Crítica

Novela muda

Ilya U. Topper
Ilya U. Topper
· 4 minutos

Fritz
Las criaturas de la tierra incierta

Género: Cómic
Editorial: Astiberri
Páginas: 92
ISBN: 978-84-95825-92-6
Precio: 12 €
Año: 2005

Me la leí de un tirón. O casi: releía las páginas para intentar que durara más, para tardar en enterarme del desenlace, a ese correr de la cortina sobre los dibujos, a ese fotograma final que congela las criaturas que pueblan esta tierra incierta, esta novela gráfica.

Una novela romántica, se diría, aunque el amor de Grunt, el de la maza, por la bailarina Flo puede ser bastante bruto y aunque nunca tendremos del todo claro qué mueve a Fiodor, el mago del sombrero de copa, a buscar a Flo por cielos e infiernos.

Una satírica novela social, incluso: inolvidable la rebelión de las chicas encerradas bajo el mando de Teodora, la mala, y obligadas a fregar y limpiar en minifalda y corpiño, inolvidable las peleas entre Grunt y la resuelta Bloom, siempre presto el rodillo, en nada inferior a la maza de él.

Y sobre todo una novela fantástica: aquí las princesas se convierten en ranitas, las nubes sirven de asiento, las notas musicales se blanden cual hachas. Hay un tanto de Michael Ende en esta novela, un tanto de los hermanos Grimm, un algo del humor galáctico de Stanislaw Lem, y un toque del Bosco, quizás de Breughel, en estos paisajes lunares poblados por volcanes y medusas con alas y tetas, en estos pájaros violinistas, en estos espejos serviles, en ese pez que fuma en pipa.

Una novela de humor blanco: en los lápices de Fritz hay demasiada ternura acumulada como para hacernos atragantar la merienda. Quien cierra este libro deambulará un rato por el mundo de los seres reales como un niño que ha visto un hada. La ejecución es acorde: trazos mimados, luces y sombras limpias, viñetas armónicas como acordes de violín.

Una lectura fascinante, en fin. Digo lectura aunque no hay ni una sola palabra en esta novela, descontando los nombres de los protagonistas en la primera página. Ningún diálogo, ninguna voz en off. No hacen falta: Fritz ha conseguido elegir en cada frase visual el término concreto, el adjetivo justo que comprenderá cualquiera, el arquetipo. Las palabras las pone el lector. Queda por desear que el libro cayera en manos de Tim Burton y que éste se animara a filmar su primera película muda. En todo caso ahorrará en tarifas de doblaje.

Fritz ―en realidad Ricardo Olivera (Cádiz, 1961)― es un dibujante gaditano con larga trayectoria en el mundo del cómic. Fundador de la revista Radio Ethiopia en 1989 combina la creación artística con la viñeta satírica y política: así firmaba durante años un chiste diario en el periódico La Voz de Cádiz y sigue trazando con su humor claroscuro su visión particular sobre esta locura de planeta (recogido en su web ethiopes bajo el título de Bestiario gaditano). En 2010, Fritz colabora con la selección Bestiario de semana santa con MediterráneoSur.

No todo es luminoso aquí: el otro lado de Olivera, mucho más negro, más pesimista, más sucio diría ―y tal vez más cercano al Robert Crumb de quien tomara prestado el nombre de Fritz el Gato― lo encontraremos en las calles asfaltadas y las cabañas de perro de El mundo de señor Z., una animalada por entregas de la que también hay muestras en ‘ethiopes’.

Yo, en todo caso, prefiero la tierra incierta y espero que tras ese cortinazo final que nos despide de Mmm y Flo haya un continuará: quedan muchos cabos sueltos y esas chispas entre Fiodor y Teodora prometen.

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