Matrimonio
El matrimonio —entendido como la unión de dos o más personas en un núcleo familiar— es una de las instituciones más universales de la humanidad, aunque sus componentes y aspectos varían enormemente de una sociedad a otra.
En el ámbito mediterráneo se encuentran dos tipos básicos de matrimonio. El más frecuente es el monógamo, entendido hasta hace muy poco siempre como la unión de un hombre con una mujer, aunque en la última década se ha empezado a admitir también el matrimonio homosexual.
El otro es el matrimonio polígamo, en el que una persona se casa con varias del sexo opuesto. En las sociedades mediterráneas sólo existe en forma de poliginia, es decir con un varón casado con dos o más mujeres, mientras que se desconoce la poliandria, en la que una mujer se casa con varios hombres.
Tanto el judaísmo como el islam admiten la poliginia y tanto la Tora como el Corán presentan a los fundadores de la fe – Abraham en caso del judaismo, Mahoma en el del islam – casados con varias mujeres. Sin embargo, entre los judíos asquenazíes (europeos) la costumbre fue formalmente abolida en el siglo X y en Israel no se admite en la práctica, aunque sí sigue legal en teoría.
El islam admite hasta 4 esposas, aunque recomienda limitarse a una sola. La implantación de la costumbre varía enormemente según la sociedad: si en Marruecos o Túnez se trata de un fenómeno prácticamente desconocido, sí es una costumbre más frecuente en la Península Arábiga. Los modernos movimientos fundamentalistas han hecho una bandera del derecho a mantener la poliginia y se oponen a los intentos de abolirla por ley.
Las tres grandes religiones monoteístas instauran un modelo de matrimonio, ya sea monógamo o polígamo, en el que al hombre le corresponde el poder de tomar las decisiones. La Iglesia Católica reafirmó en 1930 la «jerarquía del amor, la cual abraza tanto la primacía del varón sobre la mujer y los hijos como la diligente sumisión de la mujer y su rendida obediencia», un precepto que sigue en vigor.
El matrimonio homosexual fue admitido oficialmente en la edad moderna por primera vez en 2001, en Países Bajos. En 2005, España se convirtió en el primer país mediterráneo en instaurar el matrimonio entre personas del mismo sexo; en 2010 le siguió Portugal y en 2013, Francia, tras fuertes polémicas.