Entrevista

Loretta Napoleoni

«Al Qaeda ya ha pasado su cénit»

Darío Menor
Darío Menor
· 13 minutos
Loretta Napoleoni (Roma, 2008) |  ©  Darío Menor
Loretta Napoleoni (Roma, 2008) | © Darío Menor

Roma | Julio 2008

Loretta Napoleoni, nacida en Roma en 1955 pero afincada en Gran Bretaña, es una de las mayores expertas internacionales en terrorismo y su financiación. Acaba de presentar en Italia su última obra, “Economía canalla: el lado oscuro del nuevo orden mundial”, que llegará a España a principios de mayo editada por Paydos.

Recientemente ha advertido del desafío que supone la inmigración ilegal para Europa y especialmente para España. ¿Considera que este hecho se debe a las características geográficas de España o está también motivado por una inoperancia del Gobierno?

España está en la primera línea del tráfico de seres humanos, que entran por la costa y por la frontera del norte de África. No se puede echar la culpa a los políticos de este hecho, se debe a una cuestión geográfica, a que España tiene mucha costa y a su proximidad con el norte de África. Estos inmigrantes ilegales pueden ser explotados en el mercado español que, a diferencia del italiano, no está todavía saturado. Mientras en Italia las calles están llenas de sin papeles que venden todo tipo de productos, en España todavía no se ha llegado a ese punto. Hay que tener en cuenta que este problema no sólo afecta a los españoles, ya que los ilegales pasan luego a otros países europeos. El Gobierno español está estudiando qué hacer, pero es casi imposible encontrar una solución.

«En la economía pesquera ilegal, España, con el puerto de Gran Canaria, es el centro más importante de Europa»

¿Debería la UE impulsar una legislación más severa referente a la inmigración?

Sí, es necesaria una legislación única europea y un control más minucioso por parte de todos los países de la UE.

En su libro describe la importancia del puerto de Las Palmas de Gran Canaria en el entramado de la pesca ilegal internacional.

He hecho entrevistas con personal de la FAO y especialistas en pesca de las organizaciones internacionales, entre los que este asunto es conocido. En España además existe otra situación muy denunciable: el fraude del atún, en el que también están inmersos Italia, Francia y Libia. En la economía pesquera ilegal, España, especialmente con el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, es el centro más importante de Europa. Desde Las Palmas, la pesca es distribuida al resto del continente, por lo que el problema no es sólo español, es de todos los países miembros de la UE. También afecta a África, China y Japón. Además de Las Palmas, el mismo problema también se da en el Báltico o frente a la costa inglesa. A estos puestos llegan las capturas y no se sabe si han sido pescadas ilegalmente o no. El gran problema es cómo controlar un mercado prácticamente incontrolable. Nadie controla los mares. Es necesaria una legislación más fuerte por parte de las organizaciones supranacionales y de los propios países.

«Me parece positiva la iniciativa de algunas instituciones europeas de formar a los imames»

Como experta en terrorismo, ¿considera que la inmigración musulmana en Occidente puede servir como quinta columna del terrorismo islámico?

No. La situación de estos inmigrantes en España es similar a la que hay en Inglaterra: hay algunas zonas donde estas personas viven concentradas y hay un nivel de integración bajo, especialmente entre los jóvenes. Es en estas bolsas de población entre los que se mueven los reclutadores, que hacen proselitismo y consiguen que algunos jóvenes ya radicalizados caigan en sus redes. Pero esto no quiere decir que la población inmigrante musulmana sea radical, al contrario, precisamente estas personas sufren especialmente este fenómeno. Hay que trabajar con los elementos moderados para ser capaz de prevenir la radicalización. En esta línea, me parece positiva la iniciativa de algunas instituciones europeas de formar a los imames.

¿Cómo están relacionados los productos falsos y la “economía canalla”?

La falsificación es un problema. Ya el hecho de poner una marca a un producto que no es de esa marca es una ilegalidad, pero lo más preocupante son los riesgos para la salud. Recordemos el reciente caso de las pastas de dientes falsas, por ejemplo. En el libro hablo de cómo la diferencia entre las falsificaciones y los originales es cada vez menor, por lo que llegará un momento en el que será imposible diferenciar entre uno y otro. El campo más peligroso de las falsificaciones son los medicamentos falsos: cada año 500.000 personas mueren por tomar este tipo de medicinas. La cifra se espera que llegue a duplicarse en los próximos años, afectando especialmente al Tercer Mundo. Ahora, Occidente sólo se preocupa por las falsificaciones que aparecen por Internet de productos como Viagra y otros por el estilo, aunque pronto deberá afrontar el riesgo de medicamentos falsos dedicados realmente a enfermedades, no sólo a mejorar la calidad de vida. Ya se han dado algunos casos en Estados Unidos o Inglaterra, y vendrán más.

¿Quién tiene la culpa de esta situación?

Es un fenómeno general del mercado, no se puede hablar sólo de la responsabilidad de los fabricantes chinos o de los empresarios europeos. Muchas veces, las falsificaciones llegan a los mercados sin que el importador ni siquiera lo sepa. En el libro cuento el caso de una partida de falsa glicerina que causó un gran número de muertos. Salió de China con certificados falsos y, debido a la falta de controles exhaustivos, fue distribuida por Centroamérica.

También son significativas las falsificaciones de productos de lujo y las consecuencias que provocan en los países de origen.

«En el momento en que la política pierde el control de la economía, ésta se convierte en canalla»

El principal problema es el oro ensangrentado de Congo. Se vende como si fuera oro de Uganda aunque este país no tiene apenas producción. Al comprar una joya fabricada con este oro, el consumidor se convierte también en culpable y, lo peor, es que no puede hacer nada para saber si ese producto proviene de la “economía canalla”. Desgraciadamente, parece no haber solución. Es un proceso que ya surgió en el pasado, con la caída del Imperio Romano o con la Revolución Industrial. En el momento en que la política pierde el control de la economía, ésta se convierte en canalla. En el proceso de desarrollo de la “economía canalla” llegará un momento en que los nuevos poderes, como China o las finanzas islámicas, impongan un nuevo modelo político. En ese punto, la economía volverá a una situación de equilibrio.

Entonces, ¿la “economía canalla” es el fracaso de la política?

En un cierto sentido sí, pero diría mejor que el fracaso de la política crea las condiciones ideales para que surja la “economía canalla”.

¿Existe una conexión entre “economía canalla” y terrorismo?

Sí, la financiación del terrorismo en una situación de “economía canalla” es más fácil, hay más oportunidades debido a la ilegalidad y a las zonas grises donde la economía no está regulada, donde no hay leyes. Sin embargo, no se puede decir que la “economía canalla” sea la causa del terrorismo.

«Las finanzas islámicas, que prohíben la especulación, pueden oponerse a la “economía canalla”»

¿Considera que la guerrilla colombiana de las FARC son un ejemplo de esta conexión?

Sí, porque se financian por medio del narcotráfico; sin esta fuente de ingresos no podrían haber sobrevivido. En los 80 sólo quedaba un par de centenares de guerrilleros y no tenían casi actividad. Sin el control de la droga no continuarían, aunque hay que tener claro que no ha sido el narcotráfico el responsable de la creación de las FARC.

¿Ha aumentado el número de mafias y su poder debido a esta situación de “economía canalla”?

Con este contexto económico se potencian las oportunidades para las organizaciones criminales, pueden ampliar sus negocios y enriquecerse aún más. Un ejemplo es la mafia rusa, que antes de la caída del Muro de Berlín ni siquiera existía. Se trata de un fenómeno reciente que deriva de la disolución del comunismo. En Rusia, en los años 70 existía el crimen organizado, por su puesto, pero no al nivel de hoy. La globalización es un elemento muy positivo para la “economía canalla”, nos hemos encontrado con un mundo nuevo, con contextos políticos diferentes derivados, entre otros aspectos, de la caída del comunismo.

¿El euro ha facilitado aún más estos “negocios canallas”?

Sí, la caída del Muro de Berlín creó las condiciones ideales, pero la introducción del euro ha sido clave. No obstante, no se trata de un fenómeno solo, también aparecen otros elementos que hay que tener en cuenta.

En su libro habla de la posibilidad de que la banca islámica, que sigue las leyes de la charia, pare los pies a la “economía canalla”.

Las finanzas islámicas, gracias a su código ético que prohíbe actividades particularmente canallas como la especulación o la inversión en juegos de azar o prostitución, puede oponerse a la “economía canalla”. Debido a este código ético, el inversor controla de modo muy atento dónde va su dinero. Esto no sucede en el sistema capitalista.

¿Hay algún país que se beneficie más de la “economía canalla”?

No, se trata de un fenómeno global. Hay países como China donde estos negocios les resultan positivos y otras zonas, como Occidente, donde el impacto es negativo. De esta manera, el centro del mundo girará hacia Oriente y Europa se quedará en cierta manera en la periferia.

¿Cómo funciona el lavado de “dinero negro” a gran escala, elemento de vital importancia para estos negocios ilícitos?

El centro de lavado de dinero es Europa. La cocaína, por ejemplo, parte de Colombia y llega a nuestro continente, donde se vende en euros. Este dinero es transportado de una parte a otra de Europa en líquido hasta que se invierte. Las principales beneficiadas son las grandes mafias europeas, como la ‘Ndrangheta o Cosa Nostra. Es interesante resaltar que hay una red de abogados y hombres de negocios que se dedican a realizar y tapar estas actividades.

«Llega un momento en que la población se cansa de morir y de matar. Iraq está en esa fase decreciente»

Su libro anterior fue sobre el terrorista Al Zarqawi. ¿Ha mejorado Iraq tras su muerte?

Ahora mismo la situación es mejor en Iraq, pero no por la muerte de Al Zarqawi sino por el aumento de tropas estadounidense del año pasado. Además, está pasando lo que ya sucedió en los Balcanes: llega un momento en que la población se cansa de violencia, de morir y de matar. Iraq está en esa fase decreciente. Sin embargo, el verdadero problema está en Afganistán, donde continúa la espiral de violencia.

¿Considera más peligrosa a Al Qaida o a su ideología, lo que usted llama el “alqaidismo”?

La ideología de Al Qaida se ha globalizado. El 11-M en Madrid, por ejemplo, no ha estado causado por problemas internos de España, sino por la presencia de tropas españolas en Iraq. En los próximos años, no creo que el “alqaidismo” se desarrolle más, llegó a su cenit en 2004 y 2005. A pesar de lo que digan los políticos, no me parece que ahora sea un fenómeno tan preocupante como entonces. Cuando la guerra de Iraq termine, quedará el problema de individuos radicalizados que vuelven a Europa. España debe estar muy interesada en este fenómeno, porque son muchos los inmigrantes musulmanes llegados a España que luego se trasladaron a Iraq para luchar como yihadistas.

«Muchos los inmigrantes musulmanes llegados a España se trasladaron a Iraq para luchar como yihadistas»

¿Cómo se puede combatir este fenómeno?

Se podrá resolver de manera fácil a través de una política de prevención. Será necesario controlar a estos individuos, sus movimientos y documentos. El mayor peligro era que el “alqaidismo” fuera capaz de movilizar a las masas de musulmanes inmigrados a Europa. Esto no ha sucedido, sólo un porcentaje muy pequeño de los inmigrantes musulmanes se radicaliza. Más peligrosos que estos individuos son las imágenes en las que se veía cómo las tropas occidentales maltrataban a los iraquíes. Esta humillación tenía un gran impacto entre la población inmigrante musulmana de Europa. Afortunadamente, la situación hoy no es tan dramática como en 2004 o 2005. Ni siquiera la condena a los autores del 11-S puede ser vista como una humillación a la población musulmana. Además, Iraq tiene más repercusión que Afganistán porque los iraquíes son árabes, los afganos no.

¿Cree que la banca islámica puede ser un elemento positivo para propiciar la integración de los inmigrantes musulmanes?

La banca islámica puede ser de ayuda, porque cuenta con el microcrédito, un elemento creado de las finanzas islámicas. De hecho, el primer ejemplo nos viene de Bangladesh, del premio Nobel Mohamed Yunus. Por tanto, puede dar a estos inmigrantes la oportunidad de empezar pequeños proyectos con los que mejorar su vida y, al mismo tiempo, integrarse en la sociedad.

¿Qué piensa de la reciente declaración del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, en Alemania en la que afirmó que la integración de los inmigrantes era una aberración?

La integración no es algo negativo desde el punto de vista de la identidad. Yo vivo en Inglaterra, soy italiana, no me siento inglesa pero me siento integrada en la sociedad.