Opinión

El trabajo de la mujer es una libertad

Aïcha Zaïmi Sakhri
Aïcha Zaïmi Sakhri
· 4 minutos

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Recordemos los hechos: el pasado 17 de junio, el jefe del Gobierno marroquí, Abdelilah Benkirane, se despachó con un discurso sobre el trabajo de la mujer más largo que un día sin pan. De todo lo que dijo se nos queda en la memoria una cosa: el lugar de las mujeres es el hogar y su rol es el de ocuparse de los niños. Y de paso, calificándonos de “candelabros” nos ha reducido a todas a objetos, por luminosos que sean.

La declaración del jefe de gobierno, condescendiente y sin ninguna ambigüedad, ha borrado con un golpe de la mano los mayores derechos que las marroquíes han arañado en un combate de años, entre ellos el de ser independientes económicamente gracias al acceso al mercado laboral. ¿Nos sorprende?  En realidad no. Abdelilah Benkirane sólo ha expresado una opinión que ya conocemos: una percepción tradicional de la familia, y sobre todo de la mujer, que además reivindica orgullosamente.

El discurso del jefe de Gobierno ha borrado de un golpe los derechos que las marroquíes han arañado en muchos años

Gracias en parte a las redes sociales, el contenido del discurso ha corrido como un reguero de pólvora, suscitando reacciones casi inmediatas: furia, indignación y denuncias de conceptos de otra época. A las palabras se ha unido la acción, pues el 24 de junio, una sentada ante el Parlamento reunió a demócratas, feministas y ciudadanas. Cantaron consignas que le enmendaban la plana al jefe de Gobierno.

Este discurso es escandaloso e incluso insultante para todas las mujeres de este país, estén trabajando o no. Hace décadas que el salario de las mujeres ya no se considera un ingreso de apoyo o de dinero de bolsillo para el hogar. Esto por una parte. Por otra, el discurso va contra todas las aspiraciones de igualdad de Marruecos, aspiraciones ratificadas por la última reforma de la Constitución y rotundamente respaldadas por el rey Mohamed VI en muchas ocasiones.

Y esto es lo que el jefe de Gobierno parece ocultar: el trabajo de las mujeres, más que un derecho es una libertad. La libertad de ganarse la vida, la libertad de ser ambiciosa, de querer llegar lejos y, sobre todo, la libertad de querer ser útil en un lugar que no sea la cocina. No nos equivoquemos. Pretextando el rol de la madre, lo que se ataca es la independencia económica de las mujeres.

En lugar de obligar a pagar salarios iguales o la baja de maternidad, Benkirane ha culpabilizado a las madres trabajadoras

Si la preocupación que Abdelilah Benkirane expresó respecto al bienestar de los niños fueran mínimamente sinceras, tendría a mano innúmeras acciones sensatas, eficaces y modernas que podría lanzar: sensibilizar a las empresas para que establezcan salarios iguales a hombres y mujeres, obligarlas a pagarles su salario completo durante la baja de materninad… Eso sin mencionar el mensaje que todas habríamos aplaudido: decir que los padres tienen la misma responsabilidad de ocuparse de los niños que las madres. Con eso habría ganado la apuesta de la auténtica modernidad. Lamentablemente, sólo ha culpabilizado a las madres trabajadoras. Esta discriminación por sexo ya no se puede aceptar en boca de un jefe de Gobierno den 2014.

Mientras esperamos esto, muchas madres, divorciadas o viudas sin empleo, se encuentran en la calle con sus hijos, sin recibir ningún apoyo moral o financiero del Estado. Benkirane lo sabe. Lo ha dicho incluso en su discurso. Sería mejor todavía que pasara a la acción para garantizar que se les proteja mejor. ¡Que les haga de candelabro!

Posdata: Para terminar, ahí va nuestro mensaje para el jefe del Gobierno. Señor Benkirane, en los últimos exámenes de bachillerato, la tasa de aprobados de las chicas ha superado con mucho la de los chicos. Y es una chica la que ha ganado por goleada la mejor nota del año. Un fantástico 19,45 del que podemos estar todos orgullosos. Ella se llama Houda Naybi, tiene 18 años y es ella quien ya le ha respondido a usted. Por todas nosotras.

Publicado en illi | 7 Jul 2014 | Traducción del francés: Ilya U. Topper