Argelia
Creado como estado: 1962 (independencia de Francia)
Capital: Argel
Población: 38 millones
Lenguas: árabe (oficial), magrebí, tamazigh / cabilio, tamasheq (minoría), francés (de facto cooficial)
Religiones: islam suní (religión de Estado).
Moneda: dinar [DZD] (0,009 € )
Internet: .dz Prefijo: +213-
Gobierno: República presidencialista.
Presidente: Abdelaziz Bouteflika (desde 1999)
Conflictos: Guerra Civil, Sáhara Occidental
Vecinos: Marruecos, Mauritania, Mali, Níger, Libia, Túnez
Ciudades (2008):
Argel: 2,3 mill
Orán: 800.000
Constantina: 448.000
Annaba: 342.000
Blida: 331.000
Batna: 289.000
Argelia es el hermano enemigo de Marruecos. Es el mayor país del Magreb y el segundo mayor de África, aunque su población es sólo ligeramente mayor a la de su vecino y menor que la de España. También es una de las naciones más jóvenes de la región: el territorio alrededor de Argel fue tomado a inicios del siglo XVI por los piratas Barbarossa que se adhirieron al Imperio otomano, en continua lucha contra España, que también intentaba hacerse con estas costas.
En 1830, Francia invadió la zona y estableció una colonia que fue expandiendo hasta las fronteras actuales y que legalmente formaba parte del Estado francés como colonia (a diferencia e Marruecos y Túnez, que fueron protectorados). En 1870 concedió la nacionalidad francesa a los judíos argelinos, pero no a los musulmanes. En 1926 empezó un primer movimiento independentista, Estrella Norteafricana, dirigido por Messali Hadj e inspirado en ideas comunistas. En 1954, el Frente Nacional de Liberación (FNL) inició una guerra independentista que duró ocho años, combatiendo no sólo contra el Ejército francés sino también contra milicias francesas de colonos (conocido como ‘pied-noir’) apoyados por ‘colaboracionistas’ argelinos (los llamados ‘harki’), algo que causó profundas fracturas sociales.
Francia concedió la independencia en 1962 y el FLN convirtió en dogma supremo la ‘arabidad’ de la nueva nación, expresado por el ‘padre de la independencia’ Ahmed Ben Bella —de origen bereber marroquí con estudios franceses pero deficiente dominio del árabe— en la frase «Somos árabes, somos árabes». En las décadas siguientes, Argelia ‘importó’ grandes contingentes de profesores egipcios para arabizar la población y relegó el francés, aunque en literatura y prensa ha mantenido una posición importante hasta hoy.
Durante la guerra fría, Argel apostó por el bloque comunista e instauró un socialismo burocrático, siempre bajo el mando del partido único FLN, que impidió el progreso social pese a las abundantes reservas de petróleo y gas. Respaldó el movimiento independentista del Frente Polisario en el Sáhara Occidental y acoge hasta hoy a los refugiados saharauis cerca de Tinduf.
En los años ochenta, bajo el presidente Chadli Bendjedid, la arabización se combinó con la islamización. Tras la ‘primavera bereber’ de 1980 en la Cabilia, de corte laica, las revueltas de 1988 significaron un pulso entre los movimientos islamistas y el Gobierno. Tras un proceso de democratización, el Frente Islámico de Salvación (FIS) ganó las elecciones de 1991 pero la segunda vuelta fue abortada por un golpe de Estado que dio inicio a la guerra civil argelina, que sólo se fue apagando a inicios del siglo XXI. Aunque teóricamente, el gobierno se impuso a las organizaciones islamistas, en la práctica el país entero ha tomado un rumbo hacia una vida pública cada vez más conservadora y más religiosa, alentada desde el poder mediante la inclusión de fundamentalistas ‘arrepentidos’ en la vida política.
También sigue conflictiva la Cabilia, región montañosa al este de Argel, donde se concentra la mayor parte de la población bereber argelina. Los movimientos políticos cabiles piden el reconocimiento de sus derechos culturales, aunque también hay corrientes separatistas. El enfrentamiento de esta región contra el gobierno central se complementa con su oposición rotunda a las tesis islamistas del FIS.
Geografía
El país se divide en tres zonas: la montañosa franja costera mediterránea es con diferencia la más poblada, donde se desarolla la vida económica y cultural. La falda sur de la cordillera del Atlas y las llanuras del Sáhara, con muy poca población, son fuente de la riqueza del país: aquí se hallan los yacimientos de gas natural y petróleo. Finalmente, el macizo del Ahaggar en el extremo sur es tierra de los tuareg, bereberes que tienen poca conexión con el resto de Argelia.
La mayor parte de los argelinos habla árabe magrebí, aunque alrededor de la quinta parte tiene el tamazigh como lengua materna. Este idioma no fue reconocido hasta la reforma constitucional de 2002 (como «nacional» pero no como oficial), pero se enseña en los colegios como optativa desde 1995.
La ‘Primavera Árabe‘ en 2011 ha tenido escasa repercusión en Argelia. Se han registrado marchas de protesta, pero éstas no han tenido mayores consecuencias en la vida política. En 2019 empezó una nueva oleada de manifestaciones, llamada Hirak (Movimiento), inicialmente como protesta contra la pretensión del presidente, Abdelaziz Bouteflika, paralizado y en silla de ruedas durante años, de presentarse a un quinto mandato. Bouteflika renunció y el poder pasó a Abdelmadjid Tebboune en diciembre de 2019, pero el cambio no cambió el carácter autócrata del Gobierno, respaldado por la cúpula militar.