Entrevista

Redur Xelil

«Para los kurdos habrá un antes y un después de Kobani»

Karlos Zurutuza
Karlos Zurutuza
· 8 minutos
Redur Xelil (Qamishli, Oct 2014) | ©  Karlos Zurutuza
Redur Xelil (Qamishli, Oct 2014) | © Karlos Zurutuza

Qamishli | Octubre 2014

Nos dan turno justo después de la televisión pública holandesa, y antes de la estadounidense Sky News. Ha hecho falta una catástrofe humanitaria como la de Kobani para que los medios internacionales guarden cola para entrevistar a Redur Xelil quien parece gestionar con éxito la situación a pesar de un cansancio más que visible en su rostro.

Xelil (Hasaka, Siria, 1977) es el comandante en jefe y portavoz de las YPG, las milicias kurdas que dominan grandes partes de la franja norte de Siria y también defienden la ciudad de Kobani contra el asedio del Estado Islámico de Iraq y Levante (ISIL), que ya dura un mes largo.

“Al menos ahora saben que existimos”, asegura Xelil, que durante diez años fue combatiente del PKK, la guerrilla kurda de Turquía, y que hoy está camino de convertirse en una estrella mediática.

¿Cuál es la última hora en Kobani?

Los combates siguen siendo muy cruentos pero en los últimos días hemos pasado de defendernos a atacar, recuperando varias posiciones sobre el terreno. Estamos luchando con rifles de asalto y contra gente armada con armamento pesado, y con un alto grado de preparación. En realidad no nos enfrentamos a un grupo armado cualquiera sino al de un auténtico Estado.

«En Kobani, ante el ISIL, no nos enfrentamos a un grupo armado cualquiera sino al de un auténtico Estado»

Pero cuentan ustedes con cobertura aérea estadounidense. ¿Cuál es el grado de cooperación-comunicación entre ustedes y Washington?

Los ataques aéreos son importantes pero no suficientes. En cuanto a la coordinación con Washington, es evidente que tenemos que informarles de nuestras posiciones para no ser víctimas de sus bombas. No le puedo dar más detalles a este respecto, pero sí que deseamos que la comunicación y la cooperación vaya a más.

¿Es posible derrotar al ISIL sin la presencia de tropas internacionales sobre el terreno?

Piense que una ciudad como Mosul (la segunda de Iraq) cayó en tres días mientras que un pueblo como Kobani lleva un mes soportando el asedio. Por el momento, las YPG son la única fuerza militar que les ha hecho frente y es gracias a la motivación de nuestros combatientes, que no hacen otra cosa que defender su tierra.

¿La motivación puede reemplazar a las armas?

No quiero pecar de arrogancia. Nosotros estamos demostrando que tenemos capacidad de proteger nuestro territorio, pero no de ir más allá. No podemos combatir en sitios como Raqqa, pero sí coordinarnos con árabes de otras zonas bajo control islamista. Dicho esto, el apoyo internacional es obviamente bienvenido; la cobertura aérea es importante pero creo que las diferentes comunidades de Oriente Medio podrían derrotar al ISIL si son convenientemente armadas y coordinadas. Si Occidente quiere derrotar a los islamistas tendrá que ayudarnos.

«Si Occidente quiere derrotar a los islamistas tendrá que ayudarnos»

¿Hay forma de llegar a Kobani o de hacer llegar suministros desde la región de Qamishli, que está bajo control de los kurdos?

Para acceder al enclave desde aquí habría que combatir con centenares, miles de islamistas. Por el momento, hacerlo desde la frontera de Turquía es la única opción plausible.

Rojava, como los kurdos denominan el territorio que habitan en Siria (significa “Oeste”) se dividió administrativamente en tres “cantones” al principio de 2014. El primero, y con diferencia el más extenso, es Yazira y abarca gran parte de la provincia de Hassaka, la esquina del noreste del país, con la capital en Qamishli. El segundo es Kobani, hoy reducido apenas a la propia ciudad, mientras que cientos de aldeas de los alrededores se han vaciado ante el avance del ISIL. El tercero es la región de Afrin al noreste de Alepo, también aislado, al hallarse rodeada por brigadas del Frente Nusra, una agrupación que se considera parte de Al Qaeda y que pese a rencillas internas, hace causa común con el ISIL.

Dice usted que únicamente defienden su territorio. ¿Habla de los tres cantones o se refiere a toda la franja a lo largo de la frontera turco-siria que se trazaba sobre un mapa al comienzo de la guerra?

Al inicio del conflicto podíamos desplazarnos desde aquí, en Yazira, hasta Afrin por tierra porque manteníamos contacto con el Ejército Libre Sirio y nos coordinábamos para permitir a nuestras respectivas fuerzas atravesar el territorio. Aquel vínculo se rompió con la irrupción de grupos islamistas como el Frente Nusra, Ahrar Sham y, finalmente, el ISIL. Nosotros reivindicamos como nuestra tierra los tres cantones que menciona.

A lo largo de las últimas semanas se les ha acusado de reclutar forzosamente a jóvenes, e incluso a menores de edad para hacer frente al asedio de Kobani.

Es falso. Desde un principio, todos los miembros de nuestras unidades han llegado hasta nosotros de forma voluntaria. Obviamente, la situación en Kobani ha hecho que el número de ellos haya aumentado, incluyendo el de los civiles que se han acercado desde el lado turco de la frontera.

«Turquía quiso interferir en toda Siria, controlando a la oposición a Asad a través de los Hermanos Musulmanes»

Por el momento, Turquía parece limitarse a ver una película de guerra tras la alambrada.

Desde un principio, Turquía quiso interferir no sólo en Rojava sino en toda Siria, intentando controlar a la oposición a Asad a través de los Hermanos Musulmanes. Se veía como vencedora en una guerra en la que el régimen de Damasco caería irremisiblemente. Turquía no sólo no mueve un dedo sino que ha sido la responsable de permitir a los islamistas atravesar el país sin ser molestados para llegar hasta nuestro territorio; de ayudarles militar y logísticamente; de tratar a sus heridos en sus hospitales… y todo esto tras repetir, una y otra vez, que es miembro de la OTAN. No obstante, los planes de Ankara para controlar la región se han ido al traste y pronto empezará a sufrir las consecuencias de sus actos.

Abdullah Öcalan, el líder del PKK, ha anunciado que debido a la negativa turca de acudir en ayuda de Kobani, el proceso de paz con Turquía podría interrumpirse este mes.

Lo sabremos cuando lo visiten sus abogados y den a conocer su decisión [visita prevista para el martes 20 de Octubre]

¿Marca Kobani un punto de inflexión para el pueblo kurdo en su conjunto?

Para los kurdos habrá un antes y un después de Kobani. El mundo empieza a abrir los ojos para ver que no sólo somos los únicos que han plantado cara a los islamistas sino que, además, somos el único movimiento en Siria que habla de democracia y derechos humanos. Y piense usted que las cuatro partes en las que está dividido Kurdistán están interconectadas: lo que ocurre en una de ellas afecta de manera directa al resto y, por ende, a toda la región de Oriente Medio.

«Turquía tiene que entender que su futuro pasa por normalizar sus relaciones con los kurdos»

¿Podría ayudar esto a que el PKK, con el que las YPG comparten ideario, sea considerado como un interlocutor válido y no una organización “terrorista”?

Kobani puede contribuir a la resolución del conflicto en Turquía provocando una mayor presión internacional sobre Ankara. Y un cambio de rumbo en Turquía respecto al conflicto kurdo redundaría en el resto. Turquía tiene que entender que su futuro pasa por normalizar sus relaciones con los kurdos. No hacerlo sólo la llevará al desastre.

Al igual que muchos kurdos de Siria, usted también combatió durante años en las filas del PKK. ¿Por qué no hubo una respuesta armada semejante a Asad hasta 2011?

Ni la orografía prácticamente llana de Rojava ni la situación en Siria ayudaban a conducir una resistencia armada en Siria contra Asad como la del PKK. Sin embargo, la situación cambió radicalmente en 2011, lo cual llevó a muchos de nosotros a volver a casa a defender nuestra tierra.

¿Tiene alguna idea de cuando y cómo acabará la guerra en Siria?

No será pronto dada la entrada masiva de grupos islamistas en la región. Hay que acometer el problema desde el aspecto puramente militar, pero también del político y el social porque dichos grupos existen, entre otras razones, gracias al apoyo de sectores suníes en Siria. El grado de destrucción de la sociedad y el vacío de poder han sido la cuna para el fenómeno islamista al que nos enfrentamos.