Unión del Magreb Árabe
La Unión del Magreb Árabe (UMA) es uno de los proyectos de integración regional al sur del Mediterráneo, en gran parte estancado debido a las diferencias políticas de sus miembros.
Fundada en 1989, la UMA abarca cinco países de África noroccidental: Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Mauritania, todos miembros de la Liga Árabe. Su intención era crear un «Gran Magreb», basado en «la civilización arabo-islámica» de sus miembros, según la Declaración de Marrakech de 1989. Los primeros objetivos eran económicos: la libre circulación de personas, mercancías y capitales mediante el establecimiento de una unión aduanera.
La sede de la UMA se ubica en Rabat y su secretario general es desde 2006 el exministro tunecina Habib ben Yahya.
Hasta 1994 se firmaron numerosos protocolos y acuerdos de cooperación, pero después, la iniciativa parece haberse estancado casi por completo. Con cierto motivo: las exportaciones de Marruecos a la Unión Europea, por ejemplo, son más de 20 veces superiores a las que efectúa a todos los Estados de la Liga Árabe. Los cinco países firmantes son más rivales que aliados frente al mercado europeo.
A esto se añaden factores geopolíticos, como hostilidad entre Argelia y Marruecos por el conflicto del Sáhara Occidental: Rabat insiste en su soberanía sobre el territorio disputado mientras que Argel respalda al Frente Polisario y reconoce la RASD. La Primavera Árabe, con sus evoluciones muy diversas – reformas en Marruecos, represión en Argelia, revolución en Túnez y guerra civil en Libia, sin aparente efecto en Mauritania – tampoco ha acercado a los países del Magreb.
Esporádicamente, la UMA sigue celebrando reuniones o emite declaraciones conjuntas, las últimas contra el extremismo islamista o a favor del control de la inmigración. En 2013, el organismo lanzó un banco de inversiones para favorecer el desarrollo económico.