Opinión

El color del fascismo es siempre negro

Stelios Kouloglou
Stelios Kouloglou
· 6 minutos

Uno de los errores imperdonables y criminales que comitieron quienes gobernaron el país las últimas décadas fue admitir como partido parlamentario a la banda Amanecer Dorado. La gran responsabilidad es de los dos últimos gobiernos: la frase «hay dinero» del partido socialista PASOK fue el tiro de gracia para la credibilidad de las instituciones políticas y también convirtió al partido ultraderechista LAOS en una fuerza política considerable.

Durante el mandato del primer ministro Papadimos, los ultraderechistas entraron al gobierno y éste, por cazar votos, emprendió una campaña de intimidación y de contención a través de las prostitutas inmigrantes e infectadas por HIV. Los ultraderechistas entraron al gobierno y éste, por cazar votos, emprendió una campaña de intimidaciónSon tan estúpidos nuestros gobernantes que no se dieron cuenta de que así aumentaba el porcentaje de popularidad de Michaloliakos, el presidente del Amanecer Dorado.

Era lógico esperar que la resistencia electoral de Amanecer Dorado en el segundo turno de las elecciones y el aumento de sus porcentajes de voto, después, inquietara a la supuesta élite política e intelectual. A fin de cuentas, estamos obligando a los griegos a hacer muchos sacrificios para nuestra permanencia en la Europa civilizada: si algún alemán o francés escribiera los elogios que Kasidiaris, diputado del Amanecer Dorado, escribe para Hitler, continuaría sus pinitos literarios desde la cárcel. Pero Grecia aún no ha llegado a este punto: la clase de los líderes de este país y sus portaplumas no pueden ver más allá de su nariz y usan a esta banda por una cuestión de clientelismo político.

Los líderes y sus portaplumas no ven más allá de su nariz y usan a esta banda por una cuestión de clientelismo

Así empezó una espiral de publicaciones y de declaraciones que identificaban la Izquierda y a todos los que mostraban oposición —de forma justa o no, muy poco importa— contra las consecuencias sociales del Memorándum, con los matones que casi todas las noches pegan y asesinan a gente sólo porque su piel es de color distinto.

Todo empezó por una columna del diario Kathimerini, que hablaba de «órdenes de inspección de la extrema Derecha y de la extrema Izquierda» metiendo en el mismo saco a los movimientos de los residentes de Calcídica por las minas de oro y los ataques de los del Amanecer Dorado contra los vendedores ambulantes en Rafina.

Sachinidis, del PASOK, viceministro de Economía, tomó el relevo con un texto en el Kathimerini del domingo pasado y la cosa fue un poco más allá: el columnista empezaba por un gran ¨gracias¨ al Amanecer Dorado «puesto que ofrece por fin a la legalidad la posibilidad de un enfrentamiento con la violencia casi legalizada de la Izquierda». Hay que notar que Eleni Vlachou, editora histórica del Kathimerini, cerró el diario durante la dictadura y se autoexilió en Londres. Se puede imaginar lo que está haciendo ahora mirando a sus sucesores que están guiñando a los nostálgicos del dictador Papadopoulos: se está retorciendo en su tumba.

Pero la argumentación de la versión moderna del fascismo negro y rojo, ¿no se justifica, de alguna manera, condenando la infracción y «los fenómenos indescriptibles de la violencia que demuestran que la falta de aplicación de la ley y del orden se ha convertido en un gran peligro, desde hace varios años»? La infracción de la normativa es un problema muy grave del país, que se debe sobre todo, a la falta de respeto a las leyes de parte de los que las redactan y las aprueban.

La infracción de la normativa se debe a la falta de respeto a las leyes, por los que las redactan y aprueban

Según una encuesta reciente sobre la producción de leyes en Grecia, durante un período de 30 años se aprobaron 3.430 leyes, se firmaron 18.766 decretos presidenciales y 110.024 decretos ministeriales con efecto de ley, por no hablar de las enmiendas después de media noche, que a menudo no tienen nada que ver con la ley a aprobar, sino que sirven algunos intereses, se oponen a leyes anteriores y , por regla general, vuelven imposible su aplicación impidiendo la administración de justicia.

No cabe duda que la Izquierda en Grecia no se enteró de que la falta de aplicación de las leyes sirve a la población fuerte y no a la débil. Tampoco que la laxitud del poder en diciembre del 2008, que dejó sin castigo el abuso de autoridad de la policía, fue para que se calmara la indignación por el asesino de Alexis Grigoropoulos [chico de 15 años asesinado por un policía en el centro de Atenas en la citada fecha].

No se encontró ni una persona seria en la Izquierda que defendiera el asesinato cobarde de los empleados del banco Marfin [por un incendio durante una manifestación en mayo del 2009, provocado por izquierdistas, según se dice] o que lo compensara con las acciones del otro lado, de la Derecha.

Es verdad que en varios casos una parte de la Izquierda se aprovechó de la infracción general o se dedicó a provocar. Y cuando el P.A.M.E., Frente Militante de Todos los Trabajadores, estaba impidiendo de manera autoritaria los cruceros turísticos, a través de huelgas y de la ocupación del puerto del Pireo, ¿por qué los responsables de la observancia de las leyes y del orden y el gobierno de entonces no desempeñaba sus funciones? Es muy simple: de las infracciones de los demás se ganaban la tolerancia para sus propias infracciones Es muy simple: de las infracciones de los demás se ganaban la tolerancia para sus propias infracciones.

La historia se repite. En el año 1940, la mayoría de la clase burguesa abandonó el país y se enfrentó a la resistencia nacional con la ayuda de los colaboradores de los alemanes. En el año 2009, cuando estalló en Grecia la guerra económica, el primer ministro salió por pies y su sucedor entregó el país a los acreedores sin combatir.

Pero para que no sea la Izquierda la que vaya a cubrir el hueco político que nace, como en aquel período, el de la Segunda Guerra Mundial, usan a los descendientes políticos de los colaboracionistas ignorando las consecuencias. El incidente de Esparta con el aspirante terrorista de la Ultraderecha [el 31 de agosto en Esparta una bomba explotó en las manos de un hombre, que según la policía, estaba vinculado a Amanecer Dorado] no es algo circunstancial. Muy pronto se va a demostrar que el color del fascismo es siempre negro.