yezidíes
Los yezidíes (o yazidíes, también escrito a veces ezidíes) pertenecen al conjunto de religiones monoteístas y comparten numerosos conceptos con cristianismo e islam, pero también del zoroastrismo. Es la religión actual más cercana a las filosofías gnósticas.
El elemento más importante de la cosmogonía yezidí es Taus-i-Melek, el Ángel Pavo Real, considerado el más importante de los ángeles y mediador entre el dios supremo y los creyentes. Dado que también se le describe como ángel rebelde, los yezidíes han recibido alguna vez el nombre de «adoradores del diablo», lo que les expone a la persecución de ciertas sectas islamistas violentas.
Sin embargo, los yezidíes insisten en que Taus-i-Melek es una fuerza del bien, y no del mal, en su religión.
El santuario central yezidí se halla en el pueblo de Lalish, en el norte de Iraq, no lejos de Mosul, lugar de peregrinaciones. Dado que durante la fiesta anual, en primavera, un elemento importante son los fuegos encendidos en el templo, también se les ha tildado a los yezidíes de «adoradores del fuego», pero según ellos, el fuego no es una divinidad, sino apenas una especie de representación de lo divino.
Los yezidíes creen en la reencarnación; al menos en el sentido de que ciertos seres espirituales se reencarnan de cuando en cuando en personas de la comunidad. Existen tres ‘castas’, la de los ‘morid’ o laicos, los ‘chaij’ (jeques, es decir dirigentes espirituales) y los ‘pir’, asimismo dirigentes. Los pertenecientes a cada grupo solo se pueden casar entre ellos y entre los chaij y pir hay además clanes y linajes concretos.
Casi siempre, los yezidíes forman comunidades cerradas y los matrimonios con fieles de otras religiones son tabú. Es imposible convertirse a la fe yezidí; sólo se puede nacer en la comunidad. Tampoco son muy dispuestos a explicar los detalles de su fe, más allá de los rasgos generales. Se sabe, sin embargo que su vida se rige según numerosos tabúes; los más citados son la prohibición de comer lechuga, entre otras hortalizas, y la de vestir con azul oscuro, pero hasta qué punto estas normas se siguen cumpliendo hoy es difícil de saber.
Distribución
Las principales poblaciones yezidíes se encuentran en el norte de Iraq, especialmente en la planicie y las colinas al norte de Mosul, también en el vecino Kurdistán iraquí.
Practicamente todos los yezidíes pertenecen a la etnia kurda y hablan como lengua materna el kurdo kurmanchi, aunque existen algunos pueblos de habla árabe. Muchos kurdos consideran la religión yezidí como la «fe original kurda».
También existen comunidades yezidíes en el noreste de Siria, al sur de Qamishli, y algunos pueblos en las colinas al noroeste de Alepo. En el sur de Turquía, en la provincia de Mardin, donde antiguamente había importantes comunidades yezidíes, apenas quedan unos centenares, según las últimas estimaciones.
Más estable es la comunidad yezidí de Armenia, que en los años 90 cifraba unas 40.000 personas. Unos pocos miles siguen viviendo también en Georgia. Otros muchos han emigrado de las repúblicas caucásicas a Rusia. Finalmente hay una importante diáspora yezidí en Europa central, sobre todo en Alemania.