justicia en Grecia. No quiero que les dejen marchar: volverán a hacernos sufrir” asegura Sila. Este joven guineano ha acudido a manifestarse frente a la prisión de máxima seguridad de Koridalós, donde el pasado 20 de abril arrancaba por fin, oficialmente, el juicio contra Amanecer Dorado. 69 miembros de esta formación ultraderechista -entre ellos todos los 16 diputados elegidos en 2012- se enfrentan a cargos de pertenencia y dirección de banda armada, a raíz del asesinato del rapero antifascista Pavlos Fyssas en 2013.
Entre los encausados están el secretario general Nikos Mijaloliakos, su mano derecha Jristos Papás y el portavoz Ilias Kasidiaris -conocido por su agresión a dos diputadas izquierdistas en un plató de televisión-. Todos ellos se enfrentan ahora a sentencias de hasta 20 años de cárcel. En el proceso participarán también unos 150 abogados -entre defensores y representantes de la acusación-, y más de 130 testigos.
Un millar de antifascistas se manifiestan a un lado ante la prisión, unos cien neonazis al otro
Pero el esperado proceso, bautizado como “juicio de Núremberg” local por parte de la prensa helena, arrastra muchas demoras. Han tenido que pasar más de 18 meses para que los encausados se sentasen en el banquillo -el líder de la formación, Nikos Mijaloliakos, cumplió en marzo el máximo de prisión preventiva y está ahora en arresto domiciliario-. Y pasará mucho más, entre un año y medio y dos años, según el propio tribunal, hasta que se vaya a dictar sentencia.
En la propia jornada de apertura del proceso, y tras confirmar la lista de acusados y testigos, el Tribunal decidió aplazar la continuación hasta el 7 de mayo. El motivo: uno de los acusados carecía de abogado defensor, y el letrado de oficio recién nombrado necesitaba tiempo para leerse el sumario.
Esta primera vista estuvo marcada por la ausencia de los principales encausados, que estuvieron representados por sus letrados: una estrategia para desacreditar el juicio, opinan varios veteranos periodistas griegos. La prensa local y extranjera se apelotonaba con impaciencia en la parte trasera de la minúscula sala, mientras que en el frente reinaba la confusión en un batiburrillo de acusados, letrados y testigos, la mayoría de pie por la falta de espacio.
En el exterior de la prisión de máxima seguridad, el ambiente permanecía en calma relativa. Un millar de antifascistas de diferentes tendencias se manifestaban al otro lado del cordón policial, mientras que, en el extremo opuesto de la prisión, un grupo de unos cien neonazis con banderas griegas gritaba eslóganes sin mucho convencimiento. Entre ellos se encontraban Uranía, la hija de Mijaloliakos, y Fotis Grekos, uno de los pocos diputados -de los 17 que obtuvo la formación en las elecciones de enero- que no están encausados.
“Han sido acusados injustamente; si el juicio va conforme a derecho serán declarados inocentes”
“Todo el mundo sabe que han sido acusados injustamente; si el juicio va conforme a derecho serán declarados inocentes,” explicaba un amable Grekos. “Pero sabiendo cómo funciona la justicia en Grecia, nos esperamos cualquier cosa”.
Sila, el joven guineano, no comparte esa presunción de inocencia. “En Europa hay partidos de derechas, como el de Le Pen en Francia, o el de Rajoy en España. Pero Amanecer Dorado no es simplemente un partido de derechas, es un partido criminal, nazi. ¿Cómo puede existir algo así en Europa?” acusa. Hace dos años, Sila fue golpeado por presuntos militantes de la ultraderecha hasta quedar inconsciente en las inmediaciones de una comisaría, asegura. Se despertó horas después en el hospital. No denunció: “Todos sabemos que la policía está compinchada con ellos”.
Desde que en 2013 dio comienzo el macroproceso, la formación ultranacionalista ha permanecido aparentemente aletargada y ha detenido, casi por completo, las agresiones a extranjeros y militantes de izquierdas. Pero en el último mes, ante la inminencia del juicio, se ha producido un cierto resurgimiento. Según denunciaba el Consejo Griego para los Refugiados, un joven paquistaní fue atacado con puños americanos por desconocidos hace varias semanas.
Omar [nombre ficticio] es otra de las víctimas recientes. El refugiado palestino abandonó un bar con dos amigos tras verse envuelto en una discusión. A los pocos minutos, unos 20 hombres con la cabeza rapada les atacaron con palos. A pesar de las insistentes llamadas a la policía, ésta nunca se personó en el lugar de los hechos, enviando tan sólo una ambulancia que llegó hora y media más tarde.
Durante la propia jornada de la primera vista, tres testigos de la acusación que iban a declarar fueron golpeados por desconocidos, a escasos 200 metros de la entrada de la prisión. Uno de ellos tuvo que ser internado con graves contusiones.
Amanecer Dorado se dio a conocer desde los inicios de la crisis económica por sus brutales ataques a inmigrantes, que en su mayoría quedaban impunes. Pero la gota que colmó el vaso llegó en septiembre de 2013, cuando el rapero antifascista Pavlos Fyssas moría a manos del militante neonazi Yorgos Rupakiás. Los hechos ocurrían tras una discusión de bar, en Keratsini, un suburbio ateniense de clase obrera. Rupakiás confesó el crimen.
Era el momento que esperaba la fiscalía: poco después los principales líderes del partido fueron detenidos, al hallarse evidencias como las comunicaciones telefónicas de la célula local a la que pertenecía Rupakiás con las oficinas centrales, en los momentos previos a la agresión. El partido neonazi se escuda, no obstante, en que una formación política no es responsable del comportamiento de cada uno de sus miembros.
El sumario revela una estructura política y otra encargada de atacar físicamente a los “enemigos”
“Si queremos que se les sentencie como organización criminal, es porque sus crímenes no parten de iniciativas personales de los miembros, sino de la organización en su conjunto, a través de sus ‘batallones de asalto’”, explica a este medio Petros Konstandinou, coordinador de KEERFA. Esta organización antirracista es una de las que constituyen la iniciativa Jail Golden Dawn (Amanecer Dorado a la cárcel, en inglés), que busca que la formación responda por todos los crímenes que se le atribuyen. “El asesinato de Pavlos Fyssas estaba preparado, ya que todos los miembros del grupo local se organizaron para ello,” asegura.
Los registros domiciliarios arrojan también indicios del carácter paramilitar del partido, como la existencia de verdaderos arsenales con armas de fuego y los vídeos que muestran a los miembros recibiendo entrenamiento militar. Las más de 10.000 páginas del sumario de instrucción revelan una organización piramidal fuertemente jerarquizada, en la que el líder preside una estructura política y otra operacional, encargada de atacar físicamente a los “enemigos”. Y es que la agresión fatal contra Fyssas no es la única que ahora se juzga.
“También destacan los ataques contra sindicalistas del Partido Comunista, que fueron ordenados por la patronal, que quería montar un sindicato amarillo en contra de los trabajadores. Sólo con esto se cuentan docenas de intentos de asesinato,” relata Konstandinou. “Por otra parte están las agresiones contra los pescadores egipcios: el propio [diputado Yanis] Lagós anunció que organizarían comandos para limpiar la zona. En Petrálona asesinaron al trabajador paquistaní Shejzad Luqman, y en total se contabilizan agresiones contra más de 1.000 inmigrantes. 150 de ellas tuvieron lugar en un sólo día, en 2013, cuando organizaron un progromo contra extranjeros en el centro de Atenas,” resume el activista antirracista.
13 de los 17 diputados actuales de Amanecer Dorado fueron reelegidos estando ya en la cárcel
La Constitución griega no permite que un partido político sea declarado ilegal, y todos los expertos en derecho coinciden en que se trata de un juicio extremadamente complejo. El consejo judicial encargado de formular los cargos decidió que se mantuvieran finalmente los de dirección y pertenencia a banda armada -tipificados en el código penal con un mínimo de 10 años de cárcel-. Uno de los tres miembros votó sin embargo en contra, al considerar que sin que existan objetivos de beneficio financiero no se puede hablar de organización criminal.
La imputación de sus líderes no afectó, en cualquier caso, los resultados electorales de Amanecer Dorado, que en los recientes comicios de enero se posicionó como tercera fuerza política, con un 6,3 por ciento de los votos, ni ha erosionado el apoyo entre sus bases. Trece de los 17 diputados actuales fueron reelegidos estando ya dentro de la cárcel, con emotivas arengas por teléfono en las que se definían como presos políticos.
“Si hubiera pruebas incriminatorias, hubieran sido condenados hace meses”, afirma convencido Stelios, un jubilado seguidor de Amanecer Dorado, en un acto del partido con motivo del Día Internacional contra el Racismo. En una sorprendente vuelta de tuerca, la formación denuncia en esa jornada el “racismo contra los griegos, en su propio país”. Para Stelios y sus compañeros, todo es culpa de los tejemanejes políticos del anterior Gobierno, encabezado por el conservador Andonis Samarás, que temía que sus votantes huyeran hacia la ultraderecha.
“Si los nuestros van a la cárcel, deberían ir todos los partidos, porque todos tienen a algún criminal. Amanecer Dorado es la única formación que ha sido controlada por la policía financiera, y la caja estaba limpia y sin dinero negro. Entonces no se puede hablar de banda criminal,” señala con agresividad el jubilado.
No son pocos los seguidores del partido que creen que, tras un inminente fracaso del nuevo Ejecutivo de Syriza, llegará el turno de los “nacionalistas”, como ellos se definen. El gobierno liderado por Alexis Tsipras, por su parte, ha mantenido una actitud moderada con respecto al partido neonazi, haciendo hincapié en su deseo de que la Justicia siga su curso, y evidenciando por otro lado algunas divisiones internas. Mientras que algunos parlamentarios abogan por expulsar a los ultranacionalistas de la vida política a cualquier precio, otros miembros del gabinete y la propia presidenta de la Cámara han puesto en duda la constitucionalidad de algunas votaciones -a las que no se permitió asistir a los diputados encarcelados-, o han señalado la necesidad de que Amanecer Dorado reciba su espacio correspondiente en la nueva televisión pública.
Los alcaldes de la zona no quieren que el macrojuicio se realice en la cárcel por temor a manifestaciones
“Estamos satisfechos de que -aunque con el retraso típico y tan sólo después de que los “batallones de asalto” de Amanecer Dorado cometieran asesinatos y graves agresiones contra cientos de inmigrantes y ciudadanos griegos-, la organización nazi tenga que dar cuenta de sus actos a la justicia,” señalaba un comunicado emitido por Syriza recientemente.
Pero para el Gobierno, el macroproceso se ha convertido en un nuevo quebradero de cabeza. La propia localización del juicio no ha dejado de causar problemas, con el ministro de justicia Nikos Paraskevópulos pasándole la pelota al Tribunal competente. Éste, por su parte, asegura que no hay otra localización en condiciones de ser utilizada.
Por una parte, los alcaldes de Koridalós y de los municipios colindantes -todos ellos elegidos por Syriza- se han rebelado e intentan forzar por todos los medios el traslado. “Hay 11 centros de enseñanza a muy poca distancia de la cárcel,” explica en su despacho Stavros Kasimatis, el alcalde de Koridalós. “Durante el tiempo que dure el juicio va a haber movilizaciones antifascistas, y no quiero ni imaginar qué ocurrirá si Amanecer Dorado también se manifiesta. Este barrio no puede soportar algo así, ¿cómo van a pasar cada día los alumnos el cordón policial enseñando su carné de identidad?” interroga.
Es por ello que los centros educativos y los servicios municipales permanecerán cerrados hasta que el juicio sea trasladado. Además, asegura el alcalde, se trata de una zona “cargada emocionalmente”. “A un kilómetro de aquí fue donde mataron a Fyssas,” tercia, “¿dónde se ha visto que un crimen sea juzgado en el lugar en que se produjo?”
No se han investigado posibles conexiones de Amanecer Dorado con empresarios, policía, poder judicial, servicios secretos…
Pero el emplazamiento guarda aún más motivos de controversia. Varias organizaciones de derechos humanos denuncian que una ubicación tan apartada y que no permite una adecuada cobertura de los medios no garantiza la transparencia y publicidad del juicio.
Esta denuncia se suma a la de las supuestas irregularidades del proceso. Un grupo de abogados de la iniciativa Jail Golden Dawn critica, sin ir más lejos, que no se hayan investigado las supuestas conexiones de Amanecer Dorado con empresarios, policía, poder judicial, políticos de otras formaciones e incluso con los servicios secretos, conocidos por las siglas EYP. “El director de la tercera división de contrainteligencia del EYP, que estaba encargado de “investigar” las actividades de Amanecer Dorado, dimitió de su cargo cuando se desplegó el caso contra el partido,” escriben en un informe. “Fue nombrado por el primer ministro Andonis Samarás, a pesar de que no era un secreto que era pariente de un diputado de Amanecer Dorado”.
“No creemos que la justicia sea independiente,” confiesa Konstandinou, el coordinador de KEERFA. “Está muy cercano aún el ejemplo de Manolada. Toda Grecia vio cómo unos agricultores la emprendían a tiros con sus empleados extranjeros, pero la mitad de los acusados fueron absueltos, y quienes denunciaron tienen que pagar ahora 360 euros por cabeza por los costes del juicio,” lamenta el activista, que critica no sólo los retrasos en el inicio del proceso judicial, sino también la localización.
“Lo que quieren es que todo esto pase lo más inadvertido posible, para que finalmente los acusados caigan en blando,” remata. “Pero como organización estamos tratando de movilizar a la sociedad y de hacer presión para que se haga justicia.”
¿Te ha interesado este reportaje?
Puedes ayudarnos a seguir trabajando
Donación única | Quiero ser socia |