Samir Bargachi

«Los movimientos feministas del mundo árabe los fundaron lesbianas»

Ilya U. Topper
Ilya U. Topper
· 17 minutos
Samir Bargachi (Madrid, 2010)  |  © Fifi Inglima
Samir Bargachi (Madrid, 2010) | © Fifi Inglima

Compostela | Abril 2010 

Cada primero del mes, en tu kiosco: Mithly, la primera revista en árabe dedicada a la homosexualidad. Una primicia mundial, lanzada el 1 de abril pasado en Marruecos. Antes de Mithly, la única experiencia comparable fue la edición y distribución de la revista Barra ―tres números en un año― en Líbano por la asociación Helem.

Lo del kiosco, de momento, es ficción: la versión impresa de la revista ―que por supuesto se puede leer también en internet― se distribuye en una edición limitada en Marruecos entre grupos de simpatizantes. El hombre detrás de esta iniciativa es Samir Bargachi, 23 años, nacido en Nador, y presidente de Kifkif, la primera asociación gay-lesbiana marroquí, clandestina pero tolerada.

¿Es Mithly una revista legalmente reconocida?

No. La homosexualidad está tipificada como crimen en Marruecos, de ahí que el reconocimiento legal es imposible para un medio de comunicación que quiere hablar de ella. La propia asociación que lanza la revista, Kifkif, tampoco tiene un permiso del Ministerio del Interior, como otras asociaciones en Marruecos, porque defiende la homosexualidad, considerada ilegal.

Es decir que la revista se distribuye de forma clandestina

Literalmente, sí.

«La policía nos podría encontrar a todos en dos o tres días; nuestro trabajo no es tan secreto»

Pero existen puntos de difusión donde se puede recoger.

Pese al código penal, el debate sobre la homosexualidad está en la calle desde los años noventa, de ahí que haya mucha gente harta de esconderse, de tener miedo, de no vivir su vida. Tenemos grupos de contacto en las principales ciudades de Marruecos y nuestros voluntarios se encargan de hacer llegar esta revista a las personas que más las necesitan.

¿Ha habido algún problema con la policía o, de momento, ésta no interfiere?

Con la ley no hemos tenido ningún problema. Tampoco pensamos que tenga que darse porque somos muy escrupulosos con nuestra forma de actuar. Somos conscientes ―mejor que nadie― que el país tiene sus particularidades, es un país conservador, joven, sólo lleva independiente 50 años y le queda todavía mucho camino por afianzar la democracia, que ni siquiera ha empezado: tampoco podemos separar el tema de los derechos de los homosexuales del de los derechos humanos en Marruecos.

En la web de la asociación―www.mithly.net― hay una sección para informarse dónde se consigue la revista. ¿Cómo funciona?

Cada grupo tiene un equipo que coordina las acciones y la gente que quiere obtener un ejemplar contacta con ellos mediante el correo electrónico que consta en la web. Luego quedamos personalmente, son grupos pequeños y seguros, tampoco recibimos a todo el mundo, a la mínima duda, preferimos no quedar.

¿Tienen ustedes la sensación de estar perseguidos?

«Un diario muy cercano al partido islamista PJD comparó a los homosexuales con terroristas»

El problema en Marruecos no es con la homosexualidad pero sí con el activismo. Kifkif ya lleva 5 años existiendo y desde el primer momento ha sido acompañado de una crítica muy violenta por parte de los religiosos, los conservadores. No hablo de la policía, la policía nos conoce perfectamente, sabe quienes somos. La mayoría de los que estamos en Kifkif venimos de la sociedad civil marroquí, de otras organizaciones, tenemos nombres y apellidos y creo que la policía puede encontrarnos a casi todos en dos o tres días, porque nuestro trabajo tampoco es tan secreto. El problema en Marruecos es con los conservadores, que tienen un mensaje cada vez más integrista en los medios de comunicación. Actualmente hay una campaña muy violenta contra nosotros por publicar esta revista y obviamente intensificamos nuestras medidas de seguridad para proteger a nuestros miembros.

¿Quién encabeza esta la campaña? ¿El islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD)?

Sí, esta campaña está encabezada por el PJD, de hecho, muchos dirigentes de este partido nos han atacado violentamente, y Attajdid, un diario muy próximo a ellos, hace poco comparó a los homosexuales con los terroristas: ya que el estado marroquí tiene una política nacional de lucha contra el terrorismo quizás ya vaya siendo momento de que aplique una política similar contra los desviados sexuales, que representan un grave error para el futuro de la nación marroquí… Y ese mensaje político se lanza en un país donde el 50% de la población es analfabeta y es fácil manipularla. La gente, cuando lee esto en los diarios, es muy posible que reaccione de forma violenta cuando encuentre a una persona afeminada por la calle, a un homosexual evidente. Por lo tanto es una llamada silenciosa al uso de la violencia, muy grave para nosotros.

Aparte del famoso intento de linchamiento de Ksar el Kebir en noviembre de 2007 ¿es frecuente que alguien sea agredido en la calle?

Son casos puntuales. Desde hace 5 años ya existe una asociación que coordina todas las acciones, y hemos notado un cambio. Es evidente que ahora hay menos detenciones. Desde la independencia de Marruecos [en 1956] hubo más de 5.000 detenciones en aplicación del artículo 489, que es el que tipifica la homosexualidad. Desde que existe Kifkif, las detenciones han bajado en más de un 20 por ciento. Hace poco se celebró el músem [romería] de Sidi Ali ben Hamdush; nosotros aconsejamos a los nuestros que no vayan, que no entren en la provocación, que no pongan al Estado en una situación en la que se vea obligado a actuar. No hubo casi ninguna detención, gracias a la campaña que lanzamos.

¿Hablamos de una romería tradicional para homosexuales?

Marruecos es un país con una tradición homosexual evidente e histórica. La romería de Sidi Ali ben Hamdush es una tradición que tiene más de 500 años. Ha existido toda la vida, y de repente… De la noche a la mañana, a los islamistas parece que les molesta. Los homosexuales duermen y un día se despiertan y de repente son un peligro para la sociedad. Es ridículo.

«Marruecos es un país con una tradición homosexual evidente e histórica»

¿En el músem era habitual que hubiera actitudes homosexuales evidentes?

Sí, sí, incluso se han producido casamientos, algo que  nosotros, ahora, desaconsejamos. Se producían más en los años ochenta, noventa. Ahora menos porque el tema ya tiene una dimensión política. El año pasado hubo un cordón policial que parecía que estábamos en Gaza y no en Meknés, y se cerraron tres o cuatro escuelas en los alrededores para utilizarlas como campo de concentración para los homosexuales que iban llegando de todo Marruecos para celebrar el ‘músem’. Un comportamiento exagerado, una emergencia nacional…

En Kifkif también habrá chicas…

En Kifkif hay muchas lesbianas. Gracias a las mujeres se ha fundado nuestra organización: el primer equipo de Kifkif lo formaron lesbianas. Es curioso pero en el mundo árabe, el movimiento feminista lo fundaron lesbianas. En Marruecos hay muchas organizaciones feministas que tienen un trabajo muy progresista y hacen muchas cosas por el país y están encabezadas por mujeres lesbianas. Y en Kifkif no podía ser de otra forma. Obviamente en Marruecos y las sociedades árabes tan conservadoras, donde el papel de la mujer se ven relegado a una segunda o tercera posición, pues todavía es mucho más difícil para ella, porque ya están discriminadas como mujeres; si añadimos la orientación sexual pues ya te tocó la lotería…

Pero imagino que el que dos chicas tengan mucha intimidad es algo que se ve casi normal, nada sospechoso…

«Abdellah Taïa puso su vida en bandeja declarándose homosexual, es un apoyo muy importante»

Creo que las mujeres lesbianas tienen menos visibilidad que los hombres homosexuales, en todo el mundo, incluido Europa Occidental. Si hablamos de nuestra cultura mediterráneo, todavía más, porque en Marruecos hay una separación de sexos increíbles: los hombres van con los hombres y las mujeres, con las mujeres, y nunca nadie sospecha nada. Hay una vida oculta…. Aparece en los libros sobre el harén; uno jamás se imaginaría la historia lésbica que pudo haber en un harén de 40 mujeres. Todo eso existe; por desgracia, las mujeres lesbianas no son tan visibles porque es normal verlas juntas.

Ustedes tienen detractores pero también apoyo. ¿Qué significó para el movimiento la portada de Abdellah Taïa en la revista TelQuel?

Abdellah es un compañero muy importante para nosotros y un apoyo… es un chico muy valiente que puso su vida en bandeja, porque tuvo que pasarlo muy mal en su momento, recibiendo amenazas… Ha sido muy importante para nuestra comunidad que una persona de su dimensión hablara públicamente de su orientación sexual. Más tarde hubo otras personalidades que pasaron un poco más desapercibidos, pero también lo agradecimos.

¿Por ejemplo? 

En España hay un cantante marroquí que jamás mantuvo en secreto su orientación sexual, se llama Hakim y vive en Granada. Es un personaje conocido en Marruecos, aparece periódicamente en la televisión pública marroquí; no tiene ningún problema y no oculta para nada su condición homosexual. Hay muchos voces en los medios de comunicación marroquíes, que defienden abiertamente la causa sin hablar de su orientación sexual.

¿Imagina usted una portada de Femmes du Maroc con una mujer asumiendo abiertamente su condición de lesbiana?

No me cuesta imaginarlo a la altura a la que estamos. Hace cinco años nadie imaginaba que hoy pudiera existir una asociación como Kifkif, nadie imaginaba que hubiera un medio de comunicación como Mithly, nuestra revista, nadie imaginaba que ciudadanos marroquíes con nombre y apellidos, musulmanes, apareciesen en los medios de comunicación y hablasen públicamente de su orientación sexual, y ha pasado. Nadie imaginaba que la principal asociación pro derechos humanos del país, la AMDH, encabezase una campaña y pidiera abiertamente al gobierno que anulase el artículo que condena a los homosexuales. Todo eso ha pasado en muy poco tiempo. Sin embargo, hace diez o quince años parecía imposible. Nuestra comunidad hoy es mucho más estructurada, las peticiones son más maduras, hay un discurso homosexual en Marruecos y se va acompañando en cada fase. Por lo tanto ¿por qué no?

¿Sabe cuánta gente hay actualmente en la cárcel en Marruecos por el artículo 489?

Actualmente, en las cárceles marroquíes hay centenares de personas detenidas por este artículo. Pero muy pocos son juzgados en aplicación del artículo, salvo excepciones. Lo habitual es soltarlos al poco tiempo.

¿Es más un acoso que un intento de condenar?

«Hay centenares de homosexuales detenidos, pero casi siempre los sueltan antes de juzgarlos»

De hecho, es un poco ridículo. Yo soy de una ciudad pequeña, Nador, pero conozco todo Marruecos, y si uno sale a las once de la noche en cualquier ciudad marroquí, siempre hay un bar o una plaza donde hay un grupo de personas claramente afeminadas, hablando, riendo… La policía no hace nada contra eso. En Rabat hay un bar justo enfrente del Parlamento nacional,  es allí donde se reúnen los homosexuales; existe desde hace cincuenta años y nunca hubo detenciones allí. No hay una política homófoba.

Entonces ¿para qué las detenciones?

Muchas veces, el Estado detiene a algunos homosexuales para hacer un poco un equilibrio frente a los islamistas. Utiliza este fenómeno como objetivo político porque sabe que le hace ganar votos. En los próximos meses y sobre todo el próximo año veremos campañas todavía más duras contra nosotros porque son las elecciones. Vamos a intentar tener mucho cuidado e incluso silenciarnos porque no les queremos poner fácil la victoria en las elecciones a los islamistas.

¿No hay partidos que apoyen abiertamente la abolición del artículo 489?

El único partido que ha hecho público su apoyo es Annahj Addimocrati (Vía Democrática). Es un partido de, digamos, extrema izquierda. No tienen diputados, no se presentan a las elecciones. Sin embargo, los partidos de izquierda, empezando por el Partido Socialista, tienen una actitud muy favorable, pero no la hacen pública porque no es el momento y nosotros lo entendemos. Pero hay que leer entre líneas: no hace mucho, un parlamentaria hizo unas declaraciones muy favorables en el diario Al Ahdath al Maghribía. Es un periódico de la izquierda liberal marroquí en el que siempre nos apoyan. Y la sociedad civil marroquí: AMDH, la Asociación para la Lucha contra el Sida (ALCS), Bayt Al Hikma… la ALCS tiene muchos convenios con el ministerio de Sanidad, es una entidad casi pública, y tienen programas para hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, los llaman así porque no se atreven a decir relaciones homosexuales, pero hacen una gran labor.

«Convencimos a Google de cambiar la traducción automática de ‘gay’ al árabe ‘mithly’»

Por cierto ¿cómo se dice ‘homosexual’ en árabe? ‘Mithlí’ es un neologismo ¿no?

Sí. De hecho, Lisan al Arab, que es el diccionario de referencia, aún no reconoce este término, ni lo hacen las academias árabes, pero es una palabra universalmente aceptada; también se usa en todo Oriente Medio y es ampliamente utilizada, incluso por los religiosos.

¿Cuesta encontrar términos árabes para la homosexualidad que no estén asociados a un ideario de rechazo?

Sí, hemos tenido que empezar de cero, literalmente, inventando nuevas palabras para nuestra realidad, palabras positivas o, sobre todo, neutrales. Es curioso: en la prensa marroquí podemos leer cada vez más la palabra ‘mithlí’; la palabra ‘shaddh’, desviado, ya queda casi anticuada. Incluso queda feo decirlo. Es uno de nuestros logros secretos que el movimiento LGTB ha conseguido en los países árabes. Hemos hecho campañas: criticamos al traductor de Google porque cuando uno ponía la palabra ‘gay’ en inglés u otro idioma, el resultado en árabe era ‘shaddh’. Convencimos a Google de que cambiaron eso, nos pidieron perdón y fue una pequeña victoria para nosotros.

Tienen ustedes una red en otros países de habla árabe?

Obviamente. Tenemos mucha relación con Abu Nawas en Argelia, un grupo de activistas LGTB, y con Túnez también. Pertenecemos a una red en el mundo árabe en la que intercambiamos ideas, maneras de trabajar… Tuvimos muchas reuniones con nuestros compañeros de Líbano, en Marruecos y en Beirut.

¿Hay algún país de habla árabe donde el debate se pueda comparar al que ahora hay en Marruecos?

Los únicos dos países donde ahora mismo hay un debate tranquilo y maduro son Marruecos y Líbano. Hay otros países abiertos, seculares, como Túnez, donde el debate apenas existe, y el gobierno es mucho más duro con los homosexuales.

¿Jordania? ¿Egipto?

No, en absoluto. Curiosamente has mencionado dos países que en sus códigos penales no penalizan las relaciones homosexuales, pero en la práctica son mucho peores que Marruecos o Argelia, que en sus legislaciones sí las penalizan.

«Los únicos países árabes donde ahora hay un debate tranquilo y maduro son Marruecos y Líbano»

¿Usted va a Marruecos abiertamente?

Sí.

¿No es, pues, un exiliado?

No.

Los conservadores dicen que el islam prohíbe la homosexualidad. Hay dos respuestas: una, opinar que el islam no la prohíbe; otra, pedir una sociedad laica en la que no importe lo que diga el islam.

Yo, sinceramente, creo que el islam no es el enemigo. Nosotros somos musulmanes, somos marroquíes, y creo sinceramente que el islam no condena a los homosexuales, una condena clara no se encuentra en ninguna parte en el Corán. Ahora, en Kifkif hay muchos miembros que son laicos, pero también hay algunos que son religiosos. Hay variedad de opiniones. Y creo que no hay excusa para seguir encarcelando a las personas.

En Marruecos parece que hay una pugna entre progresistas e islamistas… 

Nosotros somos progresistas, obviamente sabemos en qué parte estamos, compartimos mensaje con organizaciones claramente progresistas como la AMDH… Pero el propio mensaje religioso musulmán referente a la homosexualidad ha cambiado muchísimo en poco tiempo. Hace poco estuve en la emisora France24 con Mustafa Ramzi, que es el director del diario Attajdid, y tuvo un mensaje que incluso me parecía positivo, fíjate. Hemos pasado de la condena total, de la violencia total, a querer abrir un debate, a tratar el tema como ciudadanos marroquíes y buscar una solución.

«Quienes vienen por turismo sexual ni conocen el país ni les interesa cambiar la situación»

Marruecos es un destino de turismo homosexual. Este hecho perjudica la labor de su asociación? 

Nos perjudica enormemente. Esa gente, cuando viene a Marruecos, piensan que se encuentran las mil y una noches, no conocen nuestro país ni les importa ayudar a cambiar la situación porque lo único que les interesa es tener sexo fácil y barato en un país que tiene problemas económicos. La propia política del país lo ha ido fomentando de cierta forma: estos días, la Oficina de Turismo de Marruecos ha distribuido publicidad en sitios de encuentro de homosexuales en España. Creo que es un mensaje bastante claro… Pero es curioso: cuando detienen a un occidental con un marroquí, por ejemplo en Marrakech, al occidental lo sueltan de inmediato pero al marroquí lo llevan detenido. Eso nos ha hecho mucho daño porque la prensa lo relaciona con nosotros, con nuestra comunidad, cuando no tiene nada que ver: nosotros no buscamos fomentar el turismo sexual: estamos muy muy en contra. Obviamente tampoco nos hacemos responsable de ello, pero sí somos los principales afectados.

¿Cómo les afecta concretamente?

Marruecos se ha convertido en el destino casi preferente del turismo sexual en la zona y hay casos de pedofilia, hay muchos escándalos sexuales que salpican Marruecos y en muchos de estos casos se aplica el artículo que condena la homosexualidad. Hace poco condenaron a un ciudadano francés a cinco años de prisión por haber violado a siete niños en Al Jadida, una ciudad en la costa atlántica, y nosotros hicimos un comunicado para decirle al Estado que nos parecía ridículo cinco años: es muy poco para un animal que ha violado a niños que apenas tenían siete años.

Debería ser juzgado por violación, no por homosexual ¿no?

Sí; sin embargo aplicaron el artículo 489. Sacamos un comunicado de prensa y la gente se extrañó: ¿pero cómo es que vosotros pedís al Estado endurecer las leyes? En Marruecos, con un 50% de analfabetismo, la gente no entiende los conceptos, por eso hay tanta discriminación contra nuestra comunidad. Va relacionado. Pero Marruecos no es un país con una política homófoba definida, el Estado no pretende encarcelar a todos los homosexuales del país.