Opinión

El escándalo del Listagate y el periodista

Stelios Kouloglou
Stelios Kouloglou
· 4 minutos

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Richard Nixon no dimitió el 1974 de su cargo de presidente de Estados Unidos cuando los poderes fácticos del Partido Republicano desvalijaron la sede de los Demócratas en el edificio Watergate: el mayor escándalo de la historia moderna de Estados Unidos se debe al esfuerzo de la ocultación del atraco por parte de Nixon.

El mayor escándalo de EE UU se debe al esfuerzo de ocultación del atraco por parte de Nixon

El caso con la famosa lista de cuentas suizas difundida por Christine Lagarde sigue el mismo camino: los nombres de los dueños griegos de cuentas conciernen a un solo banco de Suiza, el HSBC. Falciani, el empleado del banco que difundió las listas con los ingresos, huyó en 2008: entonces, la lista de Lagarde no tiene que ver con las fugas masivas de capitales que tuvieron lugar en Grecia cuando estalló la crisis.

La lista que entregó la entonces ministra de Economía francesa al gobierno griego en 2010 se habría quedado en la esfera del control del fraude fiscal de la época de las vacas gordas, si los ministros griegos hubieran actuado igual que sus homólogos en otros países: Alemania recuperó 2.500 millones, Francia 1.100 millones, Italia 570 millones y España 6.000 millones de euros. Estas son las cantidades que sacaron cuatro países europeos aprovechándose de la lista Falciani. Les recordamos que el gobierno de Papadimos en febrero estuvo a punto a derrumbarse porque no podía encontrar 300 millones de euros…

Los políticos griegos «vendieron” la ocultación de la lista a los poderosos y traicionaron a los asalariados

Pero parece que el exministro de Economía, Papakonstantinou, que recibió la lista de Lagarde, y Venizelos , al que la entregó, después de tenerla un año entero en su despacho, desaprovechada, tenían otras prioridades. “Vendieron” la ocultación de la lista a los poderosos y traicionaron a los asalariados, a los jubilados, a los empresarios, a todos aquellos a los que impusieron las medidas duras. “Los dos gobiernos griegos anteriores procedieron igual (que los otros países) pero sin acabar el proceso, debido, sobre todo, a las presiones de políticos y de empresarios”, declaró un alto cargo del Ministerio de Economía al Financial Times hace un mes, cuando la madeja empezó a desenredarse.

Luego los implicados empezaron a delatarse (hace pocos días Papakonstantinou delató a Venizelos) y llegaron al punto de afirmar que no podían aprovecharse de la lista porque fue producto de una sustracción, a diferencia de los europeos “tontos”, que se aprovecharon de ella ilegalmente y llenaron sus cajas públicas. El escándalo verdadero es que, puesto que los políticos griegos son demasiado cobardes y corruptos, todos querían deshacerse de la lista: Papakonstantinou declaró que entregó el CD original de la lista a algunos colaboradores suyos, pero ahora no sabe dónde está y añadió: “Desafortunadamente, ésta es la verdad”.

El esfuerzo de detener al periodista Vaxevanis no sólo es indignante sino una prueba del pánico del gobierno

Pero no se sabe si ésta es la verdad y es muy posible que la lista se haya falseado. Entre los nombres que publicó la revista Hot Doc faltan algunos de familiares de ex ministros de Economía del PASOK, que circulaban las semanas anteriores. A pesar de todo, está muy bien que la revista haya publicado la lista (pero esto no significa que los que aparecen allí son culpables) y es indignante el esfuerzo de detener a Kostas Vaxevanis, editor de la revista.

No sólo es indignante, sino también una prueba de pánico de un gobierno que intenta apoyar de cualquier manera a la cúpula arruinada del PASOK. Porque aunque la lista no contiene nombres célebres que pudieran provocar problemas políticos, la acusación penal del editor Vaxevanis expone de forma irreparable el gobierno a la opinión pública local e internacional restableciendo el caso en la primera fila de la actualidad. Igual como con el escándalo Watergate, el intento de la ocultación del escándalo llevará a los efectos opuestos.

PD: Algunas horas después de la publicación de esta columna, la detención de Vaxevanis demuestra que los poderes fácticos están en pánico, totalmente.