¡No dejes escapar ese novio!
Sanaa El Aji El Hanafi
Un colega le cuenta a Muna que un familiar suyo sería un excelente novio para ella: trabaja como profesor universitario, posee un apartamento y un coche, está divorciado sin hijos, además de otros aspectos que considera su colega cualidades que lo convierten en un novio excelente.
Sin embargo, Muna —es un nombre ficticio que vamos a utilizar para hablar de esta joven— no sabe cómo explicar a su colega que se ha citado con su familiar, tal y como sugirió, y que no le encuentra ningún detalle humano que a ella le haga imaginarse una vida compartida con él. Sus condiciones materiales serán buenas, vale: su empleo, su situación financiera… pero ¿qué pasa con los sentimientos? ¿Qué pasa con los intereses compartidos con la persona con la que estarás obligada a compartir los detalles de la vida cotidiana, las preocupaciones, las alegrías, los sentimientos, la cama y los planes de vida? ¿Cómo casarte con un hombre que tal vez tenga una buena posición profesional pero con el no te puedes imaginar abrazada? ¿Cómo casarte con un hombre con que no encuentras temas que a ambos os gusta debatir?
Lo peor de todo es que esta historia de Muna no es un caso aislado. Hay cientos de chicas, más bien miles, en Marruecos, Egipto, Jordania, Siria y otros países, a las que la sociedad no les pide ser felices. Lo que les pide es respetar la imagen social.
La sociedad propone un pliego de condiciones para el novio adecuado, cuya exigencia sube o baja en función de la edad de la chica
La sociedad propone un pliego de condiciones para el novio adecuado. Un pliego de condiciones cuya exigencia sube o baja en función de la edad de la chica, su clase social, su nivel educativo y a veces también por su aspecto. A lo que no atiende es a lo más importante: los sentimientos y el afecto. Porque esta sociedad ve en el matrimonio no tanto una relación humana sino más bien un logro de la mujer. Un logro sin el que la mujer no llega a ser una persona completa. No importa que sea feliz… ¡lo importante es que esté casada!
Quienes están casados, hombres y mujeres, saben que la vida marital es difícil incluso cuando abundan el amor y el afecto. Pues imagínate estar vinculada a un hombre si lo único que nos atrae en él es su posición social y económica. O estar con una mujer, cuando su belleza, su reputación y su virginidad nos importan mucho más que la intimidad psicológica, pasional y mental que podamos tener con ella.
Cuando nos centremos en la importancia de la felicidad de los individuos según sus aspiraciones personales y no según lo que se espera de ellos, cuando reconozcamos que serán felices tanto si están en una relación como que pueden ser felices por su cuenta, incluso que pueden estar infelices a veces porque se ven metidas en una relación equivocada por las presiones sociales… ese día ahorraremos a los demás mucho dolor y sufrimiento.
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© Sanaa El Aji | Primero publicado en Mc Doualiya | 4 Sep 2023 | Traducción del árabe: Ilya U. Topper