Aterroricen a los terroristas
Stelios Kouloglou
De entre la publicación incontenible de los últimos días de columnas sobre Grecia y sobre la Izquierda destaca la de Jacques Delpla 1), consejero del primer ministro de Francia, en el periódico Les Echos, con el título elocuente “Tenemos algo que agradecer a los votantes griegos. Han acelerado la búsqueda de opciones y nos han despertado”. ¿Cómo se explica, entonces, el hecho de que somos testigos de un ataque de terror y de propaganda sin precedentes, con las garras de la muerte acechándonos incluso en las caricaturas?
Nunca en la historia moderna, después de la Segunda Guerra Mundial al menos, se ha hecho un esfuerzo global tan coordinado con la intención de influir en los resultados de las elecciones en un país pequeño. No se ha hecho nunca un esfuerzo global tan coordinado con la intención de influir en las elecciones de un paísNi siquiera Serbia, en los tiempos de Milosevic, sufrió tantas presiones para parar una guerra, que de todos modos, este mismo país había empezado y además disponía de alianzas fuertes, desde China hasta Rusia. En el caso griego, incluso el primer ministro de Inglaterra, que odia el euro más que a Francia, llegó a aconsejar a los griegos que votaran por «partidos filoeuropeos» en las elecciones del mes que viene.
No se ha hecho nunca un esfuerzo global tan coordinado para influir en las elecciones de un país
Si no se hace así, ya se sabe cómo serán las escenas de la tragedia griega: hordas de votantes furiosos del SIRIZA se van a hacer con los bancos y miembros de las líneas extremas del partido van a violar las hijas de griegos puros de la pequeña burguesía. Es decir, vamos a experimentar algo peor que el día del Juicio Final, en el que sólo cree Aleka, la del KKE [el partido comunista] arruinado. Hasta que llegue este día, miremos las cosas con serenidad:
- No está decidida la salida de Grecia de la zona euro si el SYRIZA gana al final las elecciones. Primero, porque nadie sabe si va a poder formar un gobierno. Luego, porque no está claro, si al final forma un gobierno, qué política va a seguir este gobierno; es muy posible que sea el producto de un compromiso. Y por último, lo más importante: la salida de un país de la zona euro puede tener consecuencias terribles para Estados Unidos y para todo el planeta. Pocos meses antes de las elecciones, Obama va a hacer todo lo que pueda para evitar algo así.
- Ante el interés por la orientación europea del país, “follow the money”. A los acreedores les importa su dinero y Alemania no quiere cambiar la táctica de la crisis controlada en la zona euro, porque así gana dinero: toma préstamos baratos y debido al euro débil promueve sus exportaciones.
- Todo esto no significa que la exclusión de Grecia de la zona euro sea imposible, como dice el SYRIZA. La verdad es que Grecia sirve de cobaya, otra vez. La primera vez fue hace pocos años, para que vieran los otros países del Sur qué les podría ocurrir si no aceptaran las medidas de austeridad. Ahora, para que no les suba a la cabeza, por las elecciones en Francia, en Grecia o en Alemania (donde Merkel se ha derrumbado) y para que no pidan estos países también algún tipo de negociación, habla el señor Rossi, dirigente de una fundación con fines lucrativos: “Hemos visto una disminución del apoyo a los programas de austeridad los últimos meses”, decía en el New York Times. “Espero que desde el momento en el que Grecia se vaya de la zona euro (el castigo del que hablamos antes), los resultados estén claros para todos y que así aumente el apoyo hacia los programas existentes en Italia y en España”.Las nuevas medidas de junio van a acabar con todo lo que queda de la economía y del tejido social en Grecia
- Si los círculos dominantes de la Unión Europea no cambian su política, Grecia será condenada, de todos modos: las nuevas medidas de junio van a acabar con todo lo que queda de la economía y del tejido social. El “gobierno de los solícitos” que se va a formar si ganan las fuerzas “filoeuropeas”, va a derrumbarse dentro de pocos meses, cuando el país esté en una situación peor que la actual.
- Desde Schäuble hasta Merkel, todos los que nos dicen qué votar no han aceptado ningún tipo de negociación, algo que supuestamente constituye la solución alternativa a las propuestas desastrosas de la Izquierda. Merkel sigue rechazando incluso los eurobonos de Hollande. De todos modos, del vídeo revelador de Gabriel con Venizelos se deduce claramente que aparte de Merkel tampoco la socialdemocracia alemana acepta la negociación.
Para que se añada esta palabra a su vocabulario, hay un solo remedio: el voto. Porque, como dice Jacques Delpla en su columna, es por eso que todo el mundo habla tanto del asunto griego: se han aterrorizado por el resultado de las elecciones del 6 de mayo. La única manera de la promoción de los intereses griegos es volver a hacerlo: aterroricen a los terroristas.
1) Jacques Delpla es miembro del Consejo de Análisis Económico de Francia, asesor del primer ministro.