oración
El judaismo considera obligatorio rezar tres veces al día: por la mañana, por la tarde y por la noche. Esta regla sólo se refiere a los varones, mientras que las mujeres deben rezar al menos una vez, sin hora fija.
Aunque el rezo individual se admite, se valora más el que se realiza en comunidad, es decir en un grupo de al menos diez varones, conocido como minyan. Esta oración comunitaria se realiza siempre en la sinagoga, un elemento fundamental en la vida religiosa. Acorde a autoridades como Maimónides, también se permite rezar en una mezquita si no hay sinagoga disponible, pero hoy no es lo habitual.
El minyan también se exige para numerosas otras ceremonias, de manera que una comunidad judía con menos de diez hombres adultos no puede cumplir los ritos. La presencia de un rabino, en cambio, no es necesaria para rezar.
En las sinagogas, hombres y mujeres rezan en espacios separados; lo habitual es que la sala principal sea destinada a los hombres, mientras que las mujeres ocupan una especie de galería superior, desde donde pueden observar lo que sucede en el templo, sin mezclarse con los hombres. Esta separación también se observa durante los ritos religiosos, como las bodas.
Durante el rezo mañanero, los hombres se visten con el talit, un chal blanco con bandas negras y flecos. Además se colocan unas cápsulas de cuero, las filacterias, llamadas tefilin en hebreo, que contienen trozos de pergamino con versos de la Tora. Estas cápsulas se atan con tiras de cuero sobre la frente y en el brazo izquierdo.
Este atuendo sólo es obligatorio durante los rezos mañaneros, mientras que en todas las ceremonias es necesario cubrirse la cabeza, bien con un sombrero, bien con la kipa, un gorrito en forma de disco que, si es muy pequeño, se prende al pelo con un alfiler. Los judíos más religiosos llevan la kipa durante todo el día y en todo caso durante la comida.
Muchos judíos devotos mueven el cuerpo rítmicamente hacia delante y atrás cuando recitan las oraciones, pero no se considera un elemento obligatorio del rezo.
