Asia Abdulá
«La oposición siria nos ha dado la espalda»
Karlos Zurutuza
Asia Abdula y Salih Muslim sonríen en un raro momento de tranquilidad. “Es la primera vez que nos sacan una foto juntos, nos resulta casi imposible coincidir”, asegura el segundo. Abdula y Muslim comparten el cargo de presidencia del PYD (Partido Unión Democrática) la formación política dominante entre los kurdos de Siria: al igual que es norma en los movimientos y partidos kurdos de Turquía, el máximo cargo está ocupado por un hombre y una mujer.
El PYD es el poder principal en grandes partes de la franja nororiental de Siria; prácticamente todo el territorio habitado tradicionalmente por kurdos. Sus milicias, conocidas como YPG, se han convertido en una especie de fuerzas del orden en esta zona, fuera del control de Damasco, pero también sin presencia de los grupos rebeldes del Ejército Libre de Siria (ELS). Eso sí, las YPG tienen encontronazos con Yabhat al Nusra, la milicia más islamista de cuantas combaten en Siria, afiliada a Al Qaeda y enemiga de los kurdos, ya que éstos comprometidos con una visión laica.
«Siria es un conflicto político y se resolverá cuando todos los agentes extranjeros involucrados quieran»
El encuentro con Asia y Salih se produce en Erbil, la capital administrativa del Kurdistán iraquí autónomo, justo en mitad de un apretada agenda de viajes diplomáticos por Europa y antes de que ambos vuelvan a Qamishli, la ciudad principal de los kurdos de Siria, situada en el extremo noreste del país.
Los kurdos de Siria apostaron desde el principio por una “tercera vía”, ni con Asad ni con la insurgencia árabe. ¿En que situación se encuentran en este momento?
Asia: El de Siria no es un conflicto militar sino político que se resolverá cuando todos los agentes extranjeros involucrados así lo quieran. Nuestra propuesta desde un principio era la de una revolución pacífica y nuestra posición la de la autodefensa. Desde el 19 de julio de 2012 controlamos nuestras áreas a pesar de los problemas puntuales como en Qamishli o en Serekaniye [nombre kurdo de Rasulain, situado en la frontera turca]. Sufrimos a los Asad durante décadas y la oposición nos ha dado la espalda por lo que ningún kurdo permitirá a nadie de fuera interferir en nuestras propias decisiones.
Numerosos rumores apuntan a que están a punto de declarar una región autónoma kurda en Siria.
Asia: No son ciertos. Simplemente buscamos vertebrar una administración civil para acometer demandas urgentes como comida, agua… Es una situación difícil ya que Turquía cierra nuestra frontera por el norte, Yabhat al Nusra impide nuestras relaciones comerciales con el resto de Siria y Erbil mantiene cerrada la frontera con el Kurdistán iraquí. Tenemos que hacer algo sobre el terreno para cubrir las necesidades más urgentes de nuestra gente.
«Hacemos dos revoluciones simultáneas: la de nuestro pueblo y la de la mujer»
¿Hay guerrilleros del PKK luchando en el Kurdistán sirio?
Asia: Esos no son más que rumores desde sectores que quieren dinamitar tanto el proceso de paz entre Ankara y el PKK como la revolución de los kurdos de Siria. Nosotros contamos con nuestros propias comités de defensa populares fuerzas, el YPG, y están demostrando que son capaces de defender nuestro territorio.
Aparentemente, la mujer juega un papel fundamental en su revolución, algo inédito en todo Oriente Medio.
Asia: Son dos revoluciones simultáneas: la de nuestro pueblo y la de la mujer. Todas nuestras organizaciones están vertebradas en cuotas de un 40% para mujeres, otro 40% para hombres y un 20% para individuales, independientemente de su sexo. Desde el inicio de la revolución hemos puesto en marcha 16 centros de asistencia a la mujer y tres academias en Afrin, Kobani [también conocido como Ain al Arab] y Qamishli que buscan eliminar la mentalidad patriarcal imperante en la sociedad desde hace miles de años.
¿Esta ganando Asad esta guerra?
Salih: Todo el mundo sabía que un cambo de Gobierno en Siria alteraría todo Oriente Medio por lo que Rusia e Irán principalmente están apostando por Damasco. Además, el enquistamiento del conflicto está provocando fenómenos inesperados como el de que Washington incluyera a Yabhat al Nusra en la lista de organizaciones terroristas. No es que Asad sea más fuerte sino que, tras más de dos años y medio, la oposición está fragmentada y cuenta cada vez con menos apoyo tanto del exterior como del interior. La propia debilidad del Ejército Libre de Siria hace que no pueda distanciarse de los radicales islámicos porque estos cuentan con más capacidad militar. Hoy ningún sirio quiere un emirato islamista en Siria. Nosotros lo veíamos claro desde el principio y ahora el resto del país se está dando cuenta de ello.
¿A quién beneficia todo esto?
Salih: Hay agentes claros como Turquía o Irán y otros más ocultos. Algunas fuerzas quieren que toda la zona esté sumida en un caos constante. Hablamos de Francia, de Estados Unidos… Creo sinceramente que el de Siria es un caos controlado, parte de un plan global para todo Oriente Medio: a veces se apoya al Gobierno y otras a la oposición. Todo es un juego que sirve para fortalecer o debilitar según los intereses.
«Somos el aliado natural de Occidente pero éste sigue dándonos la espalda»
¿Confía en el proceso de paz en ciernes entre el gobierno de Turquía y los kurdos de su territorio?
Salih: Por un lado entendemos que los nuevos tiempos así lo exigen. No obstante, se trata del noveno alto el fuego unilateral entre Ankara y el PKK por lo que resulta difícil ser optimista. Los kurdos han dado pasos tan importantes como el repliegue de sus efectivos pero Ankara sigue anclada en el inmovilismo. La pelota está ahora en su tejado y Turquía tiene que decidir entre pertenecer a Oriente Medio o desaparecer.
Volviendo a Siria, parece que ustedes se han quedado solos en mitad de un esquema de Guerra Fría entre Oriente y Occidente. ¿Les apoya alguien?
Salih: Únicamente los kurdos de las otras tres regiones de Kurdistán. Lo más paradójico de todo esto es que la sociedad en Kurdistán Occidental [la parte siria] es democrática en su misma naturaleza. Árabes, kurdos, asirios y armenios han vivido durante siglos en armonía y desde el principio de la revolución hemos apostado por una sociedad laica que apuesta por los derechos de la mujer, la educación… Desde el PYD abogamos por la llamada “democracia radical”, básicamente descentralizar el poder para que el pueblo sea capaz de tomar y ejecutar sus propias decisiones. Es una versión más sofisticada del concepto de democracia que va en total sintonía con muchos de los recientes movimientos sociales en Europa. Somos el aliado natural de Occidente pero éste sigue dándonos la espalda. Creo sinceramente que sus gobiernos no están contando la verdad sobre nosotros a su pueblo.