Entrevista

Nawal Saadawi

Ilya U. Topper
Ilya U. Topper
· 13 minutos
Nawal Saadawi (Madrid, 2008)| | © Ilya U. Topper
Nawal Saadawi (Madrid, 2008)| | © Ilya U. Topper

A sus 76 años, Nawal Saadawi no ha perdido la calidez inmediata ni la capacidad de convertir una entrevista en un enardecido debate, punteado por la espontánea risa de la anciana activista, escritora y médico. Irreductible en sus convicciones, crítica feroz de toda religión, Nawal Saadawi sigue fiel a los planteamientos ilustrados que han definido toda su vida. Contempla con un optimismo de vieja combatiente las últimas décadas que han dado al traste con los derechos que su generación consiguió.

¿Cómo se convirtió en activista a favor de los derechos de las mujeres?
Desde que era una niña, en mi aldea, vi que había discriminación entre mi hermano y yo, sólo porque él era un chico. Yo era la mejor de la clase en el colegio y él solía suspender, yo aprobaba siempre y además trabajaba en casa, cocinaba con mi madre, limpiaba… Mi hermano ni trabajaba en clase ni en casa, y aun así tenía muchos derechos. Ahí me rebelé contra mi familia, porque me dijeron: es lo que Dios dijo, él es un chico y tú eres una niña. Yo dije: para mí, Dios es justicia. Si Dios no es justo, no estoy dispuesta a creer en Él.

Empezó a rebelarse pronto…
Fui muy rebelde de niña. Ahí tenía nueve o diez años. La primera carta que escribí cuando aprendí a leer era dirigida a Dios y le dije: Dios, debes ser justo. Si no eres justo y prefieres a mi hermano, no estoy dispuesta a creer en ti [se ríe].

¿Así se hizo feminista?
No sólo feminista. En el colegio preferían a las niñas que venían de familias ricas. Había una discriminación de clases y mi familia no era rica, así me rebelé contra los profesores. Y luego me seguía rebelando: me manifestaba en las calles con los estudiantes cuando estaba en Secundaria —eso fue en los años cuarenta— y protestaba contra el rey Faruq y el colonialismo británico. Cuando llegó al poder Gamal Abdel Nasser, en 1952, estábamos felices de que nos habíamos librado del rey, pero luego nos rebelamos contra Nasser…

Nawal Saadawi (2008)| | © Ilya U. Topper
Nawal Saadawi (2008)| | © Ilya U. Topper

Rebelde eterna

Empezó a rebelarse en la casa familiar de su aldea egipcia y no ha dejado de hacerlo nunca. Nawal Saadawi (Kafr Tahla, en el delta del Nilo, Egipto, 1931), icono del feminismo árabe, lleva desde su adolescencia luchando por la liberación de las mujeres árabes y se ha convertido en una de las representantes más conocidas del feminismo en el mundo islámico, un movimiento que agrupa a numerosas y destacadas intelectuales desde Marruecos a Bangladesh.

Tras estudiar en El Cairo y en Nueva York, Saadawi trabajó durante dos décadas como médico. En 1967 fue nombrada directora de Salud Pública del Ministerio de Sanidad egipcio. Fue destituida en 1972 tras publicar un estudio sobre la sexualidad de la mujer egipcia. En 1981 fue encarcelada pero liberada tres meses más tarde, tras la llegada al poder de Mubarak.

En la última década ha sufrido crecientes presiones de los sectores fundamentalistas, hoy mucho más presentes en el país que en su juventud. Incluso se ha visto varias veces en los tribunales, acusada de ‘apostasía’ por sus escritos, poco complacientes con el papel de la religión. Ganó el último proceso de este tipo en mayo pasado.

Como escritora, Nawal Saadawi se inició ya en los años cincuenta con varios tomos de relatos cortos, pero se hizo un nombre internacional con Mujer en punto cero (1976), un crudo y emotivo retrato de la posición de la mujer en la sociedad egipcia, y con ‘Dios muere a orillas del Nilo’ (1979). Sus ensayos sociológicos, inspirados en su trabajo como médico entre las capas pobres, no han perdido vigencia hoy ante la oleada del fundamentalismo religioso que afecta, según ella, no sólo Egipto sino el mundo.

¿El Gobierno de Nasser no trajo los cambios que se esperaban?
Las cosas no cambiaron tanto: no había socialismo, no llegó la igualdad. Luego murió Nasser y le sucedió Anuar Sadat, que trajo a los norteamericanos y el neocolonialismo… y también al movimiento fundamentalismo de los Hermanos Musulmanes. Ahí, Egipto empezó a ir cada vez más hacia atrás. Sadat me metió en prisión, pero también bajo Hosni Mubarak tuve que luchar… He luchado contra todos los regímenes, desde el rey Faruq a Mubarak, pasando por Nasser y Sadat. Porque no trabajaban por la igualdad.

¿Perdió la esperanza en los dirigentes?
No creo que haya Gobierno alguno que trabaje por la igualdad del pueblo. La gente debería unirse y luchar por su libertad. No es el Gobierno el que nos dará libertad. Es el empuje del pueblo el que cambia las leyes.

¿En qué país árabe el movimiento feminista es más fuerte y organizado?
Diría que en Egipto; es vanguardista. Incluso bajo la opresión actual, las mujeres egipcias estamos luchando. Nuestra asociación fue clausurada pero funcionamos todavía.

¿Cómo ha evolucionado el papel de la mujer desde los años cuarenta?
Hay un cambio a mejor y a la vez a peor. Porque la historia va así, en zigzag. Dos pasos adelante y uno atrás. Soy optimista, porque progresamos: mi vida es mucho mejor que la de mi madre y la vida de mi hija será mejor que la mía. Progresamos, pero a veces hay un retroceso.

¿Cómo se manifiesta esta involución en la sociedad egipcia?
A mí me llevaron a los tribunales por escribir un drama. Dicen que este drama iba en contra de Dios. Me acusaron de apostasía. Gané el caso en mayo, hace sólo un mes. Pero hace 50 años, algo así jamás habría pasado. Un escritor egipcio escribió entonces que era ateo y nadie le dijo nada. Hoy, en Egipto se vuelve al velo, se vuelve a practicar la circuncisión de las niñas. Un 97% de las familias practica la circuncisión en Egipto. El 3% que no lo hace pertenece sobre todo a las clases altas. También los cristianos coptos en Egipto circuncidan tanto a las niñas como a los niños. Estoy también en contra de la circuncisión de los niños, pero de eso apenas se habla, en parte por la influencia de la presión judía…

«Vivimos un paso atrás: quieren incluso volver a la virginidad»

La circuncisión masculina es universal en el mundo islámico, la femenina apenas se practica en Egipto y al sur del Sáhara.
También en Arabia Saudí… Pero en todo caso, como médico estoy en contra de cortar ninguna parte del cuerpo de un niño, excepto cuando sea realmente necesario.

¿No cree que la circuncisión femenina es mucho más grave que la masculina?
No podemos decir que una sea peor que otra: se provoca una herida, el niño sufre y pierde una parte importante de la cubierta del pene, la niña pierde el clítoris, que es una parte muy importante en el placer sexual. Estoy en contra de ambas. La circuncisión femenina está prohibida en Egipto.

¿No se persigue?
La ley lo prohíbe pero el 97% la practica y no pueden perseguir al 97% de la gente. Casi todas las chicas son circuncidadas ahora y casi todas se ponen el velo. El velo y la circuncisión van juntos. Es por la influencia de los Hermanos Musulmanes y los cristianos religiosos…

¿A qué se debe este retroceso?
Estamos viviendo ese paso hacia atrás en todo el mundo. Creo que España es una excepción, porque hay un Gobierno socialista. Pero yo enseño en Estados Unidos y las mujeres en Norteamérica están perdiendo su poder y sus derechos a causa del movimiento fundamentalista cristiano en alza. Quieren volver a la virginidad ¿te lo puedes imaginar? Acaban de anular el matrimonio de una chica en Francia porque no era virgen. ¡Volver a la virginidad en París…! Es un retroceso universal: hay un fundamentalismo cristiano que apoya a George Bush y un fundamentalismo judío en Israel, pero en el mundo árabe es más fuerte.

¿Por qué?
No es por el islam, desde luego. Estudié las religiones, he leído los tres libros santos, el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y el Corán y resulta que el islam es más liberal que el cristianismo y éste es más liberal que el judaismo, si se comparan. Las tres religiones son patriarcales, las tres apoyan el racismo, la inferioridad de la mujer y la guerra contra los infieles. El concepto de los infieles fue creado por el judaismo y luego está en el cristianismo y el islam. Hay una dictadura en las tres religiones, es menor en el islam porque llegó más tarde.

Según los textos sagrados.
Según los textos sagrados, según la esencia de la religión, eso es. Si nos vamos a la realidad social y al sistema político y económico, la cosa es muy diferente.

«Judaismo, cristianismo e islam apoyan la inferioridad de la mujer»

¿Y por qué las mujeres en las sociedades cristianas son más liberales que en las árabes?
No porque el islam sea más retrógrado sino porque los países árabes fueron colonizados. El desarrollo cultural, intelectual y económico fue frenado por el colonialismo. Los británicos colonizaron Egipto y sólo tenían interés en los cultivos de algodón. No querían desarrollarnos; velaron nuestras mentes para que no nos rebeláramos contra ellos. Lo mismo que hace ahora el neocolonialismo norteamericano. Los Gobiernos árabes colaboraron con los británicos y siguen colaborando con los norteamericanos. El problema tiene que ver con la política y la economía, no con el islam o el cristianismo. Las tres religiones son patriarcales y opresores.

Quiénes más se oponen a la liberación de la mujer no son los Gobiernos sino los movimientos de oposición islamistas.
Sí, pero ¿quién los apoyó primero? El presidente Anuar Sadat. Durante diez años, Nasser frenó a los Hermanos Musulmanes y los metió en la cárcel, al igual que a los comunistas. Pero las potencias coloniales estaban en contra de Nasser porque llevó al pueblo egipcio hacia la independencia y nacionalizó el Canal de Suez, los bancos… Cuando murió dieron mucho poder a Sadat y a los Hermanos Musulmanes.

¿Diría que los movimientos islámicos integristas fueron fomentados por el poder?
¿Quién les dio las armas a los Hermanos Musulmanes? ¿Quién entregó armas a Osama Bin Laden y Al Qaeda para combatir a la Unión Soviética en Afganistán? La CIA armó a Bin Laden y a todos estos jóvenes islámicos, entusiastas, desempleados, pobres, y los entrenó para combatir en Afganistán y matar a comunistas. Cuando el comunismo falló y colapsó, estos fanáticos regresaron y empezaron a matar a gente en nuestros países, oprimiendo a las mujeres. El movimiento fundamentalista islámico es el hijo de la política norteamericana. Bin Laden y George Bush son gemelos. Se crearon mutuamente y no pueden vivir el uno sin el otro. Aunque a veces se peleen… Esta relación está en la raíz del poder actual de los Hermanos Musulmanes en Egipto.

Pero el velo es cada vez más popular en Egipto, no se impone por la fuerza.
¿Por qué hay profesoras de universidad que se lo ponen? Porque tienen la mente velada. Por ignorancia. Por su infancia: millones de personas en España, en Estados Unidos o Egipto son educadas por padres religiosos, van a la iglesia o a la mezquita, y la religión entra en la psique infantil. Incluso si crees en la ciencia, en Darwin y la evolución, y no en que el mundo fuera creado en seis días, tu psique sigue siendo religiosa y tiene miedo a Dios. Conocí a profesores de Ciencia en Estados Unidos que no creen en Dios con el cerebro, pero sí con el corazón.

Muchas chicas que se ponen el pañuelo tienen padres menos religiosos que ellas. ¿Por qué adoptan estas normas?
Hay muchos motivos. Entre las mujeres musulmanas que viven en países occidentales, muchas se ponen el velo y a veces no tiene nada que ver con la religión: es una protesta contra Occidente. Porque “Occidente nos desprecia” o “nos considera tercermundistas” y estamos desempleadas… Los motivos son sociales y políticos, además de religiosos.

¿Qué opina del ‘feminismo islámico’ como ideología que quiere reforzar y ampliar el papel de la mujer en la sociedad sin apartarse de las estrictas normas religiosas?
No creo en un feminismo cristiano ni judío ni islámico. El concepto real de la liberación de la mujer es antagonista a toda religión. Excepto si interpretas la religión de una manera completamente distinta. Unas cristianas feministas en Estados Unidos me contaron que han descubierto algo: Jesucristo fue una mujer negra. ¿Eso es cristianismo? Hay muchas mujeres musulmanas que reinterpretan en Corán a favor de la mujer, pero eso ya no es la misma religión. Si Dios volviera a la Tierra y escuchara lo que dicen ellas…

¿Se define como feminista?
No sólo como feminista sino como ‘socialista feminista histórica’. Histórica porque dependo de mi historia, la de mi madre, la de mi abuela. Me inspira la lucha de mi abuela y de mi madre, me hice feminista sin leer nada del feminismo occidental. Socialista, porque estoy en contra de la desigualdad de las clases, en contra del capitalismo y el feudalismo. Y feminista, porque estoy en contra del predominio del varón. En la familia, en la calle y a nivel global.

¿Cree que el feminismo árabe sólo se debería inspirar en la historia árabe?
¡No! Aprendemos unas de otras. Aprendo de las mujeres españolas, me cuentan sus experiencias, yo les cuento las mías. Construimos sobre nuestra historia y sobre el presente, nuestros encuentros con otras feministas, otras socialistas. Porque no hay una civilización pura. Ni árabe ni europea. Ni un feminismo europeo o árabe puro. Todo está mezclado, todos somos mestizos.

Hay quien dice que las feministas árabes copian un modelo europeo.
Eso es eurocentrismo: pensar que Europa lo es todo. O América. Como algunos árabes piensan que ellos son la cumbre. Es ridículo. Quienes dicen eso no nos conocen. No leen nuestros trabajos.