¡Liberad la prensa!
Sanaa El Aji El Hanafi
Odio mi imagen cuando aparece deformada por obra de un espejo vetusto cubierto de óxido.
Odio mi imagen cuando no se me parece, y cuando es creada por alguien adrede, con antecedentes de contumacia, alevosía, arrogancia y brutalidad.
Odio esa televisión que nos presenta la mayoría de las veces una imagen que no se me parece. Que no se parece a ese Marruecos en el que vivimos, con sus defectos y sus éxitos, su degradación y su evolución, con sus avances y sus bloqueos, con sus polémicas encendidas y sus voces diversas.
¿Cómo explicarle a alguien que conoce Marruecos solo por la TV el debate político existente?
Desde hace varios años, experimento auténticos sufrimientos cada vez que me encuentro con alguien que habla árabe pero que solo conoce Marruecos a través de su televisión, sea de Líbano o Siria, de Bélgica, Egipto, Francia, Kuwait o Qatar… Todos ellos solo conocen de nosotros las noticias que emite la Primera… y las actividades del rey, presentadas en un estilo aburrido, anticuado, que no sirve para noticias ni sirve a la nación, y ni siquiera le sirve al propio rey. Un estilo del que saben hasta quienes lo emplean que se ha vuelto exagerado, absurdo, cansino. Pero no tienen capacidad de salirse de las líneas trazadas desde tiempos pretéritos, que hasta el mundo atrasado ya ha dejado atrás.
¿Cómo puedes afrontar, así a una persona, que por motivos intrínsecos y circunstanciales no conoce Marruecos salvo a través de sus emisiones, y trasladarle los debates que tienen lugar en Marruecos hoy día sobre las instituciones, la Constitución, la monarquía, el rey y el concepto del comendador de los creyentes? Cómo decirle que también se habla de la equidad en la herencia y las libertades personales? ¿Y de la fortuna del rey, sus poderes y sus capacidades? ¿Y de las trangresiones de los responsables y sus resultados?
Intenta explicar todo eso a alguien que de Marruecos solo ha visto el besamanos del rey y el del príncipe heredero y los discursos pétreos que acompañan la emisión de noticias. O los « programas » aburridos que la prensa escrito y los ciudadanos ya se han cansado de criticar… Intenta, si puedes, asaltar con esta tarea el grosor del muro al que te enfrentas. Un muro que han erigido los medios de comunicación de tu país… con plena consciencia.
Si no ofreces a los ciudadanos una TV que respete su inteligencia, se informarán por medios extranjeros
¿Sabes lo que significa estar con una persona que vive bajo la carga de una dictadura de verdad, y no consigues explicarle que en Marruecos, pese a todos los obstáculos que criticas, y que critican muchos, vives en un punto de luz muy lejos de lo suyo ? Verás cómo te mira con sarcasmo y lo expresa, pese a la dictadura militar bajo cuya opresión vive y sobre la que a veces le parece imposible siquiera discutir, pero creyéndose capaz de darte lecciones de democracia. No es culpa suya, sino de la imagen que tus medios de comunicación dan de ti y de tu país.
Los presentadores de noticias en nuestra prensa nacional, y los que vigilan que se mantenga congelada en su forma mitológica, ¿saben que dañan a a nación, a su imagen y a nosotros, los ciudadanos? En primer lugar, en lo interior, ya no es posible hoy que alguien ejerza control sobre los ciudadanos, en la era de internet y el satélite. Si no ofreces a tus ciudadanos una información televisiva que respete su inteligencia y sus conocimientos, eso significará que la opinión pública de tus ciudadanos se formará a través de la prensa extranjera que, como sabemos todos, no siempre es objetiva.
Y si no ofreces una información inteligente que respete al espectador dentro del país y discuta los problemas verdaderos, el resultado será que vendes en el exterior una imagen mala de la evolución de este país, con todos sus errores y aciertos y su evolución. Pero ¿tal vez sea este el objetivo verdadero al final, y nosotros seamos unos soñadores locos porque queremos unas noticias que nos reflejen ?
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© Sanaa El Aji | Primero publicado en Ahdath· 14 Marzo 2017 | Traducción del árabe: Ilya U. Topper
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