¿A quién ayuda Abu Dhabi?
Sultan Al-Qassemi
Aunque los focos se dirigen normalmente sobre la ayuda exterior que reparte el emirato de Abu Dhabi, históricamente ese estado del Golfo, parte de los Emiratos Árabes Unidos, ha sido también extremamente generoso en su propio patio de vecinos, que es donde más se agradece.
Se ha escrito mucho en las últimas semanas sobre la asistencia financiera de los Emiratos Árabes Unidos al Egipto que surgió después de los Hermanos Musulmanes. Este país, junto a Arabia Saudí y Kuwait, entregó de inmediato a Egipto un generoso paquete de ayudas por valor de 12.000 millones de dólares; pero es que Abu Dhabi contribuyó con 3.000 millones a esta cifra.
Poco después, el príncipe heredero de Abu Dhabi visitó Egipto y prometió otros 2.000 millones al estado norteafricano, necesitado de dinero en líquido. Es más, en julio, el emirato envió siete cargamentos de combustible, por valor de 225 millones de dólares, aparte de financiar varios proyectos de desarrollo.
Abu Dhabi envió este año ayudas de 3.000 millones a Egipto, 2.500 a Bahréin y 500 a Omán
Más cerca de sus propias fronteras, en el Golfo Pérsico, Abu Dhabi entregó este año a Bahréin 2.500 millones de dólares (repartidos sobre los próximos diez años) y envió unos 500 millones a Omán, como parte del Programa de Ayudas en el Golfo.
Según un informe de 2010, elaborado por la Oficina de Coordinación de la Ayuda al Exterior de los Emiratos Árabes Unidos, el dinero gastado por Abu Dhabi como ayuda al desarrollo alcanzó los 44.300 millones de dólares en 2010 y benefició a más de 90 países. Un alto cargo me relató que durante la época del jeque Zayed, el padre fundador de los Emiratos Árabes Unidos, la cantidad de ayuda exterior era tan enorme que no la reflejan de forma adecuada todos los registros de los que disponemos.
Para entender los programas de ayuda financiera regionales e internacionales de Abu Dhabi, hay que tener en cuenta otro aspecto del asunto, del que se habla más bien poco. Donde realmente se esconde la historia es en el programa de ayuda interna del emirato. Aunque la ayuda al desarrollo exterior de Abu Dhabi es bien conocida, las dinámicas internas de los Emiratos Árabes Unidos no son tan transparentes para un observador de fuera.
Es la única capital de un estado federal en el mundo que sufraga el presupuesto de todo el país
Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, está ubicada sobre unas enormes reservas de petróleo, que hasta ahora ha utilizado de forma prudente en beneficio de los demás. En realidad, la ciudad es la única capital de un estado federal en el mundo que sufraga prácticamente por completo el presupuesto de todo el país, y sin recoger ningún tipo de impuestos sobre la renta.
En los años 70, Abu Dhabi era, en esencia, el único de los siete emiratos que sufragaba el presupuesto federal de los Emiratos Árabes Unidos. Dubai empezó a pagar a principios de los ochenta, cuando los ingresos del petróleo se reducían y los Emiratos experimentaron por primera vez un déficit. Esta contribución de Abu Dhabi a los demás emiratos de la federación durante los últimos 42 años alcanza fácilmente decenas de miles de millones de dólares y excede las cantidades gastadas en ayuda exterior.
Naciones Unidas recomendó ya en los años setenta que todos los países ricos entregasen el 0,7 por ciento de su producto interior bruto (PIB) a la ayuda al desarrollo para cumplir los Objetivos del Milenio. Abu Dhabi es hasta hoy uno de los pocos países del mundo que ha superado esta cuota: algunos creen que su ayuda exterior alcanza la llamativa cifra del 3 por ciento de su PIB. Pero esta suma impresionante se ve superado, con mucho, por la ayuda a los otros emiratos de la Federación, aunque poca gente lo sepa.
Desde los años ochenta, Abu Dhabi ha contribuido de forma continua al presupuesto de los Emiratos, pagando entre el 40% y el 90% del total. El resto se reparte entre la aportación de Dubai, alrededor del 10% del total, y los ingresos individuales de algunos ministerios. Esta financiación es un salvavidas para los cinco emiratos del norte, que no tienen ingresos significativos por la exportación de petróleo. Se trata de Sharya, Ras al Jaima, Fuyaira, Ajmán y Umm al Qaiwain.
Abu Dhabi también mantiene un presupuesto propio. Esto significa que los fondos del presupuesto federal se destinan casi exclusivamente al desarrollo de los demás emiratos de la Federación. Es gracias a estos fondos de Abu Dhabi por lo que los demás gobiernos locales han podido invertir en infraestructuras esenciales y por lo que el PIB federal emiratí ha subido de 1.700 millones de dólares en 1971 hasta los más de 270.000 millones en 2010.
En total, Abu Dhabi ha gastado este año 10.000 millones en desarrollar el resto de la Federación
Pero este presupuesto federal sólo refleja una faceta de las iniciativas de ayuda interna de Abu Dhabi. La oficina del presidente de los Emiratos Árabes Unidos tiene, además, un programa de desarrollo paralelo y muy activo, que sólo en julio pasado lanzó un proyecto valorado en 5.200 millones de dólares para edificar viviendas y mejorar la infraestructura de los emiratos norteños. Justo antes, el príncipe heredero de Abu Dhabi realizó una gira por la región.
Esto se añade a la contribución de Abu Dhabi al presupuesto de 2013, que alcanza 4.800 millones de dólares. Es decir, en total, el emirato petrolífero ha dedicado unos llamativos 10.000 millones de dólares, sólo este año, para desarrollar el restos de la Federación, y sumando sólo estas dos iniciativas.
Pero hay más: Abu Dhabi ayuda a los demás emiratos de la Federación también a través del Fondo de Desarrollo de Abu Dhabi, cuyo capital se duplicó en agosto pasado hasta alcanzar los 4.300 millones, a la vez que se extendió su alcance geográfico para cubrir todo el Estado.
Aunque la contribución relativa de Abu Dhabi en el presupuesto federal está hoy por debajo del histórico 100 por cien, su monto absoluto en dólares es considerablemente más alto que en años anteriores, debido a que el gobierno federal se ha ampliado mucho y porque varios proyectos, que Abu Dhabi empezó a financiar por su cuenta, ahora han empezado a contribuir, a su vez, al presupuesto federal.
En resumen: aunque es interesante observar cómo Abu Dhabi ayuda a otros Estados del mundo, su generosidad respecto a los demás emiratos de la Federación es aún mayor y más llamativa.