Iglesias Protestantes
Las numerosas iglesias reformadas, también llamadas protestantes o evangélicas , surgen en Europa central a partir del siglo XV, sobre todo tras la rebelión de Martín Lutero contra el poder central de la Iglesia Católica. Hoy siguen difundidas sobre todo en el norte de Europa y en América y en menor medida en África al sur del Sáhara. Entre las más importantes se cuentan las iglesias anglicanas, las luteranas, las calvinistas, las bautistas, las metodistas… y innumerables ramas menores, sectas y movimientos a menudo fundamentalistas, especialmente en América.
Pese a sus múltiples diferencias, se pueden definir unos rasgos comunes a la mayoría de las iglesias reformadas: rechazan la autoridad de Roma y no creen que el sacerdote tenga poder de absolver al creyente de sus pecados, un acto reservado a Dios. De ahí que no practican la confesión y acentúan la necesidad de la fe absoluta en Dios, única vía de salvación. La lectura de la Biblia, que entre los católicos no se suele fomentar, es una de las actividades primordiales de la devoción reformada.
La mayoría de los colectivos reformados no acepta la ‘demonización’ del acto sexual que forma parte del dogma de la Iglesia Católica, y la gran mayoría de los sacerdotes reformados están casados; por otra parte se observa a menudo una defensa estricta de los valores morales, incluida una moral sexual conservadora.
Iglesia Anglicana
La mayor de todas las Iglesias reformadas es la Iglesia Anglicana, establecida en 1570. Con unos 77 millones de fieles es la tercera mayor congregación cristiana del mundo, tras la católica y la ortodoxa. No tiene una estructura jerárquica: se compone de 38 iglesias esparcidas por los cinco continentes. El arzobispo de Canterbury, en Inglaterra, es el más prestigioso de todos y se le considera cabeza de la Iglesia, pero no tiene autoridad para imponer doctrinas. Las decisiones sólo se pueden tomar en la Conferencia de Lambeth, que tiene lugar cada diez años; la última fue celebrada en verano de 2008. La mayoría de las Iglesias Anglicanas, pero no todas, aceptan la ordenación de mujeres como sacerdotes, y algunas incluso su llegada al obispado.
Desde una reforma administrativa de la Iglesia de Inglaterra, en 1976, el área mediterránea corresponde a tres ‘provincias’ anglicanas: toda Europa, con Turquía, Rusia, el Cáucaso y Marruecos dependen directamente de Canterbury; Sudán pertenece a la Iglesia Episcopal de Sudán, y el resto, desde Argelia a Etiopía y Somalia, Yemen e Irán —excepto Arabia Saudí, que no permite actividades cristianas— a la Iglesia de Jerusalén y Oriente Medio. Se estima que ésta última cuenta con unos 35.000 fieles. En Sudán, la mayoría de los fieles se congrega en la región sur, no islamizada, donde la misión cristiana ha sido eficaz desde el siglo XIX.
El primado de Jerusalén, desde 2007 Munir Hanna Anis, forma parte de la facción conservadora de la Iglesia Anglicana, opuesta a la línea aperturista favorecido por William Rowen, arzobispo de Canterbury hasta 2012, quien favorecía la bendición de uniones homosexuales. La Iglesia de Jerusalén acepta la ordenación de mujeres como diáconas, el escalón más bajo en el clero anglicano, pero no como pastoras o obispas. El actual primado de Canterbury, Justin Welby, antiguo ejecutivo de la industria petrolera elegido en enero de 2013, también se ha pronunciado contra el matrimonio homosexual, pero a favor de la ordenación de mujeres como obispas.
Las Iglesias Luteranas no tienen una estructura única. Representan la religión de Estado en Escandinavia y están muy presentes en Alemania. Tienen pequeños grupos de seguidores en Croacia, Eslovenia y Serbia y en Etiopía.