En recuerdo del Imam Husein
por Manolo EspaliúNakhl
Cualquiera que conozca mínimamente los rituales de Semana Santa y de Ashura apreciará que son más que evidentes los paralelismos entre ambos. Kerbala es para los chiíes lo que el Monte Calvario en Jerusalén supone para los cristianos y el Jueves y Viernes Santo son el equivalente a Tasua y Ashura para los seguidores de Alí. En ambos lugares santos se recuerda el martirio del Imam Husein y de Jesús, y se han convertido en centros de fe y peregrinación. Hoy ambos lugares son testigos de rituales, en ocasiones paradójicamente importados de lugares lejanos.
A poco que entornemos un poco los ojos viviendo la Ashura descubrimos nazarenos o penitentes, costaleros, pasos, hermandades y hasta estaciones de penitencia, que son las que hacen los miembros de los huseiniyé a las mezquitas más importantes de la ciudad donde se presentan, en rituales públicos a los que acceden los miembros de cada uno de ellos, uno detrás de otro, como cofradías. No es tan diferente de lo que podemos observar en cualquiera de las semanas santas que conocemos.
Aunque en general conocemos Ashura por rituales en los que siempre nos muestran escenas sangrientas (que nos recuerdan a la Semana Santa filipina o, sin ir mas lejos, de los flagelantes, picaos o empalaos de algunos pueblos españoles), no en todos los lugares se celebra del mismo modo. En Irán de hecho están prohibidos los rituales públicos con sangre desde hace algún tiempo, aunque en algún círculo privado se sigan practicando.
En la ciudad de Yazd se dan varias particularidades: es cuna del zoroastrismo y también existe una importante comunidad iraquí que celebra sus rituales con algunas diferencias respecto a los iraníes. Otra peculiaridad son los Nakhl y los rituales relacionados con ellos. Todo pueblo o barrio de la zona tiene el suyo propio y cada uno de ellos es un símbolo de la unidad social, además de las propias connotaciones religiosas y rituales que tienen. Días antes de Ashura los miembros de cada huseiniyé reparten labores y mientras unos preparan comidas para cientos de personas, otros contribuyen al exorno del propio huseiniyé y otros decoran los Nakhl.
En Yazd, como en el resto de Irán, los rituales que celebra cada uno de ellos normalmente se dividen en dos categorías, los de tipo deambulatorio y los estacionarios. Entre los primeros está la recitación y el canto de la historia de Husein en la batalla de Kerbala en los que el narrador del martirologio chií (rawda khwan) se sitúa en un minbar (o púlpito) por encima de la multitud reunida en un huseiniyé o takiya y lleva al público a un estado de frenesí con la recitación, cantando, gritando y llorando.
Algo digno de destacar es la ta’ziya, el único drama serio teatral desarrollado en el mundo islámico que representa el martirio de Husein y otros mártires chiíes. Originalmente, se llevaba a cabo en el mes de muharram, pero ahora se pone en escena durante todo el año.
El rito ambulatorio más común es una procesión en la que los penitentes golpean su pecho con las palmas de las manos o se flagelan la espalda con cadenas. En determinados lugares de Irán, en algunos desfiles, montan carrozas con tableaux vivants que representan escenas de la tragedia de Kerbala y en otros tantos, como Yazd, utilizan el equivalente a un paso de la Semana Santa a modo de representación artística y simbólica del féretro del Imam Husein.
El Nakhl es una estructura grande de madera a la que se adosan dagas, espadas, lujosas telas y espejos y que el día de Ashura es llevado en procesión de un lugar a otro como si fuera el féretro del Imam Husein, ya que según la tradición, su cadáver decapitado fue llevado del campo de batalla a su lugar de descanso en una camilla hecha de ramas de palmeras datileras. Nakhl de hecho significa “hoja de palma”. Tienen tamaños muy distintos, desde las construcciones simples que pueden ser transportados por dos personas a las estructuras colosales de tres pisos de altura, soportados por cientos de hombres.
En Yazd y su entorno, un Nakhl se refiere a menudo como un naql, una palabra que significa «transmitir, transportar o transferir”. Estas estructuras son portadas sobre los hombros o los brazos de los hombres quearticipan en la procesión. Metafóricamente estos palos representan las lanzas que atravesaron el cuerpo del Imam Husein en Karbala. En la placa conmemorativa del Nakhl de Amir Chaqmaq en Yazd (alrededor de 400 años), se nos recuerda que la estructura se asemeja a la del cadáver del «Sultan de Karbala», Husein. [M. Espaliú]